Las relaciones entre Pedro Sánchez, presidente en funciones del Gobierno, y Pablo Iglesias, se han roto oficialmente, o están a punto de hacerlo. La última reunión, celebrada en la mañana de este martes, ha sido el escenario de un divorcio en el que el socialista ha reiterado que no aceptará un gobierno de coalición y ha amenazado con ir a la repetición electoral si no es investido en julio. En Unidas Podemos se da por hecho que la investidura del 23 de julio, que no apoyarán, será fallida.
La portavoz socialista, Adriana Lastra, en la rueda de prensa posterior a la reunión, ha dejado caer que las intenciones electorales de Sánchez no son un farol. "No hay segundas oportunidades", ha advertido al ser preguntada sobre si los socialistas descartan volver a presentar la investidura de Sánchez en septiembre, en segunda ronda. "Si no hay acuerdo programático, institucional y parlamentario y ellos no se quieren sentar, no habrá investidura en septiembre".
De esta manera, lo que parecía una posibilidad remota tras los resultados de las elecciones del 28 de abril se ha convertido en una posibilidad más que real, y que de confirmarse tendría lugar en noviembre. Lo único que está claro, dado que Iglesias no ha descartado aún votar a favor del socialista, es que Sánchez irá a una investidura que se votará el 23 de julio sin tener los apoyos amarrados y que obligará a retratarse a todos los partidos del Congreso, es decir, la estrategia que manejaban desde hace semanas.
Mentiras y falsedades
Visiblemente molesta por el resultado de la reunión - es decir, un nuevo desencuentro entre Sánchez e Iglesias - la quinta desde que se celebraron las elecciones generales y que ha durado unas dos horas, la vicesecretaria general del PSOE ha advertido que el documento programático que la Ejecutiva de la formación aprobó ayer y que hoy le presentó a Iglesias "no es la primera propuesta que hemos presentado a Unidas Podemos. Les hemos propuesto un avance de programa y no tuvimos respuesta. Les hemos propuesto una Comisión de Seguimiento y no ha habido respuesta. Les hemos ofrecido proponer nombres de independientes de prestigio en su ámbito para los ministerios y no ha habido respuesta", ha lamentado Lastra, quien ha reiterado en todo momento que Iglesias solo ha querido tratar "nombres y no políticas, no propuestas".
De hecho, Lastra ha calificado como "mentiras" y "falsedades" que Sánchez, antes de las elecciones autonómicas, directamente ofreciera ministerios a Iglesias y ha recordado que los votos de PSOE y Unidas Podemos no dan la mayoría absoluta en la Cámara Baja, razón por la que los socialistas rechazan taxativamente un Ejecutivo de coalición.
Falta de confianza
Por otro lado, ha afirmado que "no es cierto que el PSOE nos lleve a nuevas elecciones. Queremos llevar el gobierno a buen puerto, pero la confianza se construye día a día. Si tu interlocutor se dedica a descalificar - refiriéndose a los dardos que Unidas Podemos han lanzado en las últimas semanas-, a lo mejor no tiene tanto ánimo de pacto". Con todo, ha matizado: "no creo que este sea el caso".
Así mismo, ha recordado que en lo que va de esta corta legislatura, el PSOE ya ha hecho cesiones a la formación morada: le ha dado la vicepresidencia de la Mesa del Congreso de los Diputados y le ha prestado suficientes senadores como para que conserve grupo propio en la Cámara Baja, tras la debacle que sufrió en este terreno de juego en las elecciones.
'No' a negociar
Hasta aquí la versión del PSOE. En cambio, fuentes de Unidas Podemos han advertido: "Constatamos que Pedro Sánchez no quiere negociar sino que intenta imponer unilateralmente un gobierno de partido único. No es sensato que el PSOE actúe como si tuviera la mayoría absoluta cuando no la tiene".
Es más: consideran que esta intención "no es seria" y consideran que Sánchez debe flexibilizar su postura. "Ya rectificará", son las palabras que ha dicho Iglesias al salir de la reunión.
Nuevas reuniones
La palabras no de Lastra, además, no han gustado en el seno de Unidas Podemos, donde aseguran que "la realidad es que queremos un gobierno con el PSOE, pero el PSOE no quiere gobernar con Unidas Podemos".
Con todo, y a pesar del desencuentro que ha supuesto la reunión de este marte, no tiran la toalla y vaticinan nuevos encuentros. "Nos volveremos a reunir, pero no en una encerrona. No les vamos a regalar los 42 votos a los socialistas, y menos después de lo ocurrido hoy".