
A las puertas de julio, Cirsa ultima los preparativos para su salida a bolsa en el parqué español antes de que baje la actividad del mercado por el verano. La operación, que podría resultar en una nueva cotizada de más de 4.000 millones de euros, o de 5.500 millones si se atiende a las valoraciones más altas que están en las cuentas del mercado, plantea incluso la posibilidad de tener a una candidata a entrar en el Ibex 35. Todo dependerá de la acogida de los inversores que esperan encontrar en Cirsa una compañía que seguirá creciendo en cuota de mercado, en beneficios y que podría repartir un dividendo con rentabilidades del 1,9% a partir del 2026 según múltiplos del sector.
A priori, desde la firma propiedad de Blackstone, banco de inversión con capital en la compañía española, están buscando valoraciones que oscilan entre los 4.500 millones y los 5.500 millones de euros en Cirsa. Esto implicaría que los inversores estarían asumiendo una prima en la salida a bolsa de la compañía, dado que por múltiplos del sector su capitalización bursátil sería de 4.150 millones de euros (con el múltiplo medio del sector y teniendo en cuenta la deuda financiera neta de 2.370 millones de euros y su posición de caja).
Como norma general, las empresas en su salto al parqué suelen ofrecer descuento para levantar el atractivo de los inversores y asegurarse un estreno de éxito. Pero si el negocio de la compañía promete crecimiento y éste está acompañado de una distribución de beneficios entre los inversores, la prima estaría justificada.
Cirsa comunicó en su intención oficial de salir a bolsa (ITP) que prevé obtener un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 750 millones de euros en 2025. Del mismo modo, abren la posibilidad de destinar hasta un 35% del beneficio neto al pago de dividendos entre sus accionistas a partir del 2026, por lo que el dividendo correspondería al beneficio obtenido en el ejercicio del 2025. Cirsa no aprobó hasta la fecha ninguna política de dividendos, pero sí que barajan que, si las hipótesis de la compañía se mantienen para el cierre de este año, cumplir con este 35% de payout (parte del beneficio neto destinado a remunerar a los accionistas).
Si las previsiones de Cirsa para el 2025 recogen un ebitda de 750 millones de euros (la compañía cerró el 2024 con un ebitda de 699 millones de euros), fuentes del mercado consideran que el beneficio neto ajustado destinado al dividendo rondaría los 80 millones de euros para ese mismo ejercicio (si el 35% del payout corresponde a esta cantidad, el beneficio neto ajustado sería cercano a los 230 millones de euros). Esto con el valor medio de mercado que resultaría de Cirsa como compañía cotizada con los múltiplos del sector según FactSet arrojaría una rentabilidad por dividendo del 1,9%.
Es una política de retribución al accionista que está 200 puntos básicos por debajo de la media del Ibex 35 (en el 3,9% al cierre semanal). Y eso que en la actualidad hay compañías como Logista, Unicaja o Repsol con rentabilidades por dividendo superiores al 7%. Del mismo modo, y si Cirsa anotara un beneficio neto de estas dimensiones y mantuviera sin cambio su política de reparto de beneficios, la aspirante a cotizada marcaría un rendimiento en la línea del previsto por el mercado en Entain (2,3%) o Lottomatica (1,8%) que son dos de las principales comparables a Cirsa y que ya están presentes en la bolsa europea.
Un crecimiento entre el 10% y el 15%
En la intención de salir a bolsa (ITP) que presentó la compañía ante la CNMV, 'crecimiento' es la palabra más repetida en el documento (figura hasta 33 veces), solo por detrás de la palabra 'Cirsa'. Y es que crecimiento es otra de las cosas que prometen desde la compañía. La media de sus pares crecerá alrededor de un 12% hasta 2026 según las estimaciones que recoge el consenso de mercado en FactSet para firmas como Lottomatica (cotizada italiana), Entain (sobre el parqué británico), Evolution (sueca) FDJ (francesa), Red Rock o Golden Entertainment (ambas estadounidenses).
Fuentes del mercado señalan que Cirsa tiene la capacidad para incrementar su beneficio entre un 10% y un 15% en próximos ejercicios. Y la tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) en la compañía de 2005 a 2024 se situó en el 12,8%, incluyendo los resultados de las compañías que fueron adquiridas por la compañía del juego española en ese periodo.
En la propia ITP la compañía señalaba que una de sus principales palancas será el propio crecimiento orgánico de la compañía de apuestas y máquinas recreativas. Pero también a través de la adquisición de negocios del juego ya existentes como Apuesta total, operador peruano en el país andino enfocado también en el juego online y las apuestas deportivas adquirida en el verano del año pasado. Está previsto que la compañía dedique entre 400 y 500 millones de euros en adquisiciones y estrategias de M&A hasta 2027, un dinero que saldría de la propia generación de flujo de caja.
En próximos años, el crecimiento de la compañía vendrá de la rama del juego y las apuestas online, según comunicó la compañía al mercado en los documentos presentados ante la CNMV. En concreto, los ingresos netos por esta vía aumentarán entre un 15% y un 19% con un margen de beneficio (ebitda) a medio plazo en el 25%.
Este margen sería solo del negocio online. En la actualidad, la mayor rentabilidad sobre ingresos en Cirsa está en el negocio de los Casinos y, principalmente, en las máquinas recreativas. Solo en el primer trimestre del 2025 la compañía superó un margen ebitda del 50% en las tragaperras localizadas en España. Así, el margen ebitda medio de la compañía en los dos últimos años estuvo entre el 32% y el 33%, unos porcentajes que esperan mantener en la compañía en ejercicios próximos de la mano de ese aumento del crecimiento del negocio.
De confirmarse un valor de mercado superior a los 4.000 millones de euros, Cirsa arrancaría su historia bursátil con una capitalización superior a la de ocho compañías del Ibex 35. No obstante, el tamaño de mercado no es el criterio único por el cual Bolsa y Mercados Españoles adjudica un puesto dentro del selectivo de referencia en nuestro país. El volumen negociado y la cantidad de acciones disponibles para su intercambio público (free float) también se tienen en cuenta para entrar en el Ibex 35.
Así, la operación de Blackstone en Cirsa puede replicar el modelo de Apollo con Lottomatica. En el caso italiano, el fondo acaba de anunciar la venta de su última participación en la compañía que tras aumentar su free float y por el volumen de sus operaciones la compañía entró en índices como el Stoxx 600 recientemente y en apenas dos años de carrera bursátil. Cirsa, en dos años, podría replicar el camino de Lottomatica y entrar en índices como el Ibex 35.
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