
QEV Technologies por su lado, y el hub de descarbonización de la Zona Franca de Barcelona que la compañía impulsa junto a B-Tech, prevén pedir 63 millones de euros de ayudas en la segunda edición del Perte del vehículo eléctrico, según han indicado responsables de los proyectos a elEconomista.es.
Desde las empresas de automoción tienen todo preparado para presentar la documentación en cuanto el Gobierno abra el plazo para enviar solicitudes, ya que de momento solo se ha iniciado el apartado de baterías.
Desde QEV prevén aplicar con una inversión de 60 millones de euros y optar a una subvención o préstamo de unos 28 millones. Por su parte, el hub prevé presentar un proyecto de tecnología de 20 millones y una nueva nave de pintura de 60 millones, con la intención de recibir subvenciones por 35 millones.
En la primera edición del Perte del vehículo eléctrico, el hub consiguió autorización para ayudas por 107,8 millones de euros, pero finalmente la cifra de apoyo público se redujo a 65,2 millones debido a que el proyecto no logró todos los avales necesarios.
En aquel momento, el hub, en alianza con el grupo inmobiliario australiano Goodman, era la única oferta admitida en el concurso para reindustrializar los terrenos dejados por Nissan en la Zona Franca de Barcelona, pero todavía no se había resuelto la licitación.
Ahora que su designación ya es oficial, sus impulsores confían en lograr sus objetivos en la segunda edición del Perte para impulsar las inversiones y seguir adelante con su hoja de ruta para iniciar la producción en 2024.
Contratación
Actualmente hay unos 55 extrabajadores de Nissan contratados por el hub para las labores de adecuación de las instalaciones para su nueva actividad, y la previsión es que alcancen el centenar a finales de verano.
Además, el hub ha recibido una subvención de la Generalitat para formar a unas 300 personas más entre octubre y diciembre, con la intención de que se incorporen a la actividad en enero.
Asimismo, se está buscando una vía para que otros 200 o 300 extrabajadores más de Nissan puedan estar también en enero vinculados al hub, de forma que se alcancen los hasta 700 contratados comprometidos con los sindicatos en el plan de reindustrialización, para que nadie se quede sin ingresos al agotar la prestación de desempleo, ya que la factoría de Nissan en Barcelona cerró en diciembre de 2021.
El futuro de QEV
QEV Technologies también tiene planes en solitario, más allá del hub, a través de la fusión con la SPAC Spear Investments, lanzada por AZ Capital y STJ Advisors, para, salvando las distancias, seguir los pasos de Ferrovial y convertirse en una sociedad holandesa y cotizar en el Amsterdam Euronext.
En esta operación, uno de los inversores será el administrador concursal de la participación de QEV que ostentaba el empresario valenciano Enrique Bañuelos, y que forma parte de los activos para responder a la quiebra del fabricante sueco de vehículos eléctricos Inzile que Bañuelos compró en otoño de 2021.
Con la ejecución de préstamos convertibles y la salida a bolsa prevista, la participación de QEV en manos del administrador concursal se diluirá desde el 18% inicial hasta un 8,4% de la nueva QEV, pero ha preferido esta vía del parquet y de momento no vender, pese a que QEV presentó oferta para quedarse con esta participación.