
Además de la posición que finalmente adopté el Gobierno al respecto, la OPA de Talgo tiene otro importante escollo que superar. Se trata de que el grupo húngaro Magyar Vagon reciba luz verde de los bancos que controlan la deuda del fabricante. Ello debido a que Talgo tenía formalizados préstamos susceptibles de vencimiento anticipado por 227 millones, en caso de cambio de control de la compañía. Si los bancos deciden ejecutar los préstamos, el holding magiar tendría que hacer frente a esa cantidad, lo que elevaría el coste total de la operación al entorno de los 860 millones de euros y amenazaba con hacer descarrilar la opa. Una opción que se aleja ante la posición de la gran banca, que se inclina por dar el "sí quiero" al cambio de control en Talgo.