
Las legumbres son todo un clásico de la cocina tradicional española, eso es un hecho. Aunque es cierto que ahora que se acerca el buen tiempo y el calorcito, cada vez sea menos habitual encontrar este tipo de platos entre los más recurrentes, sigue habiendo hogares que no quieren renunciar a ellos.
Hay regiones de España, especialmente en el norte, como Asturias, Cantabria o Galicia donde la fabada o el cocido montañés son auténtico emblemas de la gastronomía. Ahora bien, lo que no sabe todo el mundo y que se aleja del paso a paso más tradicional es aquel ingrediente secreto que le aporta un toque extra de sabor y que consigue que las legumbres siempre queden en el punto perfecto.
Más sabor y un resultado impecable
Si hablamos de un ingrediente que se ha ganado un hueco en la cocina española, sin duda alguna es el alga kombu. Aunque es originaria de Japón, poco a poco ha sido adoptada en muchas cocinas, sobre todo en el norte de España.
Incorporar un trozo pequeño de este alimento a las legumbres tiene una larga lista de beneficios detrás, ya que ayuda a acelerar el tiempo de cocción, mejora la digestibilidad y realza el sabor, siempre sin alterar el gusto tradicional del plato. Esta alga es rica en glutamato natural, un potenciador del sabor unami, por lo que su introducción en la olla ayuda a que las legumbres absorban mejor todo el sabor del caldo.
Después de la cocción, se puede retirar el alga kombu del plato, aunque podría dejarse sin problema, ya que obtiene una textura blanda y fácil de digerir durante el cocinado.

Cómo añadir este ingrediente correctamente
Al ser un ingrediente a priori desconocido, es normal que puedan surgir dudas en cuanto a su preparación. No obstante, es más sencillo de lo parece, tan solo hay que tener un par de cuestiones en cuenta para que el resultado sea el esperado y combine a la perfección con nuestras legumbres.
Lo primero es que no es necesario utilizar mucha alga kombu, con un trozo pequeño será más que suficiente. De igual modo, también es importante tener en cuenta que no es necesario remojarla previamente para que se hidrate si se va a cocinar después por un tiempo superior a 30 minutos. Si fuera el caso, bastaría únicamente con añadirla a la olla.
Por último, no es recomendable añadir la sal a la olla hasta que no se haya incorporado este ingrediente, ya que el alga aporta un toque salino, por lo que la mejor opción siempre es sazonar a posteriori.
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