Política

Sánchez utiliza el desconcierto para intentar amarrar una investidura sin apoyos

  • Solo aclara una cosa: Bildu y Vox son los únicos con los que no habla
  • Avanza sin fecha ni concreción sobre si está en negociaciones con ERC
  • Simancas: la investidura se celerbará "en las primeras semanas de julio"
Pedro Sánchez. Foto: Efe

Pedro Sánchez no aplazará su intento de investidura. A más tardar, en las primeras semanas de julio el Congreso de los Diputados albergará la sesión aunque llegue sin los apoyos necesarios para sacarla adelante. Lejos de reconocer en su plan irresponsabilidad, el candidato del PSOE a mantenerse en Moncloa apunta al resto de partidos, sobre todo a PP y Ciudadanos, como los potenciales culpables de que no se forme gobierno. El plan parece consistir en presionar a los demás mediante el desconcierto que provoca la inconcreción de su estrategia.

"No queremos una investidura fallida, pero vamos a ir y que cada cual se retrate allí, en función de su responsabilidad", ha dicho este viernes el secretario general del Grupo Socialista en el Congreso, Rafael Simancas, en una entrevista en RNE. En ese mensaje insiste el partido mientras se da largas a concretar una fecha de votación.  

El mayor avance está en el consenso programático que Sánchez ha encontrado con Unidas Podemos, pero la insistencia del "socio preferente" en aportar nombres al Consejo de Ministros enroca el diálogo en un tira y afloja infinito. El PSOE se abrió a un "Gobierno de cooperación", una 'ocurrencia' que parece que cada bando sigue interpretando de una manera. 

Sin embargo, los socialistas ya no esconden que la vía de la abstención de ERC está sobre la mesa. Según ha aclarado Simancas, el PSOE tiene abiertas 10 mesas de negociación "permanente". PP y Cs son dos de los grupos a los que pide facilitar la investidura, pero la cesión en Navarra del Parlamento foral a Geroa Bai puso la puntilla a la negativa de la derecha y allanó el terreno para buscar el favor de los independentistas. 

Sin confirmar si hay conversaciones con ERC -que insiste en que el favor no será gratis- o si pretenden afianzar la abstención de los diputados del PNV, Simancas ha hecho evidente que al menos la puerta no está cerrada al partido republicano al asegurad que los únicos partidos con quienes no dialogan son Bildu y Vox, "líneas rojas" para el PSOE.

El cambio del mensaje desde que el PSOE se alzara ganador de las elecciones generales del 28 de abril es significativo. Aunque Sánchez insiste en un Gobierno en solitario con sus 123 diputados, un Gobierno estable necesita de más apoyos. El ideal de la mayoría absoluta parece imposible pero una mayoría simple 'alta' podría aliviar el deseo.

Si en un principio el candidato descartó no apoyarse de nuevo en el independentismo tras la compleja experiencia vivida la pasada legislatura que puede resumirse en la caída de los Presupuestos cuando prácticamente estaban garantizados, ahora Sánchez, consciente de que gobernar solo con el favor del PSOE haría insoportable cada votación en el Congreso, vuelve a abrirse a salir investido con las abstenciones de ERC y JxCat tras quedar descartada la propuesta de UPN tras lo ocurrido en Navarra.

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