Política

Primer aniversario de Ayuso al frente de Madrid pese a la "deslealtad" de Aguado y las tres 'mociones' del PSOE de Franco

  • El objetivo de Ayuso es consolidar el Gobierno e ir tener sus primeros Presupuestos
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. Imagen: EP

Isabel Díaz Ayuso cumple este miércoles 19 de agosto su primer aniversario al frente de la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Lo hace sobre un camino trabado de espinas con un vicepresidente, Ignacio Aguado -de Ciudadanos-, que cuando ha tenido ocasión le ha intentado hacer la cama con reuniones con los partidos de izquierda, tanteando una posible moción de censura contra Ayuso, pese a gobernar con ella en coalición, con siete consejeros del PP y seis de Ciudadanos.

Además de los goles en casa, a lo largo de estos 365 días, Díaz Ayuso ha visto como el PSOE- del que es portavoz en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo, pero pilota manu militari José Manuel Franco -por cierto, también delegado del Gobierno de la Comunidad Madrileña- ha amagado con tres mociones de censura contra la presidenta. La primera en junio, la segunda hace unas semanas, y la tercera y más reciente este martes, mientras los medios se hacen eco de la actuación que tuvo Franco al permitir la manifestación negacionista en Madrid, el fin de semana, y que ya tiene hospitalizado a un infectado por coronavirus.

Matrimonio de conveniencia

La relación política entre Ayuso y Aguado, entre el PP de la Comunidad de Madrid y Cs del mismo ámbito, bien se puede suscribir en una relación de conveniencia para impedir que el PSOE llegará a la Puerta del Sol. Es el primer gobierno de coalición de la Comunidad madrileña, y desde luego no es el primero exento de ruidos y fricciones.

Sin embargo, el periodo vacacional en el que permanece la casi totalidad de diputados de Cs -salvo Ángel Garrido, a quien se le ha visto con agenda este mes de agosto-, ha aportado cierta calma en las relaciones entre las dos formaciones.

El alojamiento de la presidenta en un aparthotel propiedad del empresario Kike Sarasola trajo cola

Pero durante el confinamiento, las espadas estuvieron en alto. Se comentó que pagaría una nimiedad por un hotel de lujo. Y se dijo que, a cambio, la presidenta había facilitado algunos contratos al dueño de Room Mate. Llegó a salir un documento publicado en un portal de la Comunidad con sello de la administración favoreciendo a Sarasola, documento que resultó ser un fake. Entre tanto, el rumor generalizado era del de filtraciones interesadas por parte de Ciudadanos y algunos de sus dirigentes, algunos de muy alto nivel, para enmarronar la imagen de la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Aquello acabó con un técnico de Ángel Reyero -consejero de Ciudadanos, y responsable hasta entonces de la gestión de las residencias- cesado. La presidenta llamó a filas al consejero, y después de una conversación que tampoco convenció mucho a la líder madrileña, se corrió un tupido velo y se zanjó el asunto. Eso sí, con heridas, pero con el propósito de seguir gobernando con Cs y de no provocar una crisis como en esos días se mascaba en el ambiente. Aquellos "desencuentros, deslealtades o traiciones" de Cs hacia Ayuso fueron aprovechados por el PSOE para introducir por segunda vez otro amago de moción de censura, cuyo fuego acabó apagando Aguado, con las encuestas en contra, y con la dirección del partido naranja bastante molesta.

Claro que peor fue el arranque de Ignacio Aguado. Nada más llegar al Gobierno, apoyó la comisión de investigación para esclarecer los créditos de Aval Madrid que a priori, y según la izquierda, implicaban al padre fallecido de Isabel Díaz Ayuso. Hasta la Fiscalía Anticorrupción acabó archivando la denuncia que presentó el líder de Más Madrid, Iñigo Errejón, por no ver causas penales contra Ayuso.

Cargo institucional en política

El otro gran azote de Ayuso durante este tiempo de Gobierno, donde Madrid ha seguido apostando por la baja fiscalidad, la Comunidad se mantiene como la de mayor renta per cápita, y ha liderado la creación de empleo, ha sido José Manuel Franco, el diputado socialista de la Asamblea, que al tiempo que es secretario general del PSOE en la Comunidad, ocupa el cargo institucional de delegado del Gobierno.

Junto con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la vicepresidenta, Carmen Calvo, y el vicepresidente Pablo Iglesias, -en el tiempo de las prórrogas del estado de alarma, en el Congreso-, Franco ha ejercido una oposición implacable contra Ayuso llegando a pedir a la militancia, en una charla on-line que "retuerzan el tema de la residencias para que no busquen responsabilidades en el Gobierno de la nación". Después de una reunión en Moncloa, con el presidente del Gobierno, Franco ha alentado manifestaciones, marchas, incursión en las redes para conseguir que imputen a Ayuso y así provocar una moción de censura. Eso sí, puntualizó en esa charla, y siendo delegado de Gobierno, mientras mantenía un encuentro de partido, "igual luego os tengo que multar".

A la espera de que Iglesias visite algún día una residencia, el reto del Gobierno será la elaboración de los primeros Presupuestos del Ejecutivo PP-Cs

Precisamente el tema de las residencias dio lugar a que, tras la cuestionada gestión de Reyero (de Cs), el Gobierno de Madrid determinara un mando único de choque con la asistencia de Bomberos, Protección Civil, Sanidad, incorporando en esa gestión las Consejerías de Justicia, Interior, Sanidad y Políticas Sociales. A la espera de que Iglesias visite algún día una residencia o un hospital, el próximo reto del Gobierno será la elaboración de los primeros Presupuestos del Ejecutivo PP-Cs, siempre y cuando Vox se muestre dispuesto a apoyar las Cuentas, pese a que piden la reducción del número de consejerías. Hasta ahora, y ante la falta de documentación del Ministerio de Hacienda sobre la regla de gasto y las entregas a cuenta, Ayuso se ha tenido que conformar con los Presupuestos del anterior equipo del último gobierno popular.

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