
Han pasado más de dos años y medio desde que Nissan anunció que cerraba su fábrica de Barcelona. La compañía nipona hizo oficial su adiós en mayo de 2020 y tras largos meses de reuniones, mesas de reindustrialización y proyectos fallidos, la plana de la Zona Franca ya tiene nuevo inquilino. El Consorci de la Zona Franca –la entidad titular de los terrenos- adjudica la instalación a la propuesta de la logística australiana Goodman y el conglomerado D-Hub; la única propuesta sobre la mesa que cumplía con los requisitos solicitados.
El resultado final de la licitación se hizo público este miércoles tras muchos meses de retrasos. "La Generalitat, el Ministerio de Industria y el Consorci se han congratulado de poder poner en marcha la actividad en la totalidad de los terrenos que permitirá recolocar a la plantilla de Nissan", señalaron en un comunicado conjunto.
La decisión tomada está eso sí a la espera de firma, que debería producirse la próxima semana. Parece ser que el D-Hub y Goodman ya habrían resuelto las tensiones internas por la financiación y la distribución dentro de la localización.
Los contratiempos no han sido pocos. La alianza fue la única candidata de un concurso que debía haber finalizado en verano. El Consorci trató de seducir otros proyectos, pero fue el único que cumplía con el requisito de incluir una actividad industrial vinculada con la automoción. Al margen quedó el interés de Merlin Properties, el Puerto de Barcelona y Mecalux, que presentó una carta de intenciones, pero fuera del concurso.
Un procedimiento lleno de traspiés
Las autoridades tuvieron que recurrir a la alianza entre D-Hub y Goodman después de que la china Great Wall Motors apareciese en escena a mitad del procedimiento de reindustrialización para finalmente echarse atrás. Con el amago asiático, el proceso se retrasó todavía más.
Pero los traspiés no se limitaron al procedimiento de adjudicación. El D-Hub ha tenido problemas para cerrar la financiación necesaria para poner en marcha el proyecto. De hecho, a punto estuvo de quedarse sin los avales necesarios para acceder al Perte del automóvil.
El D-Hub pretendía arrancar con la actividad a mediados de 2023. Primero, eso sí, debía cerrar la financiación de todo el proyecto. Ya captó 65 millones de euros de fondos europeos con el Perte del automóvil y la australiana Goodman, su socio inmobiliario, también pondrá su parte. Sin embargo, ambas empresas aseguran estar negociando con inversores privados para que aporten parte del capital. Algo que de momento no ha sucedido y que debería suceder una vez la adjudicación sea oficial.