Alberto Garzón | Coordinador general de Izquierda Unida
- 16/02/2018, 07:45
16/02/2018, 07:45
Fri, 16 Feb 2018 07:45:05 +0100
Cuando le preguntas si finalmente ha sido un error que su organización política haya unido su destino al de Podemos -que está bajando en todas las encuestas- niega la mayor, se toma su tiempo para contestar casi pedagógicamente, y defiende la unidad electoral en torno a lo que Julio Anguita denominaba "programa, programa y programa" como la única forma de expulsar a la derecha del Gobierno. Alberto Garzón (Logroño, 1985) se inició en la cosa pública a través de las juventudes comunistas y, aunque ha pasado el tiempo y ha ganado en experiencia, sigue pensando que es necesario conservar la tradición comunista y una organización marxista en nuestro país. En su despacho del Congreso de los Diputados sigue teniendo a la vista, a modo de fetiches, dos de los elementos que se llevó cuando fue elegido diputado por primera vez: una gran bandera republicana que ocupa casi toda una pared y un tablero de ajedrez, que le sirve para desconectar en los días de intensa actividad parlamentaria. "Nos enseñaron a jugar en el instituto y desde entonces no lo he dejado, me relaja", afirma. Tiene un discurso radical pero tranquilo, de izquierdas, sin concesiones a la galería y sólo se muestra claramente contrariado cuando le recuerdas las críticas que han surgido desde dentro de la organización a su gestión en el sentido de que está permitiendo que Podemos fagocite a IU y perdiendo su propio espacio electoral. Dice que a Albert Rivera le tratan "con algodones" y a Pablo Iglesias "a palos", que Puigdemont no puede ser presidente en la distancia porque sería un escenario surrealista y acusa al Rey de sobrepasar su papel institucional y ponerse de parte de la España más reaccionaria con el tema de Cataluña. Sigue apostando por la unidad popular y electoral con Podemos, pero pide mayor participación en las decisiones de la coalición. Ni puede ni quiere tirar la toalla.