
Cuando Elon Musk adquirió Twitter, muchos se preguntaron cómo manejaría el delicado equilibrio entre la libertad de expresión y el control algorítmico. Según él, iba a procurar que no hubiera cortapisa alguna ante cualquier mensaje.
Hoy, con su respaldo público a Donald Trump y la colaboración directa con su gobierno, hemos sabido que el algoritmo de la actual X cambió desde julio de 2024 para favorecer voces que aupaban el discurso del nuevo Presidente electo de los Estados Unidos.
¿Estamos frente a un caso de manipulación digital o a un esfuerzo legítimo por democratizar el discurso? La pregunta no solo reta a los usuarios, sino que también plantea dudas éticas y políticas en un ciclo electoral con multitud de votaciones en todo el mundo que vendrán en los próximos meses.
El algoritmo sufrió cambios que reforzaban el mensaje de Trump
Según un nuevo estudio de la Queensland University of Technology, desde julio, X modificó su algoritmo para priorizar publicaciones que resalten "valores conservadores". Este ajuste habría generado más interacciones para candidatos republicanos y narrativas alineadas con esta ideología.
El estudio se basa en cómo algunos perfiles conservadores (empezando por el de Musk) fueron recibiendo un empuje en visibilidad desde esa fecha.
Los autores del estudio analizaron en primer lugar la participación de Musk antes y después de su apoyo a Trump en julio. Según los autores, a partir del 13 de julio, las publicaciones de Musk recibieron un 138% más de visitas y un 238% más de retweets que antes de esa fecha.
Las cifras de Musk "superaron las tendencias generales de participación observadas en toda la plataforma", concluyen.
Este trabajo no es el primero que se sugiere que X ajustó su algoritmo para impulsar la cuenta de Musk, pero esta vez los investigadores también descubrieron que otras cuentas de tendencia republicana que experimentaron aumentos similares a partir de julio, aunque en menor medida.
Los resultados del estudio son similares a otros publicados recientemente por The Wall Street Journal y The Washington Post sobre posibles sesgos de derechas en los algoritmos de X. Sin embargo, los investigadores afirman que se vieron limitados por la "cantidad relativamente pequeña de datos" que pudieron recopilar desde que la plataforma cortó el acceso a su API académica.
Un nuevo capítulo en la relación entre política y tecnología
La relación entre las redes sociales y la política siempre ha sido espinosa. Desde la intervención de Facebook en 2016 hasta los bloqueos a Trump en 2021, las plataformas se han convertido en escenarios de luchas ideológicas.
El respaldo de Musk a Trump no solo es una declaración política, sino también un cambio de paradigma en cómo las plataformas sociales gestionan la visibilidad del contenido.
La paralela digital de esto es hasta qué punto esto juega a favor de Musk y sus intereses con X en un contexto en el que cada vez más usuarios están migrando hacia otras redes, como Bluesky o la alternativa de Instagram, Threads.
Entre la polarización y la transparencia
La reacción a los cambios no se ha hecho esperar. Analistas tecnológicos y políticos advierten que este tipo de ajustes pueden exacerbar la polarización. Al destacar ciertas voces sobre otras, se corre el riesgo de crear cámaras de eco ideológicas, donde los usuarios solo consumen contenido que reafirma sus creencias.
Por otro lado, los defensores de Musk argumentan que esta estrategia equilibra el sesgo histórico hacia narrativas progresistas en redes sociales. Sin embargo, los expertos piden mayor transparencia en cómo se implementan estos cambios y quién define qué merece más visibilidad.
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