
Aunque no nos demos cuenta, ingerimos bastante azúcar a lo largo del día y no solo con la cucharada que se le añade al café. Según datos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, en nuestro país se consume una media de 111,2 gramos de azúcar al día.
Esta cifra cuadriplica la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de no superar el 10% de la ingesta calórica total de azúcares libres, lo que podía ser 25 gramos de azúcar al día para el consumo de 2.500 kcal al día. Aunque cada persona es un mundo y habría que tener en cuenta la edad, el sexo y la actividad física.
Los azúcares libres o añadidos se añaden a los productos con alguna finalidad como aportarle sabor, aroma o para facilitar el procesado, reducir la acidez o ayudar en la conservación. Algunos ejemplos de estos son el azúcar blanco, azúcar moreno, panela, azúcar de coco, siropes, jarabes... y se pueden incluir miel, jarabes, zumos de fruta o concentrados de fruta para zumos. Luego están los azúcares intrínsecos, que son los que provienen de naturalmente del alimento.
Qué azúcar es más sano
La gran pregunta es saber qué tipo de azúcar es más saludable. Muchos creen que el azúcar moreno es más sano que el blanco o que la miel. La respuesta es que todos los azúcares añadidos tienen el mismo efecto en la salud por lo que no hay un azúcar más beneficioso que otro. La diferencia recae en que el azúcar moreno tiene unas cantidades muy pequeñas desde el punto de vista nutricional, de vitaminas, minerales y fibra.
Al compararlos, el azúcar blanco tiene un 99% de sacarosa, el moreno un 95% de sacarosa y la panela un 83% de sacarosa con un 6% de glucosa y otro 6% de fructosa. Por lo que el moreno y la panela están menos procesados y su contenido en vitaminas, minerales y fibra es mayor. Aunque químicamente, los tres son iguales.