
Mucho antes de que los gigantes internacionales dominasen las carreteras y de que la inteligencia artificial marcase el rumbo de la movilidad, España tuvo una marca capaz de competir con la élite mundial del motor. Se trata de Hispano Suiza, que hace aproximadamente un siglo se estableció como uno de los fabricantes más destacados de la industria automotriz. Su potencial fue tal que llegó a crear modelos para la realeza.
Durante décadas fabricó automóviles de lujo y de competición, además de motores de aviación o embarcaciones. A pesar de ser todo un referente a nivel tecnológico y de estar asociado a las clases más altas de la sociedad, Hispano Suiza cayó en picado a mediados del siglo XX, hasta el punto de casi desaparecer del mapa. Sin embargo, con la llegada de los 2000 y cuando parecía destinada al olvido, la empresa revivió.
Los comienzos
Aunque oficialmente hay que retroceder hasta 1904 para comenzar esta historia, se puede decir que la primera piedra en el camino de Hispano Suiza se pone en 1898, cuando se funda La Cuadra, la primera marca que fabricó automóviles en España. En 1901 quiebra y se reorganiza como J. Castro Sociedad en Comandita, que se queda con las instalaciones y el material. Pero el de La Cuadra no sería el único fracaso, ya que Castro también tiene problemas económicos y se disuelve en 1904.
Es entonces cuando, de verdad, surge La Hispano Suiza, que da continuidad a Castro. La propia marca recuerda que todo empezó cuando en 1904 un grupo de industriales liderados por Damián Mateu y Francisco Seix Zaya fundaron en Barcelona la empresa La Hispano Suiza, una fábrica de automóviles. Las decisiones técnicas y mecánicas cayeron en manos de Marc Birkigt, un reputado ingeniero suizo que ya había trabajado en los antecesores de la empresa.

De hecho, da nombre a la marca, que combina "Hispano" por España y "Suiza" por su ingeniero principal. Tan solo un año después, en 1905, fabrican el primer vehículo: el Tipo Acorazado Sistema Birkigt, que equipaba un motor de cuatro cilindros y 20 CV de potencia. Supuso un gran éxito para la marca, ya que alcanzaba los 87 km/h de velocidad punta.
Consolidación en la industria
La marca Hispano Suiza sigue creciendo hasta que en 1911 llega un gran punto de inflexión. Por un lado, sus modelos obtienen reconocimiento internacional por participar en competiciones y carreteras. La aristocracia de la época comienza a soñar con tener un Hispano Suiza, y la empresa saca al mercado el Alfonso XIII, un deportivo de lujo en honor al monarca de España, que era un enamorado de la marca.

Por otro lado, las huelgas de Barcelona comienzan a afectar a la fabricación, pero deciden abrir una filial en Francia. Hispano Suiza se convierte en un fabricante internacional, y aprovecha la mayor cantidad de materias primas y la mano de obra cualificada para seguir creciendo dentro de la industria automotriz.
Época dorada y su papel en la guerra
Con la llegada de la Primera Guerra Mundial, Hispano Suiza gana fama y reputación gracias a los motores de aviación fabricados por Birkigt. El motor V8 de aluminio supone una importante innovación para los aviones militares al ser más ligero que los tradicionales, y tanto el Gobierno de España como los países aliados comienzan a solicitar motores para sus tropas. Todos requirieron de los servicios de la Hispano Suiza gracias a la calidad de sus motores, y la demanda fue tal que tuvieron que vender licencias de fabricación a países como Francia, Italia o Japón. Se estima que se llegaron a proveer a las fuerzas armadas con hasta 50.000 unidades.
También sería importante en la Segunda Guerra Mundial, especialmente gracias a su filial francesa. Desde el territorio galo se siguieron fabricando motores de aviación, e incluso incorporaron a su repertorio cañones automáticos como el HS.404. Se trataba de una pieza de calibre 20 mm, que pesaba cerca de los 50 kg y que se incorporó en muchos diseños aliados. En cuanto a la fabricación en España, la autarquía y la falta de materias primas limitaron mucho su producción.
