
Cuando le preguntas si finalmente ha sido un error que su organización política haya unido su destino al de Podemos -que está bajando en todas las encuestas- niega la mayor, se toma su tiempo para contestar casi pedagógicamente, y defiende la unidad electoral en torno a lo que Julio Anguita denominaba "programa, programa y programa" como la única forma de expulsar a la derecha del Gobierno. Alberto Garzón (Logroño, 1985) se inició en la cosa pública a través de las juventudes comunistas y, aunque ha pasado el tiempo y ha ganado en experiencia, sigue pensando que es necesario conservar la tradición comunista y una organización marxista en nuestro país.
En su despacho del Congreso de los Diputados sigue teniendo a la vista, a modo de fetiches, dos de los elementos que se llevó cuando fue elegido diputado por primera vez: una gran bandera republicana que ocupa casi toda una pared y un tablero de ajedrez, que le sirve para desconectar en los días de intensa actividad parlamentaria. "Nos enseñaron a jugar en el instituto y desde entonces no lo he dejado, me relaja", afirma. Tiene un discurso radical pero tranquilo, de izquierdas, sin concesiones a la galería y sólo se muestra claramente contrariado cuando le recuerdas las críticas que han surgido desde dentro de la organización a su gestión en el sentido de que está permitiendo que Podemos fagocite a IU y perdiendo su propio espacio electoral.
Dice que a Albert Rivera le tratan "con algodones" y a Pablo Iglesias "a palos", que Puigdemont no puede ser presidente en la distancia porque sería un escenario surrealista y acusa al Rey de sobrepasar su papel institucional y ponerse de parte de la España más reaccionaria con el tema de Cataluña. Sigue apostando por la unidad popular y electoral con Podemos, pero pide mayor participación en las decisiones de la coalición. Ni puede ni quiere tirar la toalla.
¿Habrá investidura en Cataluña o si Puigdemont sigue en su posición volvemos al 'día de la marmota'?
Existe el riesgo de repetir errores, pero espero que los actores se hayan dado cuenta de que hace falta tener un Gobierno dentro de lo que establece la ley, para que se pueda afrontar y abordar el problema de fondo: que la sociedad catalana quiere redefinir su relación con el resto del país, y esto, nos guste o no, es un hecho. No vale ni la opción unilateral del independentismo ni tampoco negar el problema de Cataluña, como hacen Ciudadanos o el PP. Si no se afronta en profundidad el tema, estaremos en el día de la marmota.
¿Comparte la idea de ERC de que no hay que modificar la ley en el 'Parlament' para que Puigdemont sea investido telemáticamente?
No podemos ir a un escenario surrealista en el que un presidente no participa en la investidura. Hay que evitarlo por todos los medios. Los independentistas tienen mayoría absoluta en escaños y es probable que el próximo presidente/presidenta sea independentista, pero no tiene por qué ser Puigdemont. Lo que hay de fondo es un problema entre Esquerra y PDeCAT, que están disputándose la hegemonía del procés pero lo que está claro es que la vía unilateral se ha agotado, y hay que buscar un espacio de convivencia. Cataluña tiene que seguir dentro de España, pero de una España que reconozca la diversidad plurinacional en el seno de una república federal.
Pero un cambio de la Constitución no es fácil ni tampoco sería el 'bálsamo de Fierabrás', ¿no?
El problema es que en nuestro país tenemos una clase política en el centro derecha absolutamente mediocre, que con tal de ganar votos son capaces de hacer prácticas cortoplacistas que enfrentan a territorios y reducen las posibilidades de entendimiento para cambiar la Constitución a medio plazo. No pueden seguir utilizando el territorio y los sentimientos nacionales para ganar votos. Evidentemente, hay que cambiar la Constitución, y hacerlo pensando en las próximas generaciones y no sólo en las próximas elecciones. ¡Hasta la Monarquía requiere de un cambio en la Carta Magna!
Hablando de Monarquía, ¿qué le ha parecido el papel del Rey en el conflicto catalán?
Creo que Felipe de Borbón ha sobrepasado su papel institucional y se ha expuesto de una manera importante en el tema de Cataluña. La imagen del Rey no volverá a ser nunca más la misma, porque cuando los Borbones se meten en política, siempre salen trasquilados. Le ocurrió a Alfonso XIII y también le va a pasar a Felipe VI. En cualquier otra monarquía moderna, de Europa, el rey suele tener un papel mediador y neutral, y en este caso Felipe VI ha hecho un claro activismo, no a favor de la Constitución sino en defensa de los intereses de la derecha más reaccionaria de España y del PP.
¿Cree que, tal como está el patio, se puede cambiar la jefatura del Estado, que "España mañana será republicana", como dicen ustedes?
La monarquía no sólo sobra, sino que además es un obstáculo para construir un nuevo país, porque ha sido un activo fundamental en la corrupción de estos años, y no sólo por el reinado de Juan Carlos de Borbón. Recientemente, los Reyes han ido a Davos, al lado de "compi yogui", el amigo personal de Felipe y Letizia, y una de las personas que se ha visto implicada en los últimos casos de corrupción. Muchos factores animan a pensar que necesitamos un cambio de régimen y si hubiera un referéndum ahora ganaría una España en forma de república.
