
El sindicato mayoritario en la factoría de Ford en Almussafes, UGT, se reunirá directamente con la dirección de Ford Europa en Colonia (Alemania) para tratar de cerrar un acuerdo para la adjudicación de los futuros modelos eléctricos a la planta española con la que se garantice su continuidad.
Esta encuentro se produce tras casi tres meses de conversaciones entre la compañía y el comité de empresa sin que haya habido avances para fijar el futuro marco laboral de la planta y cuando apenas faltan 48 horas para que termine el plazo fijado por la cúpula de Ford en Estados Unidos para que tanto Almussafes como la planta alemana de Sarlouis presenten las condiciones para pujar por esa carga de trabajo.
El pasado martes estaba convocado un nuevo encuentro para el denominado acuerdo de electrificación de Almussafes, pero finalmente se suspendió. Anteriormente UGT ya había solicitado mantener la reunión en Alemania para tratar de despejar el futuro de la planta ante el enconamiento de las posturas.
La marca del óvalo ha reclamado a los trabajadores recortes en sus condiciones laborales, como una rebaja salarial del 10%, una semana menos de vacaciones y ampliar los turnos diarios en media hora más. Unas propuestas que el comité de empresa ha rechazado, aunque UGT se ha mostrado dispuesto a pactar contención salarial y algunas medidas de flexibilidad temporal y salarial si se garantiza un acuerdo por más de 4 años y condicionado a la llegada de los nuevos modelos eléctricos.
Nerviosismo en el sector
Garantizar la llegada de nuevos modelos eléctricos con los que también compite la instalación de Saarlouis es el modo de garantizar la continuidad de la planta española, que ahora emplea a 6.200 trabajadores, más allá de 2030. Según la propia Ford, a partir de ese año solo fabricará y comercializará en Europa modelos eléctricos.
Aunque la fabricación de esas versiones en principio arrancaría en 2025, no lograrlos dejaría a la factoría en una situación muy complicada. De hecho, hasta entonces se prevé un declive continuo de la producción porque la mayoría de los cinco modelos que ensambla, con la excepción del Kuga, ya tienen fecha de caducidad.
Como muestra de la cada vez mayor tensión en la industria valenciana del automóvil, el cluster regional del sector, Avia, que aglutina a 116 proveedores de la automoción, ha recordado que "cerca de 25000 empleos directos están pendientes de la negociación que se está desarrollando en las instalaciones de Ford Almussafes entre la empresa y los sindicatos".
Desde la patronal, se asegura que "echamos de menos que, desde la Administración autonómica e, incluso, nacional, se apoye y se trabaje para mantener una factoría de la que dependen numerosas empresas y empleos en toda la Comunitat Valenciana. Actualmente representamos el 9% del empleo industrial".
Según la gerente de Avia, Elena Lluch "el acuerdo al que lleguen en Ford la empresa y los sindicatos, tiene consecuencias directas sobre el resto de empresas. Esta negociación que busca optimizar la productividad de la planta puede ser determinante para que la multinacional mantenga la planta productiva en Valencia, o, en su proceso de reestructuración, elija la planta alemana. Y de esta decisión, dependen los próximos 15 años del sector",