
La factoría de Ford en Almussafes (Valencia) está viviendo un final de año con la actividad productiva en mínimos después de haber puesta en marcha su mayor ajuste laboral en la última década, con un ERE en que se acordó la salida de 1.124 empleados de la filial española.
Un recorte que todo apunta que puede quedarse corto, después de que en estas últimas semanas la planta de la multinacional estadounidense haya tenido que programar varias jornadas de parada y eliminado uno de sus turnos para ajustar la producción.
La factoría valenciana continúa con su producción al baja desde el Covid y prevé terminar este año con un recorte del 10% respecto a 2022, con cerca de 219.000 unidades según los datos de UGT, el sindicato mayoritario en el comité de empresa de Almussafes. Pero el desplome ha sido aún más significativo en la segunda parte del año, donde al final de varios modelos que Ford no seguirá fabricando, el S-Max y el Galaxy, se ha sumado una demanda europea a la baja inferior a las previsiones iniciales.
Las líneas de montaje valencianas actualmente producen el Kuga y la furgoneta Transit Connect, cuyas horas en Almussafes también están contadas ya que dejará de ensamblarse el próximo año. Para ajustarse a esta situación, de momento la dirección de Almussafes ha recurrido a adelantar jornadas industriales del próximo año, es decir, dar días de vacaciones que se deberían recuperarse en días laborales en 2024.
Sin embargo las perspectivas de la carga de trabajo con el Kuga como único modelo no parecen más halagüeñas y generan incertidumbre en los 4.800 empleos que mantendrá a final de año el complejo tras materializarse las salidas del ERE. Desde la propia UGT se apunta que en la planta "se está a las puertas de un nuevo excedente de producción".
El próximo año la planta ya debería empezar a trabajar en adaptarse para la llegada de la plataforma eléctrica anunciada por Ford en junio de 2022 aunque los primeros coches eléctricos no saldrían de la planta hasta después de 2026. Sin embargo, desde entonces la multinacional no ha concretado esos planes, ni sus inversiones y plazos. Hasta el punto que desde la propia UGT que ha sido quien ha avalado los pactos laborales para garantizar la electrificación ya se habla sin tapujos de las dudas de Ford en sus planes para la electrificación en Europa. "La situación ha cambiado de la que inicialmente había prevista", ha comunicado el sindicato a sus afiliados en un texto en que asegura que Ford se ha instalado en "la duda permanente".
Visita clave
Lo cierto es que la propia situación interna de la marca del óvalo no ha contribuido a despejar las incógnitas. En plenos cambios en su estructura interna, la última huelga en Estados Unidos en los grandes fabricantes era hasta ahora su principal prioridad.
Por ello para aclarar el panorama será esencial la visita prevista este viernes del recién nombrado director mundial de fabricación de Ford, Kumar Galhotra, junto a Ted Cannis, director de la división Ford Pro, y Kieran Cahill, vicepresidente de Ford Europa. El comité de empresa prevé mantener una reunión con ellos aunque será difícil arrancar compromisos.
Como herramienta de presión, desde el sindicato mayoritario se tradicionalmente ha cerrado los grandes acuerdos directamente con la empresa, se asegura que no negociará ajustes a través de ERE o Erte hasta que el fabricante despeje las incógnitas sobre el coche eléctrico en la factoría valenciana.
Proveedores
La situación también inquieta entre la industria auxiliar, que padece la desaparición de modelos y la caída productiva sin alternativas claras en el horizonte de componentes para nuevos modelos. El presidente del Clúster de Automoción y Movilidad de la Comunitat Valenciana (Avia), Francisco Segura, admitió que "el retraso de los nuevos vehículos eléctricos" en la fábrica de Ford en Almussafes (Valencia) "está causando problemas, sobre todo de empleo, de visión, de perspectiva y de ver cuál va a ser la planificación de la producción", pero ha rechazado "generar alarma" sobre los efectos que están teniendo en la industria auxiliar las últimas bajadas y paradas de producción, según recoge Europa Press.