Dice el refrán, o el dicho, que cuando Estados Unidos estornuda, el mundo entero se resfría. En esta cita electoral no es distinto, y lo que decidan los votantes norteamericanos tendrá consecuencias en todo el planeta. Pero en esta ocasión la sensación es que, los ciudadanos están preocupados, sobre todo, por cuestiones domésticas. Así, el debate sobre la inmigración o el aborto han sido fundamentales entre los votantes a la hora de decidir a quién votar. Pero, sobre todo, estas elecciones son una cuestión de economía.
La inflación, los niveles de deuda, los impuestos o la política arancelaria ha marcado las discusiones entre los candidatos. ¿Pero qué cambia entre que gane Donald Trump o Kamala Harris? ¿Sus políticas económicas son tan distintas? ¿Cuáles son sus principales diferencias? Y, sobre todo, ¿cómo afectan a Europa?
Víctor Ventura, especialista en política internacional de elEconomista.es, y Joaquín Gómez, director adjunto, analizan en este capítulo de '¿Teléfono azul? Elecciones en EEUU', tratan de explicar cuáles son los escenarios que se abren a partir de 5 de noviembre.
Inflación y aranceles
Una de las claves es la inflación, una de las principales preocupaciones de los estadounidenses, a pesar de que empieza a mostrar una tendencia más positiva. En este sentido, una posible victoria de Trump, y su política en favor de implantar más aranceles y más altos, podría tener consecuencias terribles sobre los precios. Una tendencia especialmente peligrosa después de haber logrado contener el IPC tras meses descontrolado.
En este sentido, también hay que fijarse en el riesgo que supondría si el Congreso y el Senado salientes no comparten color, lo que dificultaría aún más el margen de acción de la futura administración, ya esté comandada por Harris o por Trump.

Desde el punto de vista Europeo, también están preocupados por la imposición de nuevos aranceles. ¿Qué va a pasar? ¿Va a exigir Trump, si vence, mayor consumo de productos norteamericanos para compensar que no suba aranceles al Viejo Continente, o para que siga apoyando a la OTAN o para mantener su política militar. Mientras que si gana Harris, no debería haber muchos más problemas, y podría actuar en 'coordinación con Europa', en lugar de 'contra Europa'.
Inmigración
El eje central de la campaña es la inmigración. Trump propone, si gana, deportar a millones de inmigrantes. ¿Es posible? ¿Qué consecuencias tendría para el mercado laboral? La inmigración ha jugado un papel clave para cubrir todos los puestos de trabajo que estaban vacantes, y que las empresas no eran capaces de cubrir. Si EEUU expulsase a un millón de personas del país, el agujero económico sería enorme, sin tener en cuenta el agujero que podría crear en el consumo, la recaudación de impuestos...
La duda es si Trump sería capaz de implantar una política así, a pesar de sus promesas, igual que pasó con el muro con México en su anterior mandato. "De Monterrey para arriba no hay un metro cuadrado que se pueda alquilar, por la cantidad de actividad económica que hay en México, no tiene sentido pensar en romper las relaciones con México", explica Gómez.
Además, se suma que la economía americana, casi en situación de pleno empleo, no logra contratar a nadie para determinadas actividades, que solo están dispuestos a cubrir los inmigrantes. Hace imposible que estas salidas de tono electorales puedan llevarse a cabo.
Impuestos
En 2027, la bajada de impuestos que Trump aprobó en 2017 caducará, y republicanos y demócratas tendrán que negociar la nueva política impositiva. Y probablemente tendrán que debatir y ponerse de acuerdo. El problema es que Trump quiere reducir impuestos todo lo posible, mientras que los demócratas no están dispuestos a recortar gastos. Y todo esto con el déficit y la deuda con niveles disparados. La contención presupuestaria es imprescindible, y ninguno parece estar por la labor.
Lo que no va a hacer ningún Gobierno es reducir el gasto en Defensa, y menos en la compleja situación geopolítica mundial. Pero estamos en un punto en el que la elevadísima deuda del país hace que los costes de los intereses de la deuda sean superiores por primera vez al gasto militar. "O se reducen gastos o se bajan impuestos, no se pueden hacer las dos cosas".

¿Son la deuda y el déficit el Vietnam actual de EEUU? Es un problema que está sobre la mesa y que les va a estallar en la cara en algún momento si no hacen nada. EEUU no intenta recortar gastos desde George W. Bush en 2004, y a la vez nadie intenta subir impuestos desde Bill Clinton en 1994. "En algún momento los dos partidos tienen que sentarse y cuadrar las cuentas. Igual hay que subir algún impuesto, o reducir algún gasto, o hacer ambas cosas a la vez, no puedes vivir de la tarjeta de crédito hasta el infinito".
Energías
El debate en este campo es predecible. Trump apuesta por el petróleo, el gas y el carbón, mientras que Harris apuesta por las energías verdes. Pero venza quien venza, la realidad es que las empresas, cada vez más, apuestan por la energía verde. "En Texas están instalando placas solares a niveles históricos, y es probable que el próximo año sea mayor la producción verde en el Estado que la extracción de carbón".
Pero no hay que olvidar que, aunque la energía sostenible sea cada vez más barata, y sea una tendencia casi inevitable, y hasta deseable, no hay que olvidar los precios de, por ejemplo, el gas en EEUU. "El precio del gas es tan bajo, es tan barato, que hay pocos incentivos para buscar alternativas".