Una de las grandes novedades que la Dirección General de Tráfico (DGT) ha desarrollado a lo largo de este año, que se espera que culmine con la nueva Ley de Tráfico, es la obligatoriedad de uso de las luces de emergencia V-16, con la consecuente prohibición de los históricos triángulos. Eso sí imperativo a partir de 2026, por lo que desde ahora se puede usar cualquiera de las dos herramientas, la Justicia ha añadido un pero a estas luces que ya comienzan a verse en carretera.
El pasado mes de julio, la normativa de circulación reconoció la entrada en vigor las balizas V-16. Un sistema novedoso que, como si de las luces de la policía secreta se tratase, se coloca en el capó del vehículo a través del magnetismo para hacer visible una parada de emergencia.
Mucho más seguras que los triángulos, puesto que no hay que bajar del coche para situarlas, además en 2026 implicarán la total desaparición de estos históricos aparatos que han acompañado a los maleteros españoles durante décadas. Así, desde que se aprobaron ya se han comenzado a ver en carretera, las V-16, con vistas a que dentro de 4 años estén totalmente implantadas en los conductores.
El problema está en la geolocalización aún no efectiva
Sin embargo, uno de los objetivos por los que la DGT las ha impulsado es por su sistema de geolocalización. Un servicio que permitirá en el futuro, a través de la aplicación DGT 3.0, que un vehículo que va en dirección a otro con las luces de emergencia activadas detecte su posición en carretera para saber con anterioridad a la visualización luminosa que puede encontrarse con un peligro.
También útil para los servicios de grúas o agentes de policía, de cara a un rescate por avería, la institución que lidera Pere Navarro había impulsado solo las que llevaban este GPS integrado abandonando las balizas meramente luminosas.
Aún sin servicio DGT 3.0, el detectar la posición no cobra mucho sentido dado que no tiene una función útil para otros vehículos
Algo que ha rechazado ahora la Justicia, permitiendo la producción y comercialización de la V-16 sin geolocalización independientemente de su fecha de fabricación (la DGT sí permitía las fabricadas antes de julio de 2021). De esta forma, se podrán seguir usando estos aparatos de forma indefinida, algo que ha considerado una victoria el Grupo V16 contra la DGT.
Esta asociación ha nacido de la unión de las empresas fabricantes de estas nuevas luces, con motivo de "ofrecer garantías a los consumidores en la compra con productos de calidad y homologados". En su alegato a favor de las balizas sin geolocalización entienden que la DGT aún no tiene desarrollado la tecnología DGT 3.0, por lo que en la actualidad enviar la posición no serviría de nada, así como que existen otros aparatos para mostrar la ubicación como los propios GPS o los teléfonos móviles.