
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez y el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, afrontarán la reunión del martes con dos grandes avances con respecto a la última: la oferta del candidato de que su socio preferente proponga nombres de independientes para el Consejo de Ministros y el abandono de los morados de interferir en la hoja de ruta con Cataluña.
Aunque desde el Gobierno se traslada la idea de que "hay bases para el acuerdo", el independentismo es uno de los temas que más distancian a las dos formaciones, como ha recordado el PSOE en los últimos días. Por eso puede tomarse como un avance positivo hacia el acuerdo el hecho que desde Podemos se hayan abierto a dejar por escrito que se cumplirá la hoja de ruta del PSOE en esta Comunidad y que no pedirán un referéndum de autodeterminación así como otras exigencias de los socialistas en este ámbito.
Sánchez llega con la expectativa de conseguir que desde Unidas Podemos rebajen la exigencia de entrar en el Consejo de Ministros ante la amenaza de una repetición electoral. Fuentes próximas a Moncloa recogidas por Europa Press apuntan que "van a pasar cosas" en la que será la quinta cita con Iglesias desde las elecciones generales del pasado 28 de abril. Y es que el escenario podría haber mejorado considerablemente en dos aspectos fundamentales.
El segundo es que la reunión también ocurrirá después de que Sánchez ofreciera a Iglesias durante una entrevista en Telecinco la posibilidad de que le propusiera nombres de independientes para el gabinete de ministros, a quienes tendría en cuenta en la formación del próximo Ejecutivo, un paso también a favor del entendimiento a pesar de que el líder socialista sigue oponiéndose a formar un Gobierno de coalición.
El acuerdo con Podemos no soluciona la investidura
Si finalmente Sánchez consiguiera amarrar el apoyo de los 42 diputados de Iglesias, el del PRC, los de Compromís y los de PNV, como se prevé, aún tendría que lograr la abstención de los independentistas de ERC o de Bildu para prosperar en segunda votación, que será el 25 de julio tras el previsible fracaso de la primera ronda, en la que se requiere mayoría absoluta.
"Nadie ha dicho que una abstención de ERC sea depender de ERC. Las fuerzas políticas hacen con sus votos en ejercicio de su autonomía e independencia política lo que les parece. Depender es una cosa y que voten es otra muy diferente", dijo el pasado viernes la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, para justificar la aceptación de esa posibilidad.
Tanto el Gobierno en funciones como el PSOE saben que ésta es la vía más factible para sacar la investidura adelante porque, aunque no se cansan de pedir a PP y Ciudadanos que se abstengan para evitar que la formación de gobierno dependa de los partidos independentistas, ese gesto no va a llegar.
La confianza de Sánchez en que Iglesias recule en sus peticiones se basa en la caída que vaticinan los sondeos para la formación morada en caso de repetición electoral. Cabe recordar que desde el martes 23 de julio, día en que Sánchez se enfrentará al primer examen parlamentario en su investidura, se pone en marcha el reloj de dos meses para designar a un presidente; de no conseguirse, el 23 de septiembre se abre el periodo electoral que marcaría unos nuevos comicios en noviembre.
Además, el candidato socialista podría también contar con el favor indirecto de Iñigo Errejón si su plataforma decidiera ir a las urnas en caso de repetición electoral. Ante ese escenario, las fuentes de Moncloa creen que Iglesias pudiera dar un paso atrás y rebajar las peticiones a Sánchez a cambio de ayudarle a sacar adelante la investidura.
Las encuestas, en cambio, le son favorables a Sánchez, por lo que esta posibilidad no ejerce tanta presión como a Iglesias. Incluso el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, admitió la semana pasada que podría ser preferible la repetición electoral en septiembre -en vez de un nuevo intento de investidura- si eso sirviese para formar un Ejecutivo más estable.
Será a las 12.00 horas cuando Sánchez e Iglesias se encuentren en el Congreso de los Diputados. Ya por la tarde, a las 17:00 horas, el candidato se reunirá con el presidente del PP, Pablo Casado pero no ocurrirá lo mismo con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, quien ya anunció tras informarse de una nueva ronda de contactos que su posición ya estaba fijada y no tenía más que hablar con el socialista.