Opinión

¿Estanflación o búsqueda de 'clickbait'?

Viendo el 90% de los titulares de los medios, nacionales y extranjeros, así como el 90% de los contenidos de las redes sociales, uno pensaría que se han puesto cortos en bolsa. Y que, lógicamente, están deseando que se produzca un mercado bajista de larga duración (que es donde se gana dinero poniéndose corto).

En el otro lado están los que ni se han inmutado y han dejado sus carteras o sus recomendaciones como estaban. En el medio estamos los que hace unos meses recomendamos acumular liquidez, para aprovechar lo que pensamos sería una corrección que nos permitiría compra barato, pero no el inicio de un mercado bajista de largo plazo.

No seré yo quien niegue que medios y redes pueden tener razón, pero hace tiempo que observo cierto desfase entre la realidad y sus deseos. Cada día son más agresivos en la búsqueda del titular o el clickbait, que en ambos casos es mucho más efectivo si es negativo. Y han anunciado mercados bajistas de largo plazo en todas y cada una de las correcciones que ha habido. Mercados bajistas largos que, como sabemos, no se han producido. En todo caso profundos como el que generó la llegada del COVID, que obviamente no anunciaron.

En el caso de las redes también noto que los contenidos van en la dirección de los deseos. Muchos influencers que se han perdido las subidas de los últimos años, tienden a buscar y transmitir argumentos ultra bajistas, como si desearlo mucho fuera a producirlo. Y por supuesto les ocurre lo mismo a los hiperoptimistas, aunque estos son mucho menos numerosos y, hay que reconocerlo: hasta ahora han tenido razón. En cualquier caso, seamos conscientes de que la polarización habitual de las redes sociales también se produce en la parte financiera.

Yo no sé qué pasará dentro de unos meses, pero ahora mismo el desfase es evidente. La economía norteamericana ha tenido un trimestre negativo, cierto, pero eso se ha debido sobre todo al déficit comercial, es decir, a que han comprado fuera mucho más de lo habitual. Los datos de consumo, inversión o producción industrial son francamente sólidos. Por supuesto decaerán como consecuencia de las subidas de tipos de interés, pero aún así el Conference Board prevé que el crecimiento sea del 2,1% en el segundo trimestre y del 2,3% para el año.

En cuanto a los resultados de las compañías, una vez más han sido superiores a lo esperado por los analistas, aunque como el ambiente es de miedo y pánico no se ha reflejado en las cotizaciones. Pero los datos son los datos: las compañías norteamericanas siguen ganando dinero.

Si vamos a las europeas, el desfase entre la visión mediática y la realidad numérica es todavía mayor. Los ingresos de las empresas del Eurostoxx 600 aumentaron un 42% en el primer trimestre, mientras que los analistas esperaban un incremento del 20%. En cuanto al crecimiento, todas las previsiones sitúan el de la economía europea por encima del 2% (ya descontado el efecto rebote de las sanciones a Rusia).

Los datos apuntan por lo tanto, en ambos casos, a un crecimiento económico moderado con inflación. Y no digo "inmensa" o "enorme" inflación, como dirían en medios y redes, sino inflación por las buenas. Si nos atenemos al dato del IPC subyacente de la eurozona, que es el que tenemos que considerar si trabajamos a medio plazo, nos moveremos en el entorno del 3% en 2022 y algo menos en 2023. Y esa inflación, vista desde una perspectiva histórica, es bastante normal.

Todo lo anterior resulta aburrido si se compara con lo que nos cuentan en medios y redes, pero para el inversor la realidad a secas debe ser más importante que la realidad novelada. Y es importante, porque si los medios y las redes tienen razón en su predicción de estanflación (estancamiento o recesión con alta inflación) a medio y largo plazo, el que tenga liquidez mejor la deja como está o le invierte en activos adecuados a ese entorno.

Ahora bien, si esa visión fuera un Matrix particular que se han montado en medios y redes y en realidad fuéramos a un periodo de moderación del crecimiento y cierto nivel de inflación, estaríamos ante una corrección. Y, en consecuencia, una oportunidad de comprar antes de que baje la inflación, el conflicto de Ucrania pase a un segundo plano y los resultados empresariales reflejen el deseo que tiene la gente de salir, vivir y, en definitiva, consumir (que es como ganan dinero las empresas).

Acertar sobre cuál de los dos escenarios es el que nos espera de verdad – insisto: de verdad - va a ser clave para la rentabilidad de las carteras de fondos en los próximos 12 meses. Y dada la dispersión entre una visión y otra, la diferencia puede ser brutal.

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