Ignacio Nart
- 24/11/2016, 00:53
24/11/2016, 00:53
Thu, 24 Nov 2016 00:53:09 +0100
La dirección del viento político ha rolado bruscamente. Donald Trump, el próximo presidente de EEUU, es ese barómetro que no puede ser ignorado porque pone de relieve que se avecina un cambio radical del tiempo político, un cambio que afectará en mayor o menor medida al resto de las democracias occidentales y muy particularmente a la UE, carente de un relato actualizado e ilusionante. Bruselas y Juncker, su encarnación, son un trasunto de esa Hillary Clinton, remota, de discurso robótico de pías frases políticamente correctas, que no conectan con el humor de estos tiempos ni con las preocupaciones del ciudadano medio.