
El D-Hub que aspira a quedarse con la antigua fábrica de Nissan en Zona Franca no podrá acceder a los 107,8 millones de euros que se le adjudicaron en el Perte VEC. El conglomerado empresarial que lideran QEV y Btech no logró alcanzar los 80 millones de avales que se le exigían para poder quedarse con el total de la ayuda, por lo que deberá renunciar a algunos de los proyectos presentados en la convocatoria pública. Ni siquiera se quedó cerca: la cifra final fue de 48 millones después de que entidades como Banco Sabadell redujeran a última hora la cantidad a aportar. "Las iniciativas principales se mantienen", garantizan desde la alianza.
Este lunes a las 23.59h finalizaba el plazo otorgado por el Ministerio de Industria para que las compañías agraciadas por los fondos europeos Next Generation en el Perte del vehículo eléctrico y conectado. Al no poder obtener la totalidad de las garantías que se negociaban, el D-Hub deberá aparcar parte de sus planes, que intentará rescatar en la segunda convocatoria del Perte VEC que el Gobierno tiene en mente, tal y como avanzó elEconomista.es.
Desde la semana pasada, el D-Hub ya asumió que obtener la totalidad de los avales requeridos sería imposible ante las dudas de la banca. De hecho, ya rebajaban el objetivo a 70 millones, una cifra que tampoco se alcanzó, explicaron fuentes de la agrupación.
El ICF y Andbank son las dos entidades que más han apostado por el D-Hub
Con el aval final de 48 millones de euros, la agrupación podrá acceder a fondos europeos por valor de 60 millones de euros, aproximadamente. Las garantías finalmente las aportaron Andbank, Caixabank, Avalis, Abanca y Banco Sabadell.
Los responsables de QEV y Btech contaban con el apoyo del Institut Català de Finances (ICF), que aprobó un aval de 40 millones de euros. Industria no lo aceptó al proceder de fondos públicos y ser emitido por una entidad sin ficha bancaria. Por ello, buscó bancos que aceptaran participar y que fuera el ICF el que asumiera el riesgo con un aval indirecto. No logró copar la totalidad de la garantía a pesar de convencer a varias entidades, como Caixabank y Banco Sabadell. Sin embargo, las firmas catalanas se quedaron lejos de las expectativas.
Las entidades con sus cuarteles generales fuera de Barcelona tuvieron menos predisposición que los dos bancos catalanes. Bankinter se alejó de la mesa de negociación durante la semana pasada y Banco Santander dijo no a última hora. Hubiera sido extraño que lo apoyara: tiene el 24% de Merlin Properties, que aguarda la caída del D-Hub para presentar su propio proyecto con el Puerto de Barcelona y Mecalux.
La mayor parte del dinero lo puso Andbank. La entidad andorrana, inmersa en un agresivo plan de financiación en España, se comprometió a depositar un aval de alrededor de 30 millones de euros en favor del D-Hub. También participó Avalis, la entidad avaladora del ICF.
A la espera del Consorci
Se espera que a lo largo de este martes tanto QEV y Btech como el Ministerio de Industria detallen la cuantía exacta de los avales entregados, así como más información sobre los bancos avalistas y los proyectos que pretenden desarrollar en la antigua Nissan Zona Franca, en Barcelona.
El plan original del conglomerado pasa por montar furgonetas eléctricas tanto para la propia QEV y Btech como para terceros. Está a la espera, eso sí, de que el Consorci de la Zona Franca de Barcelona haga oficial que el D-Hub y la logística Goodman son los elegidos para quedarse con la instalación portuaria. Presentaron la única oferta, por lo que en la reunión de la mesa de reindustrialización del próximo 30 de noviembre se debería avanzar en la adjudicación de la fábrica.