¿Cómo valora usted el ascenso en las encuestas de Ciudadanos y el descenso de Podemos?
Suelo ser cauteloso con las encuestas, pero en los últimos meses nos ha perjudicado que la agenda política sea exclusivamente catalana. Aquí ha habido una guerra de banderas que a nosotros nos viene mal. Ciudadanos está muy aupado en las encuestas, porque tiene el apoyo de una parte muy importante del poder económico, y aun así está a poca distancia de Unidos Podemos. Nosotros somos la formación menos votada entre mayores de 65 años, pero la más votada entre los jóvenes, y eso hay que tenerlo en cuenta. Aunque Ciudadanos y PP encabecen las encuestas, nuestro país no se ha hecho más de derechas, pero hay un importante porcentaje de ciudadanos que se definen de izquierdas, que están desanimados y desmovilizados, y ese problema lo tenemos que solucionar.
¿Al final, a IU ir de la mano de Podemos le está perjudicando?
No, no nos perjudica en absoluto. Nosotros estamos defendiendo la unidad popular, la confluencia, sabiendo que somos organizaciones diferentes, que tenemos nuestra propia autonomía. Aquí lo que nos jugamos es el orden social de nuestro país para las próximas décadas, y si no lo hacemos bien quienes decidirán serán PP y Ciudadanos. La unidad electoral que tenemos con Podemos es necesaria para construir una España con parámetros distintos, más solidaria y fraternal.
Entonces, ¿por qué se han dado un plazo de tres semanas para revisar su relación entre IU y Podemos?
Porque, aunque estamos convencidos de que hay que defender la unidad popular y electoral, se pueden mejorar muchas cosas del acuerdo para hacer un proyecto común de izquierdas más atractivo para la ciudadanía. Hay que revisar todo lo que ha fallado o no ha funcionando tan bien como nos esperábamos.
Cuando reclama más peso dentro de Podemos, ¿a qué se refiere?
Reclamamos que IU sea percibida como un actor con más peso dentro de la coalición, no por ego o visibilidad, sino porque hay gente en este país que se siente más cercana a IU que a Podemos y cree que debemos tener más participación en las decisiones de la coalición, y no vamos a renunciar a conseguirlo.
Y, si no lo logran, ¿IU volverá a ir por libre, o eso ya no es factible?
Nosotros creemos que la unidad popular es un imperativo, siempre vinculado a nuestro programa y nuestro proyecto político. Mientras compartamos programa y proyecto político con Podemos nos mantendremos juntos, porque todo lo demás puede mejorarse, corregirse, revisarse, pero dentro de la estrategia de unidad popular.
Al PSOE y a Pedro Sánchez parece que el apoyo al 155 les ha venido bien electoralmente, ¿no?
El apoyo del PSOE al 155 ha sido un error político de gran magnitud. Aparecer al lado de la parte más reaccionaria de este país, la que defiende una España uniforme, centralista, que sólo hable castellano, les pasará factura. Que al PSOE se le identifique con esa corriente reaccionaria en vez de con la idea de la república federal les perjudicará, y mucho, a medio plazo. Pedro Sánchez tendrá que explicar por qué ha pasado del "no es no" a Rajoy al "sí es sí", y también por qué ha tirado por la borda todo aquello con lo que consiguió ganar las primarias.
¿Y eso le impedirá llegar a acuerdos con ustedes?
Nosotros ya le hemos recriminado a Sánchez que no haya puesto en marcha una moción de censura en este momento, que no haya intentado dar una respuesta política, ni judicial, ni policial, a todos los retos que enfrenta nuestro país. Creo que el PSOE está intentando ganar tiempo, no sé bien para qué, pero algún día tendrá que definirse. En IU apostamos por la república federal, por un cambio en la Constitución y por lo que hemos creído siempre desde una visión de izquierdas, pero desconocemos la propuesta del PSOE sobre estos temas. Ya veremos si Sánchez se termina de echar en brazos de esa derecha, que le empujó al 155, o aprueba una reforma de la ley electoral que cambie las reglas del juego. Tarde o temprano el PSOE tendrá que demostrar si es o no un partido de izquierdas.
¿Le preocupa que Iglesias sea el líder peor valorado, o que se hable de 'caza de brujas' a errejonistas?
Nosotros respetamos siempre los debates políticos que hay en el seno de Podemos, y no entraremos en sus decisiones de organización. Es verdad que Podemos ha recibido durísimos ataques, muchos de ellos infundados y falsos, como se ha demostrado en los Tribunales, y eso ha afectado a la marca y también a su líder. A Albert Rivera le tratan con algodones y a Pablo Iglesias a palos, pero tengo la convicción de que al final la política se hará no por la cara, el nombre y el apellido de los líderes, sino por las propuestas que plantean, y Unidos Podemos se consolidará electoralmente. Digan lo que digan las encuestas.
