Política

Sin acercamiento entre Sánchez e Iglesias, divididos entre la coalición y el Gobierno monocolor

  • Sánchez propone reiniciar las conversaciones y hablar "de lo que le importa más"
  • Instará a reformar el artículo 99 de la Constitución para impedir bloqueos
  • La línea roja de Iglesias: que abandone la idea de Gobierno "monocolor"
Pedro Sánchez. Foto: Reuters

Pedro Sánchez y el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, siguen sin llegar a un acuerdo. En una nueva conversación mantenida este jueves después de que el candidato del PSOE a la investidura anunciara que volvería a contactarle para empezar de cero, ambos políticos se han mantenido en sus posiciones, por lo que el acercamiento se mantiene como un imposible a dos semanas de que ocurra la segunda votación de investidura.

"He llamado a Pablo Iglesias para negociar primero el programa y, después, la composición del Gobierno. Debemos hablar de contenidos y conocer el grado de consenso. Lamentablemente, ha rechazado la propuesta. Seguiremos intentándolo", ha escrito Sánchez en Twitter.

Por su parte, la percepción de Iglesias es que Sánchez "sigue inamovible en su posición". "No está dispuesto a negociar el programa de un gobierno de coalición ni a compartir responsabilidades de gobierno con Unidas Podemos proporcionales a los votos". Y es que el líder de Podemos ya había advertido en una entrevista en Antena 3 de que la línea roja era que Sánchez se olvidara del Gobierno "monocolor" y defendía que "la cultura de la coalición es algo nuevo en España. Estas cosas cuestan al principio pero estoy convencido de que Pedro Sánchez no cometerá la irresponsabilidad de repetir elecciones".

Iglesias respondía así a las valoraciones del presidente del Gobierno en funciones y candidato del PSOE a la investidura del próximo 22 de julio, que en una entrevista en Los Desayunos de TVE reconocía que el método de negociación empleado hasta la fecha "no ha sido el adecuado" porque se han mezclado demasiadas cosas al hablar "de puestos y de contenidos" y emplazaba a Iglesias a reiniciar las conversaciones y comenzar a hablar "de lo que le importa más" a los ciudadanos sin poner nombre a las carteras. "No tenemos problema en compartir el poder", ha dicho el candidato pero insiste en el Gobierno de cooperación y no de coalición por el distanciamiento que ambas formaciones tienen en temas como Cataluña.

El reparto de sillones y la exigencia de Iglesias de entrar en el Consejo de Ministros -Sánchez no ha desmentido que le pidiera la vicepresidencia- ha sido el principal escollo en las negociaciones. La última reunión entre ambos, ocurrida este martes, acabó con la confirmación del distanciamiento y con la amenaza de elecciones de nuevo a flor de piel. Y es que el 23 de julio se activará la cuenta atrás para la repetición electoral, que fija un plazo de dos meses desde la primera votación de investidura para designar un presidente. De lo contrario, habrá que volver a sacar las urnas. 

En caso de nuevos comicios, el peor parado sería Podemos. La tendencia negativa de la formación se confirmó tanto en las elecciones generales del 28 de abril como en las autonómicas y municipales del 26 de mayo, mientras que en el PSOE hay quien valora el escenario electoral como la mejor opción aunque la versión oficial y mayoritaria es la de evitarlo.

Podemos debe medir bien la fuerza que ejerza en la negociación para evitar males mayores y además, sabiendo que la suma de sus diputados a los del PSOE sigue sin ser suficiente. Sánchez, por su parte, insiste en no depender de los independentistas  y sabe que la  abstención de PP y Ciudadanos no va a llegar, por muchas peticiones que se den. En este escenario imperfecto para todos, Irene Montero ha querido recordar a Sánchez que "la gente ya ha votado y hay que ser serios, incluso si hubiese repetición electoral hay que ponerse de acuerdo".

El artículo 99, en la mirilla

En esa misma entrevista Sánchez ha adelantado que el primer acuerdo de país que propondrá será la reforma del artículo 99 de la Constitución para impedir que se vuelva a bloquear la investidura. Según ha explicado, ahora confluyen dos problemas: uno coyuntural para la investidura y otro, estructural, que se debe, en su opinión, a que el artículo 99 de la Constitución "no funciona" y "hay que reformarlo", una reivindicación tras la que el PP lleva tiempo. "Este es el primer acuerdo de país que voy a ofrecer al conjunto de fuerzas parlamentarias", ha anunciado Pedro Sánchez.

El citado artículo, en su punto 3, dice que el Congreso debe otorgar la confianza de la Cámara al candidato propuesto por el Rey por mayoría absoluta de sus miembros en una primera votación. Y si no se alcanza esa mayoría, se someterá la misma propuesta a nueva votación 48 horas después de la anterior. La confianza se entenderá otorgada si el candidato lograse mayoría simple. Y en su punto 5 precisa que si transcurrido el plazo de dos meses, a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato hubiere obtenido la confianza del Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del Presidente del Congreso. 

Sobre esta posibilidad, Iglesias ha criticado que Sánchez  plantee cambiar la Constitución para desbloquear investiduras con el fin de que ese cambio en la ley "le haga el trabajo" por el que le pagan y que, según ha recalcado, consiste en buscar acuerdos con los partidos para ser investido. A su juicio, esa reforma constitucional iría contra el propio espíritu de la Carta Magna.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky