Esto es lo que debes añadir al café todos los días para fortalecer tus músculos en poco tiempo

El café es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo, puesto que tiene múltiples beneficios para la salud, puesto que actúa sobre el sistema nervioso y contribuye a un mejor rendimiento físico, te mantiene alerta, es antioxidante y reduce el riesgo de sufrir una insuficiencia cardíaca, entre otros.

Las formas de consumirlo son cada vez más variadas, por ejemplo, añadiendo otros ingredientes que permiten incrementar sus propiedades. Una de las últimas tendencias que está cada vez más de moda en los últimos años es la de incluir en tu café un poco de proteína en polvo. La proteína es un nutriente esencial para el correcto desarrollo de las fibras musculares, lo que la hace ideal para recuperar tras los entrenamientos.

La dosis recomendada

Aportan los aminoácidos necesarios para el desarrollo muscular, mejorando el rendimiento físico en general y reduciendo la fatiga muscular. En cuanto a las cantidades ideales, todo depende del peso, la edad o el nivel de actividad física. Si bien, para personas que llevan a cabo una actividad física intensa, lo ideal es entre 1,6 y 2 gramos por cada kilogramo de peso corporal al día.

Incluirla es tan sencillo como escoger cualquier tipo de proteína en polvo —del sabor que más se prefiera— y agregarla a tu taza de café, junto con algún tipo de leche o bebida vegetal, y, de forma opcional, algún tipo de endulzante como miel o estevia.

Qué pasa si tomo un exceso de proteína

Más allá de los suplementos de proteína, la proteína puede encontrarse de forma natural en múltiples alimentos. Si se pretende adquirir una mayor masa muscular, otra opción es incrementar el consumo de productos como las carnes, los pescados, los huevos, los lácteos, así como algunos frutos secos, legumbres y semillas.

No obstante, antes de incluir este tipo de suplementación en la dieta o de tomar más cantidad de proteínas en la dieta, lo más recomendable es consultar con un médico. Un exceso de este nutriente en el organismo puede llegar a tener efectos perjudiciales en la salud, afectando por ejemplo a la salud renal con el paso de los años.