Las encuestas apuntan a que Rivera puede llegar a ser presidente del Gobierno, ¿usted lo cree?
Da la sensación de que Albert Rivera es el recambio del PP para mejorar la imagen y mantener el fondo de las políticas y que todo siga igual. Por eso ha estado aupado por las grandes empresas, las mismas implicadas en todos los procesos de corrupción. Yo tengo mis dudas de que este ascenso de Ciudadanos sea sólido. Porque es un partido muy nuevo, con muy poca organización territorial, y va a tener mucho más complicado de lo que parece enfrentarse a las oligarquías de la derecha en determinadas partes del territorio. No sé lo que va a suceder, pero sí sé que la esencia PP y Ciudadanos es la misma, que Albert Rivera es un fiel escudero de Rajoy, que contribuye a que sigan las mismas políticas, para que todo siga igual.
Pero Rivera e Iglesias se entendieron sobre la reforma electoral, ¿para eso no son de derechas?
La reforma de la ley electoral es necesaria para corregir un agravio histórico que se ha perpetuado en el tiempo gracias a la ley D'Hondt. Para que se entienda, el año 2015 a IU nos costó medio millón de votos cada escaño y al PP 60.000. Ahora a Ciudadanos les interesa hacer una reforma electoral por motivos diferentes, pero bienvenido sea si finalmente conseguimos una ley que quite privilegios al PP y también a los nacionalistas.
¿Les parece una buena noticia la elección de Guindos para el BCE?
Lo importante sobre esa elección es saber cuál es el precio que vamos a pagar a Alemania para que le apoye. En esencia, no va a cambiar nada. El BCE se va a seguir manejando igual, y como Guindos es el principal responsable del rescate bancario, que nos ha costado 60.000 millones de euros a los españoles, no tiene credenciales como para que podamos confiar en él.
¿Usted reconoce que la economía va mejor, el empleo se recupera y parece que salimos del túnel...?
Crecemos económicamente, pero los fundamentos de ese crecimiento son muy frágiles, y tienen que ver con la respiración asistida que nos suministra el BCE. La precariedad se está consolidando como un estadio permanente, y así es imposible tomar decisiones de vida dignas. Cuando tienes contratos temporales, a tiempo parcial, incluso de un solo día, es imposible planificar el futuro, por lo que que la salida de la crisis se ha convertido en algo perverso. Hay una agresión sin precedentes a las conquistas del movimiento obrero, se empeora la sanidad y la educación pública, las pensiones se han puesto en peligro, y la crisis se ha utilizado como excusa para hacer una ofensiva de recortes neoliberal en toda regla.
Oiga, ¿finalmente habrá Prepuestos para el año próximo o no pasa nada si se prorrogan los actuales?
El Gobierno no tiene prisa, ya ha aprobado normas que le permiten hacer recortes del 50% en cada Ministerio y mantener su política de austeridad. Está cómodo sin Presupuestos, porque por la vía del Decreto ley hace lo que le da la gana.
¿Qué le ha parecido que Granados 'ponga el ventilador' y 'dispare' contra Esperanza Aguirre, Ignacio González y Cristina Cifuentes?
La declaración de Granados es otra prueba más de que es imposible que una trama de corrupción tan elaborada, con tantos participantes y tan extendida en el tiempo, pueda llevarse a cabo sin el concurso o el silencio cómplice de los principales dirigentes del PP. Dentro del PP hay una organización criminal para delinquir y robarnos el dinero a todos los españoles. Lo que han robado se ha quitado de la sanidad y de la educación.
Vamos, que Granados es un sinvergüenza pero está dando en el clavo...
Sí, es un sinvergüenza que está destapando las vergüenzas de una organización para delinquir, que es el PP. Ha quedado constatado que es un sinvergüenza y su implicación en procesos de corrupción nos ha costado mucho dinero a los españoles, pero también es uno de los principales conocedores de la trama de corrupción y describiendo lo que ocurría nos estamos enterando de los tejemanejes que existían con González, Aguirre o Cifuentes.
¿Usted cree que todos ellos están implicados en esos asuntos?
Habrá que ver cómo se sustancian las acusaciones, pero es muy improbable que Aguirre y Cifuentes no supieran lo que estaba pasando en el PP y en la Comunidad de Madrid.
Pero la corrupción parece sistémica y no sólo en el PP, en el PSOE de los ERE, en el PDeCAT del Palau...
La corrupción en este país tiene un vínculo muy importante con el modelo productivo, y con las grandes empresas privadas, que al final suelen irse de rositas. Ahí está el caso de Ferrovial, en Cataluña, cuyos responsables no asumirán nunca sus responsabilidades con el argumento de la prescripción. Aquí se ha mantenido un modus operandi propio del franquismo, y hay que cortarlo de raíz. Los Villar Mir estaban con Franco y están ahora, y además de los corruptos, si los corruptores no van a la cárcel el sistema no cambiará. En España hace falta una revolución para limpiar de parásitos el sistema, y para que paguen todos, corruptos y corruptores.