La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha decidido prolongar los recortes de la producción de petróleo hasta marzo de 2020. Finalmente, el pacto inicial entre Arabia Saudí y Rusia se ha dado por bueno en la reunión celebrada este lunes en Viena. Aunque las decisiones del cártel aún pueden causar oscilaciones importantes en el precio del crudo a corto plazo, las reuniones de la OPEP no dan el mismo miedo que en el pasado. Por un lado, la cuota de mercado del cártel está cerca de caer por debajo del 30%, lo que debilita su poder de influencia en los precios. Por otro lado, el conflicto interno en el propio grupo (con Irán y Arabia Saudí como protagonistas) amenaza con dinamitar la unidad de la OPEP y su poder de acción como bloque de cara al futuro.
De este modo, los países que componen el cártel y que se encuentran dentro del acuerdo (todos menos Venezuela, Libia e Irán) se comprometen a no bombear más de 26 millones de barriles por día (mbd), lo que supone mantener el recorte de 0,8 mbd que se pactó en noviembre de 2018. Por su parte, el resto de países aliados (entre los que destaca Rusia), intentarán no rebasar los 18 mbd para cumplir con el recorte de 0,4 mbd.
Irán: "La principal dificultad y peligro que la OPEP enfrenta ahora es el unilateralismo. La OPEP no es una organización para aprobar propuestas que se han cocinado fuera"
Los choques en el Estrecho de Ormuz, la arteria petrolera del mundo (por donde pasa el 30% de todas las exportaciones de crudo del mundo) han elevado el conflicto entre Riad y Teherán hasta niveles insospechados, con EEUU como protagonista (siempre secundando la versión de Riad) amenazando con atacar posiciones iraníes. Riad y Washington culpan a las fuerzas militares de Irán de los ataques que han sufrido varios buques en el estrecho, mientras que Irán sólo reconoce haber derribado un dron espía estadounidense que invadió su espacio aéreo. Toda esta tensión se está trasladando a la reunión de la OPEP, donde Teherán acusa a Riad de tomar las decisiones sin consultar.
Una reunión intensa
El ministro de Petróleo de Irán, Biyán Zanganeh, ha advertido hoy lunes que la OPEP dejará de existir si continúa el "unilateralismo" y la imposición de decisiones tomadas fuera del grupo, en alusión a un acuerdo alcanzado por Arabia Saudí y Rusia antes de celebrarse la reunión oficial del grupo.
"La principal dificultad y peligro que la OPEP enfrenta ahora es el unilateralismo. La OPEP no es una organización para aprobar propuestas que se han cocinado fuera", dijo el ministro iraní en Viena, donde el grupo comienza hoy dos jornadas de reuniones para decidir si mantiene su estrategia de recorte de producción.
"Si la OPEP quiere mantenerse con vida debería decidir dentro de la OPEP y no recibir las instrucciones desde fuera. No estamos aquí sólo para sellar una decisión que se ha tomado fuera", denunció.
Zanganeh se refirió al acuerdo entre Riad y Moscú anunciado el sábado pasado en Japón por el presidente ruso, Vladímir Putin, tras reunirse con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, para impulsar en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados una prórroga del recorte de la producción del grupo que entró en vigor en enero y venció ayer domingo. Finalmente, lo que Rusia y Arabia Saudí hablaron ha sido lo que se ha plasmado sobre el papel.
Una OPEP venida a menos
Más allá de los problemas internos, la irrupción del fracking y el shale oil (petróleo de esquisto) en EEUU, junto a una mayor producción de países como Canadá o Brasil, están restando peso al petróleo 'made in OPEP'. Los precios a largo plazo está acotados por los costes de producción en los países ajenos al cártel, que ya producen alrededor del 70% del petróleo mundial, lo que limita sobremanera la actuación de la OPEP, sobre todo en el largo plazo.
Un buen ejemplo de esto es lo que está ocurriendo en EEUU, la primera potencia económica del mundo y mayor consumidor de petróleo. Las importaciones de petróleo en EEUU llevan años cayendo. La creciente producción nacional de shale está desplazando a parte del petróleo que llega de fuera de las fronteras de la primera potencial mundial. La OPEP está sufriendo de lleno el avance del shale oil, no sólo por tener que soportar unos precios del crudo más bajos, también porque están perdiendo al que ha sido uno de sus mejores clientes en las últimas décadas. Según la Agencia de la Energía de EEUU (EIA por sus siglas en inglés), las importaciones de petróleo de miembros de la OPEP en EEUU han caído en marzo hasta 1,5 millones de barriles por día, el menor nivel desde marzo de 1986.
Aún así, los movimientos de la OPEP aún pueden tener efecto en el corto plazo en los precios del crudo. El Brent concluyó la sesión perdiendo un 0,74% hasta los 65,06 dólares por barril, mientras que el West Texas cerró en los 59,09 dólares al crecer un 1,1%.
Ann-Louise Hittle, vicepresidenta de Wood Mackenzie, explica que "en la actualidad, la OPEP sólo tiene capacidad para aumentar la producción en unos 3,8 millones de barriles diarios en nueve meses (producción ociosa). Arabia Saudí, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos mantienen 1,8 mbd que podrían comercializarse en un mes. Si se produce una interrupción significativa, la capacidad de la industria mundial para satisfacer la demanda de petróleo estará en riesgo ", explica esta experta. El mundo consume unos 100 mbd, por lo que una producción ociosa de 3,8 mbd resulta escasa para contrarrestar situaciones imprevistas (como guerras o interrupciones de la producción) en el mercado.
Volviendo a la reunión, habrá que esperar hasta que el cónclave petrolero culmine del todo mañana martes. Hoy, los países de la OPEP han acordado prolongar los recortes de la producción nueve meses más. Mañana tendrá lugar la misma reunión pero con la presencia de los aliados del cártel, el grupo conocido como OPEP +, que cuenta con productores como Rusia, Kazajistán, Malasia o Azerbaiyán y que deberán sellar mañana el acuerdo, algo que ocurrirá con toda seguridad tras el sí de Rusia.