Es en todo este contexto bélico en el que se enmarca su relación -o mejor dicho, rivalidad- con Rolls Royce. Ya con el estallido de la Primera Guerra Mundial, ambas marcas centran sus esfuerzos en fabricar motores de aviación. Hispano Suiza tomó la delantera hasta el punto de que Rolls Royce fue una de las empresas que compró licencias para fabricar sus motores en Reino Unido. Durante un tiempo, intercambiaron conocimientos y lucharon por superarse mutuamente aunque cada uno siguió produciendo sus propios motores.
En lo que se refiere estrictamente a la fabricación de automóviles, la marca española pudo plantar cara a la británica, pero la realidad es que era una lucha centrada en agradar a la aristocracia, la realeza y magnates industriales. Mientras Hispano Suiza se centraba en la innovación, Rolls Royce lo hacía en la elegancia y la tradición, permitiendo que ambas creciesen y se hiciesen un nombre en los mercados internacionales.
Fábrica de Guadalajara
Paralelamente, los automóviles de Hispano Suiza se siguen consolidando como un símbolo de poder, y sus modelos se relacionan directamente con clientes de alto poder adquisitivo, intelectuales y artistas. En 1917 abre otra fábrica en Guadalajara con el objetivo estratégico de fabricar motores de aviación y material de guerra. Rápidamente se convierte en uno de los complejos industriales más importantes a nivel nacional y, sobre todo, en un motor económico para la región de Guadalajara.
Durante la Guerra Civil, las instalaciones se convierten en un bien muy disputado, y cuando termina el conflicto, la Base de Automovilismo Militar ocupa la fábrica para la reparación de los vehículos empleados en la contienda. La producción de motores de aviación se traspasa a Sevilla, y a pesar de algunos intentos por reanimar la filial de Guadalajara, en 1946 se convierte oficialmente en talleres para la reparación de vagones de Renfe. Varias décadas después, la fábrica quedó en estado de abandono y degradación. El Ayuntamiento de Guadalajara ha solicitado que se declare Bien de Interés Cultural (BIC) este edificio, pero la falta de atención ha llevado a que un lugar que fue historia de la región arriacense cayese en un deterioro constante.
Modelos icónicos
En cuando a la fabricación de automóviles, en 1919 lanza el H6B, uno de los ejemplares más icónicos. Fiable, elegante y de alto rendimiento, se convierte en toda una referencia a nivel tecnológico. Además, es el primero en incorporar la cigüeña, emblema de la marca y guiño al legado de la compañía como fabricante de motores de aviación.
En los siguientes años salen al mercado otros modelos míticos como el J12, que fue elegido como vehículo de representación de la Jefatura del Estado español, es decir, del presidente de la República. Destaca también por su estética el K6, que se presentó oficialmente en el Salón del Automóvil de París. En 1938 se fabrica, sobre el chasis del H6B, el Hispano Suiza H6B Dubonnet Xenia, creado para el piloto y corredor francés André Dubonnet.

Guerra Civil y crisis de la marca
En los años 30 su poderío comenzó a resentirse con la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, pero fue realmente lo que sucedió en territorio español lo que decantó la balanza en contra de la marca. Tanto en la proclamación de la II República, como en la Guerra Civil y la posterior dictadura, Hispano Suiza tuvo un papel relevante. Así lo explican en National Geographic el divulgador científico Luis Quevedo y la historiadora María José Rubio, que recuerdan como el 14 de abril de 1931, con la proclamación de la II República, Alfonso XII huye al exilio montado en un Hispano Suiza. Pero es que en 1936, el sindicado anarquista CNT requisa en Barcelona la Hispano Suiza para asestar un golpe al elitismo español y europeo y, de paso, fabricar blindados para luchar por la revolución.
Entran los años 40 y con ellos lo hace el declive de Hispano Suiza. El bando sublevado sale victorioso de la Guerra, y poco después comienza la política autárquica propia del franquismo. En 1941, Juan Antonio Suanzes funda el Instituto Nacional de la Industria (INI), lo que supone un duro golpe para Hispano Suiza. La marca necesitaba capital extranjero, pero desde el gobierno defendían una postura clara: la industria nacional debía estar controlada por el Estado.
