La factoría de Ford en España dejará antes de lo inicialmente previsto la producción de dos de los cuatro modelos que actualmente ensamblan sus líneas de montaje, el S-Max y el Galaxy. La dirección del grupo en Europa ha anunciado que Almussafes dejará de fabricar ambos coches el próximo mes de abril, dentro de los planes de electrificación de la marca, que contempla lanzar 3 coches eléctricos en 2024 en Europa y 4 vehículos comerciales eléctricos.
Además de abandonar estos dos modelos, el grupo también ha anunciado que dejará de fabricar en Europa uno de sus modelos más longevos, el Fiesta, cuyas últimas unidades saldrán de la fábrica de Colonia el próximo mes de junio.
Con esta decisión Ford adelanta en casi un año el fin del S-Max y el Galaxy sobre lo que se esperaba. Aunque el abandono de estos modelos ya estaba previsto y por ello la factoría valenciana ha luchado en el último año por asegurarse la producción de los futuros coches eléctricos, en principio se esperaba que fuese para 2024.
Una decisión que justifica para acelerar la transición al coche eléctrico después de despejar que Almussafes y no Saarlouis en Alemania será la factoría que asumirá la nueva plataforma para sus modelos eléctricos.
La marca estadounidense sin embargo optó por renunciar a las ayudas del Perte del Vehículo Eléctrico al considerar que no podría cumplir los plazos exigidos para las inversiones. Los pobres resultados en ventas de estas versiones frente a un mercado que se decanta por los SUV también ha contribuido a adelantar las fechas.
Ajuste de estructura
El anuncio precipita el ajuste de la estructura de la planta valenciana, que emplea a algo más de 6.000 empleados. La marca del óvalo ya dejó claro que pese a garantizar los eléctricos sería necesario reducir sus dimensiones. Con el fin del S-Max y del Galaxy, que se suman al del Mondeo hace unos meses, Almussafes pasa de 5 modelos a mantener sólo el Kuga y las versiones Connect y Tourneo de la Transit, que también tienen fecha de caducidad. Está previsto que a finales de 2023 se dejen de montar en Valencia.
Aunque el volumen de esto dos modelos era ya muy limitado, el año pasado supusieron menos de 9.000 unidades de las 168.000 que se fabricaron en Valencia, menos de lo que representaba el Mondeo, representa otro recorte que se suma a la difícil situación por los problemas de suministro de componentes. De hecho la planta lleva encadenando Ertes durante dos años.
Con el Kuga, que supone algo más la mitad de su producción, parece inviable mantener el nivel de empleo hasta 2026, cuando está previsto que arranque la línea exclusiva de coches eléctricos. De hecho, sindicatos y empresa ya dan por hecho que el año que viene habrá que negociar ese ajuste.