Como las estrellas de fútbol, así ha sido el mercado de fichajes de los partidos políticos, de cara a las elecciones generales y también a las europeas. Con algunas incógnitas por destapar, lo cierto es que muy pocas, como los números dos, las listas enteras por Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, y lo que se guarden las formaciones para el Senado, estos comicios se recordarán por el de las estrellas y los estrellados, aquellos que no llegaron a nada y fueron repudiados por sus partidos.
En este juego, el PP es el partido que más golpes de efecto se ha reservado. Primero, laminando al marianismo, y segundo, apostando por rostros jóvenes y sin pasado. Este jueves, en medio de la controversia de la iniciativa de ayudar a las mujeres inmigrantes que estando embarazadas y de manera irregular deciden dar a sus hijos en adopción, Génova filtraba la contratación del periodista Pablo Montesinos para encabezar la lista del PP por la circunscripción de Málaga. Montesinos, joven, conocedor de los bastidores populares, mediático, gran comunicador, experto en desenvolverse con soltura en debates políticos ásperos, viene a remplazar como número por Málaga a Carolina España, quien en la anterior legislatura encabezó la lista, seguida de Celia Villalobos -ambas sorayistas-, ésta última ha abandonado la política antes del nuevo mapa de candidatos.
Dicen en los círculos populares que Pablo Montesinos es el Zidane del PP. Lo cierto es que su nombramiento cierra una etapa en esta circunscripción, y abre la puerta a una imagen renovada y con muchas posibilidades de que su mensaje cale en los medios, por sus capacidades comunicativas. Pero la traca final de fichajes en el Partido Popular vino un día más tarde, después de la designación de Montesinos. A cuentagotas, el PP fue filtrando la elección de la periodista y politóloga Cayetana Álvarez de Toledo, como número uno de Barcelona. De repente, la proyección de la excospedalista y hasta ahora portavoz del PP en el Congreso, Dolors Montserrat, se estrellaba con un duro golpe -aunque hablan de acomodo-. A esta sorpresa le seguían la marcha de Fátima Báñez, la no inclusión en las listas al Congreso de Cristóbal Montoro, la candidatura de Juan José Cortés por Huelva, y la caída de las listas de viejas glorias dentro del partido. En definitiva, borrón y cuenta nueva.
El PSOE, sigiloso con sus fichajes, entre los que destaca el de Pepu Hernández para el Ayuntamiento de Madrid, y el del sociólogo francés Sami Naïr para Europa, ha estrellado sin embargo a nombres como el de José Blanco, paradójicamente valedor de Pedro Sánchez, que, junto a Elena Valenciano, se han quedado descolgados. El ajuste de cuentas con Susana Díaz ha sido otra de las noticias de esta operación, en la que finalmente no hay cabida para Antonio Pradas, el hombre de confianza en Madrid de la expresidenta de la Junta de Andalucía. El exsanchista César Luena, sin embargo, se marchará a Europa si sale elegido.
En la nómina de fichajes estrella de Ciudadanos se encuentran Celestino Corbacho (exministro socialista), Juan Mesquida (exdirector de la Policía con el PSOE), o el de Sara Giménez, abogada y activista gitana. El último por conocerse fue este sábado el de Marcos de Quinto, expresidente de Coca Cola, y ahora número dos por Madrid, sin olvidar que Inés Arrimadas encabezará la lista por Barcelona.
Por contra, en la nómina de estrellados de Cs se encuentra el de Silvia Clemente, con la sombra de un pucherazo en CyL, y dejando tocada la reputación del partido.
Y mientras Vox por fin adelantaba tres nombres de sus listas, los de Santiago Abascal, Javier Ortega e Iván Espinosa, para Madrid, y para Cádiz, el del general de Infantería, Agustín Rosety Fernández de Castro, en ERC y JxC apuestan por los imputados por el procés y de mo-mento en prisión (Oriol Junqueras y Raúl Romeva), o por el candidato escapado de la justicia, Carles Puigdemont (para las europeas).
En el caso de Unidos Podemos, las aguas bajan bravas y descompuestas, sobre todo tras la marcha de Iñigo Errejón, para el proyecto autonómico de Más Madrid, y el desembarco de Carolina Bescansa en el CIS. Su líder, Pablo Iglesias bastante tiene con moderar la candidatura de su número uno por Ávila, una mujer expresidiaria, que fue condenada por el asesinato de su novio.
Estrellado se ha quedado Carles Campuzano, diputado por PDeCat, antes CDC, y para estos comicios generales, JxC. El político catalán ha recibido el castigo a su pactismo, aunque es posible que su nombre encabece otra formación catalanista en ciernes.