Política

Junqueras hace un alegato político ante el Supremo mientras Forn dice que la DUI fue simbólica y el 1-O "ilegal"

  • El juicio continúa el martes 19 con el interrogatorio a Turull
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La tercera sesión del juicio del procés en el Tribunal Supremo, celebrada este jueves, ha tenido como protagonistas al ex vicepresidente catalán Oriol Junqueras y al exconseller de Interior Joaquim Forn. Ambos han sido los dos primeros procesados en ser interrogados en la Sala, optando Junqueras por una declaración de calado político y Forn por excusarse de los hechos que se le imputan a la vez que admitía que la declaración de independencia en el Parlament fue simbólica y el referéndum del 1 de octubre de 2017 "ilegal". En Directo | Última hora y reacciones del juicio al procés en Cataluña.

La jornada ha comenzado con el presidente del tribunal, Manuel Marchena, contestando a algunas demandas de las defensas en las sesiones previas. El magistrado ha permitido a los acusados expresarse en catalán -con traducción consecutiva y no simultánea- y ha rechazado con vehemencia que el expresident Carles Puigdemont comparezca como testigo por videoconferencia: "Seamos serios, en un proceso penal no se puede venir por la mañana de acusado y por la tarde de testigo". El juez también ha dado pie a que los acusados se sienten junto a sus abogados, algo que Junqueras ha hecho tras declarar. La siguiente sesión será el martes 19 con el interrogatorio al exconseller de Presidencia Jordi Turull.

Enseguida Marchena ha llamado a declarar a Junqueras, teniendo con él la cortesía de no pedirle que se identificara, dada su relevancia pública. El líder de ERC, que ha optado por contestar en castellano y sólo ha respondido a preguntas de su abogado, Andreu Van den Eynde, ha iniciado entonces un alegato político con el se ha querido "dirigir a la ciudadanía públicamente después de más de un año encarcelado".

El interrogatorio a Junqueras

"No voy a renunciar a mis convicciones democráticas, me encuentro en situación de indefensión porque estoy convencido de que se me acusa por mis ideas y no por mis hechos. Estoy en un juicio político", ha dicho a bocajarro un Junqueras que no ha tenido reparos en definirse ante el tribunal como "un preso político". En la misma línea, se ha reconocido en varias ocasiones como "independentista y autodeterminista", aunque posteriormente ha enunciado un "amo a España y a las gentes de España" que no choca, según su testimonio, con sus convicciones.

Centrándose ya en los hechos del 1-O, Junqueras ha asegurado que "votar en un referéndum no es delito. Nada de lo que hemos hecho es delito. No hemos cometido ni uno de los delitos que se nos quieren atribuir". En este punto, ha aprovechado para abogar reiteradamente por una "solución política" para Cataluña y para condenar, tras nueve "nuncas" la violencia, base de una acusación por rebelión contra él de la Fiscalía que le podría acarrear 25 años de cárcel y de inhabilitación.

Entrando en la figura de la violencia, Junqueras ha acusado a la Fiscalía de "retorcer" los argumentos y se la ha achacado al dispositivo de Interior en la jornada del referéndum: "Cerrar los locales con esa violencia no era para impedirlo, el objetivo de la violencia que se ejerció contra los votantes era para generar un ambiente de crispación al cual, afortunadamente y como siempre ha sido, nadie respondió en absoluto con violencia". Igualmente, ha negado que desde el Govern se diera cualquier clase de indicación a los Mossos para no impedir la consulta.

Respecto a lo ocurrido el 20 de septiembre en la Conselleria de Economía durante el registro de la Guardia Civil en una operación destinada, precisamente, a impedir el posterior referéndum, Junqueras ha calificado la concentración que hubo de "pacífica, respetuosa y con cánticos" y que "no había dificultad para entrar y salir" del edificio. También ha dicho que en ella se se escucharon cánticos religiosos como el "virolai" dedicados a la Virgen de Montserrat. Hay que recordar que tanto la instrucción de la causa como la Fiscalía aprecian violencia en la concentración exponiendo que varios vehículos del Instituto Armado acabaron destrozados y que la comitiva judicial tuvo problemas para abandonar el edificio. Los magistrados apenas tomaron notas durante la exposición de Junqueras.

El interrogatorio a Forn

El exconseller Forn, por su parte, sí ha querido contestar a las preguntas de la Fiscalía y de la Abogacía General del Estado en una intervención menos abstracta que la de Junqueras. El primer 'cara a cara' ha sido con el fiscal Fidel Cadena, en un choque que ha dejado los momentos más intensos de la sesión cuando el representante del Ministerio Público ha intentado apretar a Forn por incurrir en la supuesta paradoja de impulsar políticamente el referéndum y hacer cumplir a la vez la orden judicial para evitarlo.

Ante la presión del fiscal, Forn ha explicado que al asumir el cargo en julio de 2017 le dijo a Puigdemont que asumía el compromiso del referéndum, pero que haría a los Mossos cumplir con las diligencias de la Fiscalía y que éste le respondió que no se preocupara. Al preguntarle Cadena si Puigdemont le eligió por el rechazo de los consellers cesantes a la unilateralidad, Forn ha contestado que éstos también votaron en la consulta, lo que ha provocado risas entre el banquillo de los acusados y la correspondiente reprimenda de Marchena.

En defensa de los Mossos, Forn ha dicho que ningún acto de éstos "fue contrario a la Constitución". También ha defendido su actuación el 20-S, reprochando a Interior que no les informase del dispositivo ese día para haber permitido así un mejor despliegue que evitase altercados. Al respecto de esa jornada, Cadena ha recordado a Forn que telefoneó 18 veces al entonces líder de la ANC, Jordi Sànchez. El exconseller ha reconocido que habló con él para que hiciera de "mediador" y contuviese las protestas y ha tildado de "peliculero" el relato que hace la Fiscalía de ese día.

Sobre el 1-O, referéndum que Forn no ha dejado de describir como "ilegal" en su su declaración, ha destacado que la "movilización" de la policía autonómica ese día fue la "más importante" de todos los tiempos, incluso "más que en los atentados" de Barcelona el 17 de agosto del 2017. El incremento del número de agentes se debió al cumplimiento de una orden de la Fiscalía como policía judicial. Según un documento mostrado a petición de su abogado, Javier Melero, la instrucción era la disposición de 40.000 policías, algo que el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, le dijo que era imposible cumplir -había 8.000 mossos y 6.000 agentes del Estado-.

Con relación a la declaración unilateral de independencia en el Parlament el 27 de octubre de 2017, Forn ha asegurado ante Melero que no se realizó ningún trámite parlamentario para hacerla efectiva. "No hubo ninguna resolución ni ningún acto administrativo en relación a la declaración de independencia", ha afirmado precisando que "simplemente se hicieron discursos políticos" en las escaleras del Parlament donde estuvieron acompañados de diversos alcaldes independentistas.

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