Valencia
El histórico fabricante de medias Marie Claire apura las opciones de mantener su actividad pese a que está prácticamente paralizada desde el pasado verano. El administrador concursal que está al frente del concurso de acreedores de la compañía de Villafranca del Cid ha comunicado al comité de empresa que ha recibido una oferta de una empresa interesada en mantener la compañía y a su plantilla y que el proceso podría cerrarse en breve.
Fuentes de CCOO confirmaron que una empresa ha mostrado su interés por comprar la planta textil de Marie Claire ubicada en el interior de la provincia de Castellón y de ponerla de nuevo en funcionamiento, tal y como se ha comunicado al comité de empresa, según recoge Europa Press.
La textil anunció el año pasado su intención de cerrar su planta y solicitar la declaración de concurso de acreedores de manera voluntaria, después de varios intentos de encontrar un inversor o un comprador que mantuviese la actividad de la compañía, que había encadenado varios años de continua caída de ventas a lo que se sumó el golpe de la pandemia y posteriormente la escalada de los costes de producción.
Desde antes de la pandemia la empresa dependía de la asistencia financiera del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) del Gobierno autonómico. En los últimos dos años la Generalitat Valenciana inyectó 21,5 millones de euros mediante varias líneas de financiación.
Cambio de manos
El Gobierno valenciano fue el principal avalista de la venta de la empresa a A2D Business Retail, propiedad de David Lasheras y Álvaro Bordils, del grupo textil B2Tex en 2021, tras la crisis que sufrió la compañía con el Covid por la paralización de la producción y el cierre de los comercios. Tras su entrada también se abandonó el centro logístico que mantenía en Borriol con un recorte de plantilla. Sin embargo, los planes del nuevo dueño tampoco sirvieron para reonducir la situación y en poco más de un año tiró la toalla.
Con la entrada en concurso se aprobó un ERE que supuso la salida de más de 100 trabajadores con una indemnización de 23 días por año con trece meses de tope. En diciembre se decidió ampliar el ERTE que se mantenía para los últimos 72 empleados hasta marzo de 2024, para precisamente estirar los plazos de las negociaciones para una posible venta.