
El desplome de la actividad de la factoría de Ford en Almussafes durante este año ya auguraba que la transición de la planta valenciana al coche eléctrico iba a cobrarse un precio laboral mayor del que se había pactado inicialmente. Tras la reunión que hoy han mantenido varios directivos de la multinacional con UGT, el sindicato mayoritario en el comité de empresa, ha quedado claro que habrá otro recorte de puestos antes de que los modelos eléctricos salgan de sus líneas de montaje.
Según ha informado UGT, ante la continua caída de la producción por el final de la vida de los modelos que ensamblaba hasta ahora (sólo continuará el Kuga el próximo año) y la menor demanda en Europa, la alternativa que está sobre la mesa pasa por nuevos ajustes laborales de calado antes de que empiece a producir los eléctricos más allá de 2026.
Por un lado, se contempla "una posible solución transitoria" para el próximo año, que consistirá en un expediente de regulación temporal de empleo (Erte). Un primer paso que iría ligado a otro ajuste posterior de mucha más entidad, que conllevaría recurrir a un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), es decir, que supondría la salida de parte de la plantilla actual antes de que se empezaran a fabricar los nuevos vehículos eléctricos.
Un "último ERE" que según el sindicato estará condicionado a que, por un lado se garantizase "una carga mínima de trabajo" hasta la llegada de los vehículos eléctricos, además de que la dirección mundial y europea de Ford "se comprometa a firmar nuevas fechas de cumplimiento del Acuerdo por la Electrificación, tales como inversiones y lanzamientos de vehículos".
El pasado mes de abril el sindicato y Ford ya pactaron un importante ERE para la salida de 1.124 trabajadores de la filial española a lo largo de este año. Un ajuste que dejará la plantilla del complejo valenciano en 4.800 personas, la cifra más baja desde hace más de una década.
El anuncio se ha producido tras el encuentro que hoy han mantenido el recién nombrado director mundial de fabricación de Ford, Kumar Galhotra, junto a Ted Cannis, director de la división Ford Pro, y Kieran Cahill, vicepresidente de Ford Europa con los representantes de los trabajadores en la planta española.
La incertidumbre eléctrica
Aunque Ford anunció en junio del año pasado que Almussafes albergaría una plataforma para el coche eléctrico, en detrimento de la planta Saarlouis en Alemania que Ford cerrará y trata de vender, desde entonces no ha concretado plazos ni inversiones, e incluso renunció a las ayudas del primer Perte al retrasar sus plazos.
Aunque UGT hasta ahora había rechazado negociar más ajustes tras haber firmado el Acuerdo de Electrificación que supuestamente garantizaba los eléctricos, tras el encuentro de hoy se ha abierto a negociar. De hecho, mantendrá una nueva reunión en la sede de Ford Europa, en Colonia, a mediados del próximo mes de noviembre para empezar a estudiar si se accede a pactar un Erte similar a los que se mantuvieron hasta junio pasado y posteriormente tratar de buscar acuerdos para la transición a la electrificación.