A Hispano Suiza le comienza a faltar apoyo y, paralelamente, se comienza a gestar el golpe definitivo para la marca. En 1946, el INI funda ENASA para que hubiese una gran empresa que abasteciese de transporte al país. Este nuevo enfoque deja sin opciones a Hispano Suiza, que se agarraba a la vida gracias a la fabricación de motores para el Ejército del Aire hasta que un fallo en el desarrollo de un motor militar le hace morir en manos del INI.
En 1953 lanza su último proyecto, el A11, pero para entonces ya había perdido el liderazgo y su tecnología pasa a empresas como Pegaso o Seat, que obtienen el apoyo del Estado y toman el relevo. La marca sigue activa fabricando motores en las décadas posteriores, pero a nivel automotriz pasa a ser un símbolo de la historia y un recuerdo en los aficionados del motor.
Renacimiento
Desde que dejó de fabricar vehículos, todos sus modelos pasaron a ser una joya para los coleccionistas y los museos. Pero su historia tiene un giro de tuerca más. La marca pertenece a los descendientes del fundador original de la empresa Damián Mateu, que a su vez son dueños de Peralada, un conglomerado empresarial familiar centrado en el ocio y el turismo. Y es que a pesar de sus idas y venidas, la familia nunca ha abandonado la compañía. "Hispano Suiza es la única marca que hoy en día sigue en manos de una familia. Durante cuatro generaciones hemos preservado la marca Hispano Suiza, que está estrechamente ligada con la familia Suqué Mateu", explicó hace unos años el expresidente Miguel Suqué Mateu.
En el 2000 tiene lugar el primer intento por resucitar la firma. Para ello, Hispano Suiza llega a un acuerdo con la empresa de ingeniería Mazel Car Engineering And Prototypes para fabricar el prototipo del HS21. En 2010 lanza un proyecto de superdeportivo basado en un Audi R8 que se presenta en el Salón del Automóvil de Ginebra, pero no llegó al mercado. Aún así y con la idea de seguir reviviendo la marca, adoptan un nuevo enfoque, que es el de construir hipercoches eléctricos de lujo.
Su gran proyecto llega en 2019, cuando presenta el Hispano Suiza Carmen, un hipercoche 100% eléctrico. Desarrollado y fabricado en Barcelona, se trata de una edición limitada que se inspira en el clásico H6B Dubonnet Xenia pero que a su vez incorpora la tecnología más innovadora del momento. Se trata de un vehículo de 1020 caballos de fuerza con dos motores eléctricos en sus ruedas traseras que, definitivamente, supuso el golpe definitivo a favor de la familia fundadora por mantener vivo el espíritu de la marca. El éxito fue tal que su gama ha tenido dos evoluciones: el Carmen Boulogne y el Carmen Sagrera. Como curiosidad, recibe este nombre en honor a Carmen Mateu, nieta de Damián Mateu.

En la actualidad, la misión de Hispano Suiza es convertirse "en la marca de automóviles más admirada por su excelencia duradera, diseño inspirado, detalles hechos a medida y la singularidad de sus atributos". Para ello fabrica modelos únicos en el planeta. Ofrece casi 2.000 combinaciones para crear un hiperdeportivo diferente a cualquiera que haya en el mundo. Es decir, fabrican modelos artesanales y limitados.
La marca dio un paso más den 2024, cuando su CEO Sergio Martínez Campos, inició un plan de expansión comercial en el que buscaba a una veintena de coleccionistas interesados en hacerse con un exclusivo Hispano Suiza Carmen. Por otro lado ha fundado el Hispano Suiza Design & Innovation Centre, un espacio de prueba para sus modelos y que, además, sirve como punto de encuentro para clientes y socios.
Relacionados
- Multa de 200 euros por encender las luces de emergencia en retenciones: la normativa de la DGT sobre el uso de los warnings
- Multan con 121.000 euros a un ciudadano por superar en 30 km/h el límite de velocidad en esta carretera: "Varía en función de los ingresos del conductor"
- Los casetes antiguos hoy en día valen su peso en oro: si tienes uno puede valer miles de euros
- La DGT y Guardia Civil, en alerta por el 'método gallego': así funciona el truco con el que muchos conductores evitan los radares y las multas