Industria

Marie Claire, al borde del cierre tras recibir 21 millones del Gobierno valenciano

  • La centenaria firma fue la única beneficiaria del fondo de rescate que creó Puig
  • El fabricante de medias fue adquirido por A2D Business Retail en 2021
Ximo Puig, en una visita a la planta de Villafranca.
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La única empresa que se benefició del fondo que creó la Generalitat Valenciana para rescatar compañías con problemas de viabilidad por los efectos de la pandemia, el centenario fabricante de medias Marie Claire, anuncia a la plantilla que está al borde la desaparición, apenas dos días después de las elecciones autonómicas.

La empresa de Villafranca del Cid (Castellón) dedicada al sector textil Marie Claire ha anunciado su intención de cerrar su planta ubicada en Vilafranca y de solicitar la declaración de concurso de acreedores de manera voluntaria para proceder a la extinción de la compañía, según han confirmado a Europa Press fuentes sindicales.

La pandemia, en la que el fabricante se intentó reconvertir como fabricante de mascarillas y batas sanitarias, fue sólo el último golpe a la pérdida del que había sido su principal contrato para un gran distribuidor europeo y los daños ocasionados en su planta de Villafranca tras desplomarse parte del tejado por un temporal de nieve.

La empresa mantiene una plantilla de 214 personas, aunque de ellas 130 están incluidas en un ERTE hasta el próximo mes de julio. En agosto del año pasado la propia Generalitat cifraba en 300 personas su plantilla.

La dirección de la firma se ha reunido este martes con el comité de empresa, al que ha informado de su intención de iniciar a partir del próximo lunes el periodo de consultas. El responsable de CCOO PV, José María Gutiérrez, ha advertido del "drama" que supondría el cierre de esta empresa "histórica en la comarca", donde es "una fuente de ingresos para una población bastante importante". "Si se quita esta fábrica, la comarca se verá muy afectada", ha indicado.

La agonía del histórico fabricante de medias se ha prolongado desde hace años y, de hecho, era uno de los pocos productores del sector de la confección que había conseguido mantener su producción en la Comunidad Valenciana tras el final de los aranceles a los productos de países de bajos costes a principios de este siglo.

Un rescate fallido

Desde antes de la pandemia la empresa dependía de la asistencia financiera del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) del Gobierno autonómico. En los últimos dos años la Generalitat Valenciana inyectó 21,5 millones de euros mediante varias líneas de financiación, según recordaba hace menos de un año el todavía conseller de Hacienda, Arcadi España, en una visita a la planta textil.

La empresa ha reconocido en un comunicado que su intención es renegociar la deuda con sus principales acreedores según recoge Efe. Marie Claire señala que su intención es garantizar su viabilidad a largo plazo y que esa medida irá acompañada de un plan de reestructuración de personal y "la posibilidad de encontrar inversores interesados en respaldar el proyecto de relanzamiento de la marca".

En su comunicado apunta que la pandemia provocó una reducción drástica del consumo de pantys y que, a día de hoy, el consumo de medias a nivel mundial no ha alcanzado el 50% de los niveles precovid, además de enfrentarse a una "crisis logística y de materias primas que ha incrementado los costes de fabricación, agravados aún más por el aumento en los costes energéticos".

El Gobierno valenciano fue el principal avalista de la venta de la empresa a A2D Business Retail,  propiedad de David Lasheras y Álvaro Bordils, del grupo textil B2Tex en 2021, tras la crisis que sufrió la compañía con el Covid por la paralización de la producción y el cierre de los comercios. Tras su entrada también se abandonó el centro logístico que mantenía en Borriol con un recorte de plantilla.

La Administración autonómica aseguró tras el acuerdo que para cualquier reestructuración o ERE sería necesario el visto bueno de la Administración autonómica. Desde la Generalitat se justificaba estas ayudas por el carácter estratégico de la firma, al ser la mayor empresa de la comarca de Les Ports por empleo, que entonces cifraba en 600 personas en una zona con riesgo de despoblación limítrofe con Teruel. Una comarca a la que el propio presidente valenciano Ximo Puig está muy vinculado, ya que procede y fue alcalde de Morella.

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Comentarios 5

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Javier
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Es que la globalización es muy "guena" y tal y tal y tal...

Los europeos vamos a desaparecer por no tener valor de echar a los políticos títeres al servicio de Davos.

Puntuación 26
#1
Usuario validado en elEconomista.es
aviamquepasa
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Con las indemnizaciones más altas de europa, en españa una empresa con pérdidas difícilmente puede hacer grandes ajustes, despedir a, p.ej., 100 personas es tan costoso, que es mejor cerrar y ir a concurso de acreedores. es lo que hay.

Puntuación 11
#2
Carlos
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Fabricar en España? Juas, Juas... Aquí los que han sobrevivido son los que han convertido sus empresas en mueve contenedores de China, nave convertida en almacén y 5 personas máximo, 2 almacén y 2 en Oficina y el Jefe pasando apuros y arruinado a impuestos.

Puntuación 10
#3
Langostia con tomate
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Si los dueños cobran una burrada, el fin es el que és . Fin del negocio, chau...

Puntuación -2
#4
iluminado
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de esos 21 millones la empresa no se habrá quedado ni la mitad, la otra mitad se la repartío el psoe de ximo y su hermano en sobornos.

Puntuación 4
#5