
Apenas dos horas después de conocerse que el Gobierno se plantea que la prórroga del estado de alarma llegue hasta el 27 de junio, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado emplazaba a Pedro Sánchez a negociar con Ciudadanos una nueva extensión pero de máximo 15 días. La formación naranja tiene poder sobre las decisiones de Moncloa y lo sabe, de ahí que poco después haya trascendido un nuevo acuerdo entre ambos. Sin embargo, no es la única pieza clave para el Ejecutivo de cara a la próxima votación en el Congreso; sus socios de investidura, PNV y ERC, también les han hecho llegar sus exigencias a cambio de un apoyo parlamentario que cada vez se hace más complicado.
Ciudadanos se erigió salvador del Gobierno en la cuarta votación de prórroga pero no aseguró que siempre fuera a ser así, y en ese sentido ha avanzado el discurso de las dos últimas semanas hasta hoy, día que han conseguido que Sánchez renuncie a la prórroga de un mes que venía anunciando en los últimos días.
Hasta ayer y especialmente después de que Sánchez mostrara sus intenciones, entre las condiciones de Ciudadanos para volver a facilitar al Gobierno el aval de la Cámara baja estaba la de un estado de alarma de menos de un mes. Hoy, Aguado ha acotado el periodo a un máximo 15 días, consiguiendo finalmente que el Gobierno vuelva a la fórmula establecida hasta ahora en las cuatro votaciones anteriores.
El vicepresidente de la Comunidad de Madrid mostró sus dudas sobre la constitucionalidad de la ampliación de un mes: "Tal y como determina la Constitución y la propia Ley Orgánica que desarrolla el estado de alarma hay que acudir cada quince días a pedir la convalidación y ratificación por parte del Congreso". "Dudo que esa propuesta sea constitucional, otra cosa es que quieran concatenar dos períodos de alarma consecutivos por períodos de quince días y que eso lo tenga pactado con sus socios nacionalistas y separatistas", ha concluido.
Y es que hay más peticiones, todas a escuchar obligatoriamente por Sánchez para que las cuentas salgan.
Igual de clave que Cs fue el PNV el pasado 6 de mayo tras cerrar un acuerdo con Moncloa y ahora el examen parece complicársele aún más a Sánchez. En una entrevista a Onda Vasca, el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ha mostrado el deseo de que, en caso de ser, la siguiente prórroga del estado de alarma sea "de perfil bajo"o 'low cost' para que tenga "el menor efecto posible" en la vuelta "a la normalidad política e institucional".
En el PNV fijarán su posición en las próximas 24 horas y esperan para entonces conocer todos los detalles y que el texto acoja "una mayor apertura a las comunidades autónomas y a la devolución de sus atribuciones" pero aún desconocen las implicaciones de la prórroga que propondrá el Gobierno. La tardanza en conocer las condiciones "empieza a ser un clásico", ha dicho Ortuzar para indicar que el PNV no tiene el texto definitivo.
A falta de su decisión final, Ortuzar ha recordado que aunque han sido "muy críticos todo el tiempo con el estado de alarma" el partido no ha querido poner tampoco piedras en el camino ni palos en las ruedas para que nadie tuviera la disculpa o la razón de que un obstáculo nuestro impedía luchar contra el virus".
ERC parte de cara a la próxima votación desde otra posición. En este caso, Sánchez tendría que volver a ganarse la confianza de sus también socios de investidura, que en la última cita parlamentaria por el estado de alarma le retiró el apoyo y se movió al bloque del 'no' junto a Vox, Junts, la CUP y Foro Asturias.
Ahora, la negociación con el PSOE es más compleja aunque "la negación está abierta". De hecho, según ha reconocido este martes en TV3 el vicepresidente del Govern y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, "estamos lejos aún" de alcanzar un acuerdo, porque "en términos genéricos nos dicen que sí pueden aceptar las condiciones pero hay que ver cómo lo concretamos".
En ERC también están a la espera de tener el texto entre sus manos para "ver la letra pequeña" y "cómo queda en el BOE" antes de fijar su posición.
Aragonès ha puesto un ejemplo de la desconfianza que les ha llevado a votar en contra de la prórroga del estado de alarma: el permiso a los ayuntamientos para que destinen su superávit a medidas de apoyo a los ciudadanos. Según ha indicado, "hace un mes que nos dijeron que están de acuerdo, pero aún no lo hemos visto aprobado".
La devolución de las competencias a la Generalitat es otra de las cuestiones en las que insiste ERC, que considera, en palabras de Aragonès, que "una única autoridad mandando sobre todo no es la solución". Esta condición a Sánchez es clara:"Mientras continúe la recentralización, ERC no puede apoyar" el decreto de extensión.
La otra cuestión que chirría a ERC es el acercamiento con Ciduadanos: "Si quiere iniciar una etapa con Cs se equivoca porque es incoherente que un gobierno progresista tenga el apoyo de un partido neoliberal". Entre otras cosas, ha indicado, "es incompatible una visión descentralizada del Estado con la que tiene Ciudadanos".