"El precio de los alimentos no va a bajar". Esa es la máxima en la que coinciden prácticamente todos los estamentos de la cadena. "Si la sequía lo permite, habrá desaceleración, pero nunca bajada", aseguran las principales organizaciones, que coinciden, en cualquier caso, que habrá que esperar a 2024 para ver una normalización. Y eso, siempre y cuando la sequía lo permita.
Pedro Barato, presidente de la organización agraria Asaja, fue el primero en lanzar la advertencia ya a finales de febrero en una jornada sobre la sostenibilidad del sector organizada por elEconomista.es.
"Los precios no se van a ver reducidos mientras los costes de producción sigan disparados", aseguró. Dicho y hecho. De acuerdo con los últimos datos del INE, los precios de la industria alimentaria mantenían el pasado mes de abril una subida del 11,5% respecto al mismo mes del año pasado.
Más Subidas
Pero es que, pese a los fuertes incrementos registrados el año pasado, en los cuatro primeros meses de 2023 los precios siguen subiendo. Lo hacen a menor ritmo, por el efecto estadístico, pero aún así, suben, un 3,1%.
El director general de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab), Mauricio García de Quevedo, apuntaba hace una semana que la tendencia a la desaceleración en el incremento de los precios de los alimentos "continuará en los próximos meses si no ocurre nada raro", descartando igualmente que pueda haber una bajada.
"El precio de los alimentos irá estabilizándose de acuerdo con lo que está pasando en los mercados internacionales con las materias primas. Es una tendencia que creo que va a seguir en los próximos meses", apunta García de Quevedo. Según el INE, la inflación en España bajó al 3,2 % en mayo y el alza de los alimentos se moderó al 12%.
¿Hacer previsiones? Para el director general de Fiab es difícil prever cómo acabará la inflación este año "porque dependerá de la categoría de productos, ya que hay cultivos que se han perdido por la sequía, con lo que la cesta de la compra variará mucho". Eso sí, la patronal alimentaria insiste en que la falta de agua puede ser un problema "serio" y urge la puesta a en marcha un "plan hidrológico", que incluya infraestructuras importantes y contemple planes de reutilización del agua.
Bajadas del IVA
Para Fiab, una medida clave para poder contener el precio de los alimentos pasa igualmente por aumentar el número de productosa los que se rebaja el IVA. El sector lleva pidiendo desde hace mucho una rebaja del impuesto, en concreto, para la carne y el pescado. Pero, a la espera de lo que ocurra en las próximas elecciones generales del 23 de julio, hasta ahora el Gobierno se ha negado en rotundo. Tan solo ha cedido en una cosa:mantener la rebaja del IVA que se aprobó a comienzos de año para los alimentos básicos, pastas y aceites, y que, según la asociación de fabricantes y distribuidores Aecoc, ha permitido un ahorro de 421 millones de euros hasta junio para los consumidores. Aecoc considera que las medidas puestas en marcha por el Gobierno, y "los esfuerzos realizados por la cadena de valor agroalimentaria están dando sus frutos", con lo que la subida de los precios habría tocado ya techo en febrero y mantendría ahora una desaceleración.
Según sus cálculos, el IPC alimentario acumulado se situará en el primer semestre en un 5,6%, un porcentaje que sería del 6,8% de no haberse aprobado la rebaja del IVA del 4% al 0% en alimentos básicos, y del 10% al 5% en pastas y aceites. "La evolución de los datos muestran que es necesario prolongar la medida y ampliarla para seguir controlando la inflación en la segunda mitad del año", aseguraba hace unos días el director general de Aecoc, José María Bonmatí.
En la misma línea, el presidente de la asociación, Ignacio González, apuntaba recientemente que, a la espera de lo que pase con la sequía, los precios se normalizarán el año que viene. Aunque, según González, se "respira optimismo, el empleo crece, el gasto de las familias y empresas se ha fortalecido y la hostelería y el turismo tiran con fuerza del consumo y del empleo", hay también señales de alarma.
"La confianza de los consumidores va a la baja desde principios de año, la bolsa de ahorro se está reduciendo, la deuda pública está creciendo y somos la economía con menor capacidad para generar empleo de los países de la eurozona", ha advertido. Ante todo ello, el sector reclama una contención de los costes normativos y la presión regulatoria por parte de las administraciones.