
El café es parte de la vida diaria de millones de españoles. Muchos son incapaces de empezar el día sin tomarse una buena taza acompañada de unas tostadas o un cruasán, aunque en los últimos años los más cafeteros habrán notado como se ha ido encareciendo, ya sea que se lo toman en casa o fuera.
En este sentido encontramos que el precio del grano se ha incrementado un 129% según datos de la Organización Internacional del Café. Muchos expertos relacionan esta subida con el aumento de la demanda a nivel mundial y con factores climáticos, un cóctel inasumible para los bolsillos de un país donde el Salario Mínimo Interprofesional a duras penas supera los 1.000 euros.
Y lo peor es que se auguran subidas del 25% en el precio del café para los próximos meses, aunque los españoles llevamos notando un incremento similar desde hace tiempo con la inflación, que en abril se situó en el 2,2%, una décima por debajo de la que el Instituto Nacional de Estadística registró en marzo.
Asimismo el INE, con respecto del precio del café en España, señala que se ha encarecido en un 18,5% en el último año.
Hasta 50 céntimos más caro
Pero seguimos consumiendo café a pesar de que beberse una taza es entre 10 y 50 céntimos más caro que hace unos años, un incremento que puede parecer mínimo pero que tacita a tacita reduce nuestra capacidad de ahorro.
En 2020 una taza de café en un bar costaba alrededor de 1,20 euros. Ahora, no baja de los 1,50 euros, y a esto se le suma el café de especialidad, etc., que suele tener precios todavía más altos, sobre todo en zonas consideradas turísticas.
Pero es que el incremento también se ha dejado notar para los que prefieren tomarlo en casa. Comprar café en el supermercado supone enfrentarse a la inflación pero también a la reduflación, ya que muchos fabricantes han reducido el tamaño de los paquetes manteniendo el precio, o incluso subiéndolo.
Así, encontramos que en 2020 un paquete de café de 250 gramos costaba 2,50 euros, y ahora suele rondar los 3 euros, mucho más si vamos a una marca de prestigio.
Pasando estos datos a porcentajes entendemos que los que beben café fuera de casa pagan un 20% ahora que hace cinco años, y los que lo hacen en casa, sobre un 25%. Esto tan solo son estimaciones, dado que el precio final varía considerablemente dependiendo de la zona en la que tomemos el café, no es lo mismo una zona turística que rural.
El incremento en la cesta de la compra
El café es un artículo fundamental en la cesta de la compra de miles de españoles, y aunque se ha encarecido considerablemente, hay otro producto que lo supera. Se trata del chocolate, cuyo precio ha subido un 24,2%.
Por el contrario, y sorprendentemente, lo que más se ha abaratado ha sido el aceite de oliva. El 'oro líquido' ha visto reducido su precio en un 42,2%, la caída más pronunciada de la serie histórica, aunque cabe mencionar que desde enero de 2021 todavía acumula un incremento del 76,3%.