
Endesa ha obtenido dos préstamos 'verdes' por 635 millones de euros. El crecimiento del grupo, que según explica su director financiero no comprometerá el dividendo, se centrará en las renovables, con lo que la financiación sostenible cada vez pesará más sobre la deuda total.
Con su crecimiento centrado en las energías renovables (donde su cuota de mercado ronda el 10%), Endesa, que es la eléctrica menos endeudada del Ibex, podrá recurrir cada vez más a la financiación sostenible. Ya ha empezado a hacerlo: en diciembre obtuvo del BEI (Banco Europeo de Inversiones) un préstamo verde de 335 millones de euros, y hace un par de meses recibió otro crédito verde del ICO (Instituto de Crédito Oficial), de 300 millones. Esos 635 millones financiarán parques eólicos y fotovoltaicos en España.
El director de Finanzas y Seguros del grupo, Adolfo García Nombela, explica que, a partir de ahora, toda la financiación que reciba Endesa de terceros será sostenible y que por el momento no piensan emitir bonos verdes porque con el dinero obtenido de estos dos organismos han cubierto sus necesidades. La cotización del grupo ha sufrido en la última semana -aunque menos que otras, ya que Endesa e Iberdrola son las menos afectadas- por el recorte que plantea la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a la retribución que reciben las eléctricas por distribuir electricidad y gas.
Teniendo en cuenta que su crecimiento en los próximos años será en renovables, ¿qué peso esperan que alcance la deuda 'verde' sobre la deuda total del grupo?
Dentro del plan estratégico, las inversiones más importantes están vinculadas a renovables, digitalización y eficiencia. Si hoy estamos en un 50% de capacidad de generación libre de emisiones, el objetivo es alcanzar el 65% para 2030, algo que lograremos creciendo en renovables. Entre 2019, 2020 y 2021 pondremos en funcionamiento un plan de casi 2 gigavatios y, a partir de ahí, tenemos el objetivo de captar el 15% de toda la nueva capacidad instalada [en renovables, en España]. Por lo tanto, la exigencia en términos de inversión será muy grande.
La deuda neta de Endesa prevista para 2019 ronda los 7.000 millones de euros, y los dos préstamos 'verdes' que han obtenido suman 635 millones, de modo que el porcentaje actual de financiación sostenible ronda el 9%. ¿Hasta dónde podría subir?
Ese porcentaje no va a parar de crecer. Gradualmente iremos sustituyendo la deuda por verde, pero es difícil concretar ya que dependerá de las subastas y de los vencimientos que se vayan produciendo.
¿Todo el volumen de inversión nuevo se llevará a cabo con financiación sostenible?
Lo que financiemos con terceros, seguro.
¿El coste de estos préstamos es más atractivo que el de la financiación bancaria?
Sí. En primer lugar, el BEI es referencia en cuestiones ambientales y la due diligence a la que somete a la compañía es especialmente intensa. En banca comercial, es un tercero el que acredita que el préstamo es sostenible, mientras que el BEI cuenta con un equipo propio dedicado a esto. Pero, además de ese sello, que tiene mucho reconocimiento, lo que conseguimos es que nos financien a plazos donde la banca no llega. El préstamo del BEI es a 15 años con 3 años de carencia, lo que nos da una vida media para el préstamo de 9 años, y el del ICO es a 12 años, plazos que para la banca hoy son inalcanzables pero que a nosotros nos encajan perfectamente. Por todos estos factores, este tipo de préstamos nos parecen muy interesantes.
¿Cuándo pensarán en emitir bonos 'verdes'?
Es que con las financiaciones del BEI y del ICO tenemos prácticamente cubiertas nuestras necesidades. Tenemos una estrategia mixta: aprovechamos las oportunidades de financiación en condiciones ventajosas que nos ofrezcan organismos como los dos mencionados y también tomamos financiación de nuestro accionista de control, Enel [que posee algo más del 70% del capital].
¿Cuál es el coste financiero de Endesa?
Ahora mismo, se sitúa en el 1,8%; es, con diferencia, el más bajo del sector. Desde hace mucho tiempo hemos pensado que los tipos permanecerían muy bajos durante mucho tiempo, por lo que hemos apostado por una estructura donde el variable tiene un peso inusualmente más alto que en otras compañías.
Ese coste ¿podría bajar aún más o ya ha tocado suelo, mientras que las rentabilidades de los bonos no hacen más que profundizar?
Sería difícil que bajase, ya que ahora estamos entrando en operaciones con más duración. El coste medio agrupa muchas cosas, es la suma de todas las decisiones pasadas, las futuras, el incremento de la deuda... En nuestras previsiones estimamos que no pasaremos de un coste medio del 2%, en base a la hipótesis de dónde van a estar los tipos en la zona euro.
¿Cuál es la vida media de la deuda del grupo?
Está por encima de 5 años. Es una situación cómoda, la hemos ido bajando.
Teniendo en cuenta que están cerrando operaciones a 12 años, ¿están intentando alargar esa duración media?
Lo que ocurre es que a este tipo de financiaciones como la del BEI no podríamos acceder con los parques ya funcionando. La oportunidad surge cuando tienes un proceso de inversión. Simplificándolo mucho, cada año perdemos un año de vida media de la deuda. Es decir, si no hiciéramos nada, ceteris paribus, la vida media se reduciría a ese ritmo de un año cada año. En el caso de operaciones como la del BEI, tenemos un calendario de amortización. Tener amortizaciones anuales nos resulta muy cómodo, ya que de esa forma eliminamos la concentración de vencimientos en un año concreto. Con un apalancamiento de en torno a 2 veces el ebitda, creo que una vida media de 5 años está bien, en el entorno de tipos actual.
¿Hasta qué punto ese crecimiento en renovables puede hacer peligrar el dividendo, que es un aspecto fundamental para quien compra Endesa -que ofrece un 6,3% de rentabilidad por dividendo anual-?
No lo compromete en absoluto. Tenemos un payout [porcentaje del beneficio que se destina a retribuir] del 100 por cien que está previsto que se rebaje al 80% precisamente debido a ese esfuerzo inversor, pero el crecimiento no va a ser un limitador.
¿El dividendo sería prioritario frente a las inversiones?
Ni se nos plantea [elegir entre lo uno y lo otro], ya que nuestro endeudamiento es muy bajo.
¿Veremos inversiones de Endesa en 'offshore' [energía eólica en alta mar] en los próximos años?
No es algo que se esté planteando. Aún quedan muchísimas localizaciones en la Península más eficientes. El offshore tiene un coste mucho más elevado; más costes de mantenimiento, una vida útil mucho más corta y una exigencia de capex más elevada.
Bolsas y Mercados Españoles (BME) ha mostrado su interés por atraer emisiones de bonos. Endesa acaba de traerse a España un importante programa de pagarés.
Sí, nos hemos hecho eco de la petición de la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) de que los grandes emisores radiquen su actividad en España. Hemos sido la primera gran compañía que, teniendo un programa fuera, lo ha traído. Es un programa de pagarés de 3.000 millones, muy antiguo. Antes existían dudas con la plaza española, algunos emisores se sentían mucho más cómodos en otros países, porque los organismos donde registrabas el programa eran muy ágiles; podías registrarlo con un coste mínimo y unos mínimos requisitos formales (era posible hacerlo en cuestión de días en, por ejemplo, Irlanda u Holanda; este último era el mercado que utilizábamos nosotros). Hemos sido capaces de registrar el programa [en España] en cuatro semanas, un plazo realmente corto para lo que era habitual. De hecho, invitaría a Iberdrola o a otros emisores a que se traigan sus emisiones.