El azúcar (glucosa) es una fuente de energía necesaria para el organismo, esta llega a las células corporales y cerebrales a través del torrente sanguíneo. El azúcar puede ser medida en la sangre, siendo importante controlarla en personas que padecen enfermedades derivadas del azúcar.
Cuando una persona ingiere alimentos, sus niveles de azúcar en sangre aumentan. Los niveles de glucosa en sangre varían a lo largo del día, oscilando desde los 70 y 145 mg/dl en personas no diabéticas. La glucosa se produce con la digestión de los alimentos. Por eso, en ayunas los niveles son más bajos y después de las comidas más elevados, descendiendo dos horas después de comer.
Los niveles de glucosa en sangre cambian durante el día, oscilando desde los 70 y 145 mg/dl en personas no diabéticas. La glucosa se produce con la digestión de los alimentos. Es por ello que en ayunas los niveles son más bajos y después de las comidas más elevados, descendiendo dos horas después de comer.
Da igual en qué momento del día se mida la cantidad de azúcar en sangre, la clave es saber cuáles son los niveles recomendables en cada momento, dependiendo de la ingesta o no de alimentos.
Niveles recomendados de azúcar en sangre después de cenar
- Los niveles de azúcar en sangre deseados en personas sin diabetes 1-2 horas después de empezar a cenar tienen que estar por debajo de 140 mg/dl.
- Los niveles de azúcar en sangre deseados en personas con diabetes 1-2 horas después de empezar a cenar tienen que estar por debajo de 180 mg/dl.