
La esperada llamada de Pablo Iglesias a Pedro Sánchez al fin se produjo, pero tuvo el mismo resultado que las últimas dos reuniones entre los equipos negociadores del PSOE y Unidas Podemos: ninguno. En esta ocasión, el secretario general de la formación morada ha insistido en el gobierno de coalición pero que sería temporal y que duraría hasta la aprobación de los próximos Presupuestos Generales del Estado. Si tras este trámite, al líder socialista no le convence esta fórmula, Podemos se compromete a abandonar el Ejecutivo manteniendo el apoyo parlamentario. Pero Sánchez ha decidido rechazar esta nueva oferta, lo cual acerca la repetición electoral de forma casi definitiva.
Así lo confirman fuentes tanto del PSOE como de Unidas Podemos. La llamada se produjo a las seis de la tarde de este jueves y duró unos escasos 10 minutos. Concretamente, la oferta morada consistía en pactar gobierno y programa "sobre la base de la última propuesta del PSOE y la última propuesta de Unidas Podemos, que volvería a ser evaluada en el momento de dar el visto bueno a los Presupuestos".
Si después de esto, Sánchez valorara que la fórmula no funciona, los morados dejarían el Ejecutivo sin hacer ruido y conservando los apoyos parlamentarios. Así se garantiza que la aprobación de unas nuevas Cuentas -que permitirían desbloquear partidas como la financiación autonómica- y se da una oportunidad a una alianza gubernamental, pero también seguridad a los socialistas de que si no funciona habrá estabilidad durante la legislatura.
Después de que Iglesias le propusiera esta nueva oferta de una coalición temporal, Sánchez objetó que tras la investidura fallida y el rechazo del líder de Unidas Podemos a la coalición que ofreciera el PSOE en julio "no se dan las bases mínimas de confianza ni un planteamiento de un gobierno cohesionado, coherente y con una única dirección, en una legislatura estable, algo que necesita con urgencia España", según Ferraz.
Está claro que el escollo principal es la coalición. En la llamada, el presidente del Gobierno le trasladó también que el equipo negociador del PSOE estará abierto a dialogar, siempre y cuando se aparquen propuestas consideradas inviables, "como la coalición".
Sin embargo, lo sucedido desde las elecciones generales del 28 de abril - una sucesión de negociaciones y presuntos diálogos sin resultados tangibles- se puede volver a producir tras unos futuros comicios. Y es que Iglesias le lanzó una advertencia a Sánchez: tras la repetición electoral volverá a exigir un Gobierno de coalición si quiere que apoye su investidura. Eso sí, esta vez sin que Iglesias quede excluido o tenga que renunciar a estar en un posible gobierno, condición a la que cedió Podemos en julio.
De esta manera, todo parece indica que habrá repetición electoral el 11 de noviembre, salvo milagro político. Es más, a tenor de la situación actual, es muy posible que no se lleve a cabo ni siquiera la segunda sesión de investidura -que se debería llevar a cabo la próxima semana como tarde, como dictan los plazos legales-, puesto que el PSOE no contaría con suficientes apoyos cerrados, algo que solo quedará confirmado tras la ronda de consultas del Rey Felipe VI.