Ford España ha renunciado a las ayudas concedidas en el Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte_VEC) debido a una actualización en sus planes de producción.
Según ha explicado la división española de la automovilística norteamericana en un comunicado, Ford ha revisado las previsiones de producción para Europa, "que introducen un retraso en nuestros planes de producción para España, lo que significa que no podemos aprovechar el programa de financiación del Perte".
Esto se produce en un momento en el que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo publicó a principios de agosto la resolución provisional de las ayudas del Perte_VEC. Una resolución en la que Industria sí había concedido ayudas y subvenciones a Ford España.
De hecho, la propuesta de la multinacional norteamericana en España fue la tercera que más ayudas iba a recibir. Concretamente, 106,3 millones de euros. De este total, 37,8 millones de euros, el 35,5% del total, correspondían a préstamos y 68,5 millones de euros, el 64,5%, respondían a préstamos. Las ayudas eran las terceras más voluminosas por detrás de las de Seat, de 167 millones de euros, y de las de Mercedes-Benz, de 159,3 millones de euros.
No obstante, Ford España ha reiterado su compromiso con la factoría valenciana de Almussafes, ya que "las operaciones de Ford en España siguen siendo una parte fundamental de nuestra estrategia para Europa". La propuesta de la planta valenciana se impuso a la de la fábrica alemana de Saarlouis. Una decisión que durante meses tuvo en vilo a la plantilla, compuesta por 6.000 personas, así como a la industria auxiliar.
La decisión de Ford de renunciar al proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (PERTE) del vehículo eléctrico y conectado (VEC) supone "un cambio en sus plazos, no en sus planes", según han asegurado a EFE fuentes de la Generalitat Valenciana. "Ford confía en Valencia más allá del PERTE", han afirmado desde la Generalitat, que considera que se trata de una reprogramación de las inversiones que hace imposible que pueda acceder al citado proyecto estratégico.
Esta decisión supuso que la planta valenciana sea la elegida para producir modelos eléctricos a través de una nueva plataforma eléctrica. De hecho, Ford se adhirió al Perte con el objetivo de poder beneficiarse de estas ayudas para amoldar esta nueva plataforma, que llegará a partir de 2025.
Ford ha agradecido al Gobierno español su "cooperación y esperamos trabajar en colaboración con el Gobierno de España y la Generalitat Valenciana para buscar oportunidades de financiación adicionales a medida que avanzamos hacia una gama de vehículos de pasajeros totalmente eléctricos para 2030".
Los planes de Ford para un futuro completamente eléctrico en Europa respaldan el objetivo global de producir anualmente más de 2 millones de vehículos completamente eléctricos en 2026 y lograr un margen ebit del 10 % para 2026.
Recorte de empleos
Esta decisión se produce en un momento en el que la multinacional norteamericana ha anunciado unos planes para eliminar 3.000 empleos, principalmente en Estados Unidos, Canadá e India, en pos de la transición hacia la movilidad eléctrica.
La compañía notificó a su personal la decisión por correo electrónico el lunes, confirmando informes de varios medios de comunicación el mes pasado que proyectaban miles de recortes de empleos a medida que la compañía trabajaba para reducir los costos y la transición hacia la producción.
Además, pese a que la factoría valenciana se impuso frente a la alemana de Saarlouis en la adjudicación de la plataforma eléctrica, esta decisión acarreará recorte de empleos. El pasado mes de mayo, el presidente de Ford Europa, Stuart Rowley, advirtió que la factoría española tendrá que reducir su estructura para adaptarse a la nueva realidad.
El propio director de la planta de Almussafes, Dionisio Campos, reconoció que queda mucho trabajo por hacer "para asegurar la viabilidad financiera que nos permita producir vehículos eléctricos basados en la arquitectura de vehículos eléctricos de nueva generación".