
El pacto entre el Partido Socialista de Navarra y Geroa Bai para que el nacionalista Unai Hualde presida el Parlamento de Navarra ha puesto el candado a la puerta que de la abstención de PP y Ciudadanos que para Pedro Sánchez ya estaba cerrada de cara a su abstención. Mientras el presidente en funciones busca revalidar su cargo echando la responsabilidad de la votación en PP y Cs, los dos partidos insisten en que el guiño a los nacionalistas es incompatible con su 'favor' en el Congreso.
Mientras la investidura sigue sin fecha, lo más aproximado que se ha dicho hasta ahora es que tendrá lugar "pronto", las cuentas no están garantizadas para Pedro Sánchez, quien desde este miércoles parece tender más hacia la vía navarra que vuelve a ponerle en manos de nacionalistas e independentistas.
El PNV ya dijo que "para nada" la cesión del Parlamento foral a su franquicia en Navarra se traducía en un apoyo a la investidura y desde ERC siguen esperando ese "gesto" por parte del Gobierno que les lleve a abstenerse en la segunda votación. Sin embargo, PP y Cs tienen claro que el pacto de Navarra "pisotea una línea roja", como ha descrito Albert Rivera.
El líder de Ciudadanos ha rechazado este jueves abstenerse en favor de Sánchez por utilizar Navarra como "moneda de cambio" para facilitar el apoyo del PNV y ha considerado "intolerable" que un presidente del Gobierno "prefiera aliarse con Batasuna y con quienes han estado legitimando" la violencia, en un acuerdo "de la vergüenza y de la infamia", frente a un acuerdo de los constitucionalistas de Navarra Suma (UPN, PP y Cs).
Pablo Casado, en la misma línea de "preocupación" ante la "gravedad" del pacto, se ha cerrado a la abstención porque Sánchez "está dejando claro con quien quiere ser investido" y es "imposible pactar con Bildu y al mismo tiempo intentar que el Partido Popular se abstenga en tu investidura".
Sánchez esquiva el asunto ERC
En respuesta a ambos, Pedro Sánchez ha insistido desde Bruselas, donde ha acudido para acudir al Consejo europeo, en que "la responsabilidad de PP y Ciudadanos, como partidos que se dicen de Estado, es facilitar la investidura, no bloquear y garantizar una cierta estabilidad al Gobierno de España".
"La alternativa es facilitar un Gobierno que dote de estabilidad, de una agenda de futuro, de progreso, de avance, de justicia social, al conjunto de la sociedad española", ha dicho para prometer que su programa será "moderado, progresista y europeísta".
En cuanto a ERC, Sánchez no ha respondido sobre qué está negociando con el partido republicano, que tras el pacto navarro se vuelve de nuevo fundamentales en la investidura. "Lo importante" es que haya un Gobierno "cuanto antes en España".