Aunque haya terminado por ser de manera inesperada, el empresario Enrique Bañuelos dejará de ser accionista de QEV Technologies, la firma escogida –junto a Btech- para quedarse con la antigua fábrica de Nissan en la Zona Franca de Barcelona. El valenciano poseía su participación a través de la sueca Inzile, que quebró en otoño, que perderá definitivamente en las próximas semanas, cuando Garrigues adjudique el 12%. La firma trata así de desvanecer la sombra del polémico dirigente.
Según explican fuentes cercanas al procedimiento a elEconomista.es, el administrador concursal de la firma, el bufete con sede en Estocolmo Cirio, ha encargado a Garrigues que pilote la liquidación de los activos que Inzile tenía en España. Esto es la participación que el fabricante de furgonetas eléctricas tenía de QEV Technologies.
Si bien la última información pública señala que Bañuelos ostentaba el 19,6% de la compañía española, fuentes de QEV rebajan el porcentaje actual al 12% debido a que no acudió a las últimas rondas de inversión acometidas. Las mismas voces sostienen que el equipo fundador que lidera Joan Orús -tiene más del 20% de los títulos- pujará por las participaciones una vez Garrigues lance la subasta, que se producirá en las próximas semanas.
La huella de Bañuelos en QEV era más visible en el pasado
Es complicado que QEV se deshaga totalmente de la sombra de Bañuelos. Entre sus fundadores estuvo también el expiloto Adrián Campos, vinculado a Bañuelos, aunque la empresa asegura que vendió sus acciones. Además, entre 2017 y 2020 el consejero delegado fue Miguel Valldecabres, el empresario que compró a Bañuelos en 2012 la patrimonial que fue matriz de la quebrada Astroc. Yago Méndez, exdirectivo de Caixa Galicia y que ha ocupado distintos cargos en empresas del valenciano, fue miembro del consejo de QEV e incluso consejero delegado de Inzile.
Cabe decir, eso sí, que hoy ninguno ocupa cargos directivos de la empresa. Desde QEV siempre remarcaron que el valenciano no tiene ninguna influencia en el devenir actual de la compañía.
A la espera de conocer el sustituto de Bañuelos, el resto del accionariado lo componen el colombiano Frank Kanayet –vinculado al proyecto de la fórmula E que lanzaron Bañuelos y Alejandro Agag-, el filipino Aboitiz y la familia Salvo a través de la valenciana Power Electronics. Más recientemente se incorporaron GAEA-Inveready, en el que están presentes familias vascas como los Ybarra Careaga.
La liquidación de los activos de Inzile en España se produce una vez finalizada la de Suecia. A mediados de enero se subastaron 56 furgonetas eléctricas PRO4 –40 alquiladas en contratos de leasing, que también se pusieron al mercado-, repuestos y maquinaria por valor de 3 millones de euros aproximadamente, y la marca y el know how tecnológico para fabricar los vehículos. La firma tenía 30 trabajadores que ya encontraron nuevo empleo.
Bañuelos adquirió la automovilística sueca cotizada en el Nasdaq en otoño de 2021. Desde entonces, se produjeron un sinfín de dimisiones de directivos –entre ellos el presidente o el consejero delegado- que el valenciano suplió con personas de su confianza, como Juan Carlos del Río -primer ejecutivo en el momento de la quiebra y que estuvo en Astroc-. La organización terminó por suspender pagos en noviembre del año pasado al no poder hacer frente a un vencimiento de deuda de 4,6 millones de euros.
QEV espera la adjudicación definitiva de Nissan Zona Franca
Mientras ve desde la barrera los problemas de su accionista. QEV espera que la próxima semana se haga oficial la adjudicación de los terrenos de Nissan Zona Franca. El proyecto del D-Hub que forma junto a Btech recibió la recomendación favorable por parte del órgano de contratación del Consorci de la Zona Franca de Barcelona este lunes, avanzó Expansión. Antes ya había sido la plataforma preferida por el Gobierno y la Generalitat.
Es cuestión de días que se firme el contrato junto con la australiana Goodman, el operador logístico que luego subalquilará parte las instalaciones a los fabricantes. A partir de entonces, deberían arrancar las contrataciones de los antiguos trabajadores de Nissan.
Goodman y el D-Hub deben comprometerse a acometer una inversión de 100 millones de euros en la infraestructura para ser las escogidas. Para ello, las firmas de coches cuentan con el impulso de los 65 millones de euros recibidos en el Perte del automóvil y podría obtener financiación adicional por parte del ejecutivo autonómico. Sería complicado de asumir con recursos propios: las ventas de QEV en 2021 alcanzaron los 12,9 millones de euros y que el Ebitda superó los 3,5 millones, por lo que se abandonaron los números rojos tras el golpe de la pandemia. Para 2022, la cifra de negocio ya rebasó los 16 millones a las puertas de diciembre.