
Podemos decir con bastante seguridad que 2022 ha sido un año negro para las compañías tecnológicas y este comienzo de 2023 parece ser más de lo mismo, son más bien pocas las que se han salvado de la oleada de despidos, sin embargo, parece que España se ha convertido en un oasis en este sector y es que en este último año las empresas tecnológicas de nuestro país han aumentado un 49% el número de empleados y la demanda sigue creciendo.
A lo largo de estos últimos 14 meses hemos visto como compañías tecnológicas de todo el mundo, pero sobre todo de EEUU, han llevado a cabo recortes en su plantilla, principalmente por la caída de su actividad. Tras unos años de crecimiento constante tras la pandemia, 2022 ha supuesto un parón al desarrollo de todas estas empresas.
Microsoft, Meta, Twitter son los ejemplos más grandes y notables, mientras que Dell o Phillips son algunos de los más recientes. Sea como sea, casi cualquier compañía tecnológica en la que pienses ha realizado ceses, salvo que dicha compañía fuera española.
Y es que como ha descubierto el informe Scaleup Spain Scale Network realizado por Wayra, Endeavor y la Fundación Innovación Bankinter, España tiene todo a favor para convertirse en un "hub" de talento digital gracias sobre todo a la expansión y crecimiento de sus scaleups tecnológicas.
Una scaleup es una starup que ha dado un paso hacia adelante en su crecimiento pero que está marcada por un límite inferior de un millón de euros de facturación y/o una inversión superior al millón de euros.
Los datos recogidos en 2022 muestran que estas scaleups españolas generaron más de 850.000 puestos de trabajo de manera directa e indirecta, y la explicación que da Antonio Iglesias, director general de Endeavor España, es que durante estos años de "euforia", las compañías españolas fueron más precavidas y han llevado a cabo un crecimiento orgánico.
A su vez, Iglesias señala que el mercado español no es tan permisivo como el estadounidense a la hora de despedir o contratar, lo que también explica estos datos. "Eso ahora tiene consecuencias y, aunque es previsible que haya despidos, nunca va a ser una situación comparable a la de Estados Unidos".
La caída de las estadounidenses se ha presentado como una gran oportunidad para España, a la que los fondos internacionales miran cada vez con más interés.