
SpaceX finalizó esta semana la sexta prueba del Starship, el mayor cohete espacial jamás construido, con éxito, bajo la mirada atenta del consejero delegado de la empresa aeroespacial, Elon Musk y el presidente electo de EEUU, Donald Trump. En todo el plan del sudafricano, aparece la idea de gobernar el planeta rojo en 2026 para lo que empezará a llevar parte de su flota de Tesla y Optimus.
El cohete, el más grande construido hasta la fecha, aterrizó sobre el Océano Índico sobre las 17:00 hora local (23:00 GMT), una hora después de su lanzamiento desde Starbase, la base ubicada en Boca Chica, cerca de la frontera con México.
El Starship aterrizó intacto, a pesar de haber perdido parte del material protector que recubría al cohete durante el descenso. A diferencia del quinto lanzamiento, en esta ocasión los ingenieros de SpaceX decidieron no intentar recuperar el cohete propulsor de la nave -conocido en inglés como 'Super Heavy'- sino que lo dejaron caer sobre el golfo de México.
Quinta misión de prueba del Starship de SpaceX
Los ingenieros de la compañía aún no han explicado por qué se dio esta diferencia entre este lanzamiento y el anterior, y en las imágenes transmitidas en vivo se observó como el propulsor cayó lentamente sobre el océano, provocando una nube de humo al tocar el agua.
En la quinta misión de prueba, efectuada el pasado 13 de octubre, el 'Super Heavy' fue capturado en una plataforma, con la ayuda de una grúa llamada 'chopsticks' (palillos) para facilitar su descenso.
El Starship quiere convertirse en el primer servicio privado que llegue a la Luna y Marte y establezca presencias permanentes y colonias en esos planetas, una visión considerada viable por Musk.
De lograr las certificaciones de la NASA, Starship formará parte de la misión Artemis III, la primera en más de medio siglo que devolverá una tripulación a la superficie lunar y que está prevista para 2026.
Ambientalistas en contra de los lanzamientos
Varios grupos ambientalistas han criticado los lanzamientos del Starship desde Bocachica, al igual que la actividad de SpaceX en la región, dada la cercanía a un parque nacional y refugio de vida silvestre donde habitan varias especies en vía de extinción.
En julio de este año, un puñado de organizaciones en defensa del medio ambiente pidieron al Gobierno federal que prohibiera los lanzamientos de cohetes de SpaceX y acusaron a las agencias federales de no haber evaluado adecuadamente el impacto ambiental de la empresa de Musk.
El multimillonario, quien dio apoyo financiero y político a la candidatura del futuro presidente Trump, se ha posicionado en contra de las agencias regulatorias del Gobierno y liderará una iniciativa –encargada por el republicano- para acabar con la "burocracia" federal.
Conquista de Marte y 'democracia marciana'
Musk lo tiene claro. Y es que el magnate sudafricano no solo quiere conquistar el planta rojo, también lo quiere gobernar basado en una suerte de 'democracia marciana' de humanos y donde cada uno de ellos circule en sus naves de SpaceX dentro de una ciudad autosuficiente. Todo para los próximos 20 años.
Direct democracy by the people. Laws must be short, as there is trickery in length. Automatic expiration of rules to prevent death by bureaucracy. Any rule can be removed by 40% of people to overcome inertia. Freedom.
— Elon Musk (@elonmusk) June 16, 2018
Hace un par de años ya daba atisbos políticos sobre su plan de gobernar a través de X (antiguo Twitter). Incluso, parte de sus declaraciones han aparecido en todo el proceso de la campaña de Donald Trump. "Democracia directa del pueblo. Las leyes deben ser breves, pues en la extensión hay truco. Caducidad automática de las normas para evitar la muerte por burocracia. Cualquier norma puede ser eliminada por el 40% de la población para vencer la inercia. Libertad", declaraba el magnate.
The first Starships to Mars will launch in 2 years when the next Earth-Mars transfer window opens.
— Elon Musk (@elonmusk) September 7, 2024
These will be uncrewed to test the reliability of landing intact on Mars. If those landings go well, then the first crewed flights to Mars will be in 4 years.
Flight rate will… https://t.co/ZuiM00dpe9
Hace unos meses, se refería sobre la ciudad futurista autosuficiente dentro de Marte donde circularán sus naves espaciales: "Las primeras naves espaciales a Marte se lanzarán dentro de dos años, cuando se abra la próxima ventana de transferencia Tierra-Marte. No habrá tripulación para comprobar la fiabilidad de un aterrizaje sin daños en Marte. Si los aterrizajes salen bien, los primeros vuelos tripulados a Marte se realizarán dentro de cuatro años. A partir de ahí, la tasa de vuelo crecerá exponencialmente, con el objetivo de construir una ciudad autosuficiente en unos 20 años. El hecho de ser multiplanetario aumentará enormemente la probable duración de la vida de la conciencia, ya que ya no tendremos todos nuestros óvulos, literal y metabólicamente, en un solo planeta".
La flota de Musk en Marte
Al aspecto político, se suma lo que Musk llevaría dentro de las naves a Marte: flota de Tesla y Optimus, según ha declarado el magnate.
Thoughts on the payload? https://t.co/fT6JUUt1Ez
— Brett Winton (@wintonARK) November 20, 2024
"Estoy plenamente seguro de que podremos enviar varias naves espaciales no tripuladas a Marte en dos años. Si esas naves no incrementan el número de cráteres en Marte, entonces se podrán enviar naves tripuladas en cuatro años". A la pregunta de un usuario sobre la "carga últil", el sudafricano respondió: "Cybertrucks y Optimus robots".
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