
A pesar de lo estancado que parece la salida de Reino Unido de la UE, el buen tono mantenido en las negociaciones comerciales entre EEUU y China y los positivos datos macroeconómicos publicados desde el gigante asiático han ayudado a que las principales bolsas del Viejo Continente hayan dado signos de fortaleza a corto plazo.
La principal referencia continental, el EuroStoxx 50 superaba ayer las primeras resistencias intermedias que encontraba en el entorno de los 3.380 puntos ante el nuevo guiño del BCE para paliar el efecto de los tipos negativos.
Un movimiento que no solo es importante por su valor técnico, sino por su valor simbólico. Y es que, esta fluctuación ha favorecido que los principales índices de referencia abrieran ayer la puerta a un ataque al techo de la consolidación, es decir, a los máximos del pasado mes de marzo.
"Esa es, precisamente, la zona que deben superar para alejar en mayor medida los riesgos de ver una corrección", asegura Carlos Almarza, analista técnico de Ecotrader.
Y es que pese a que las principales bolsas siguen definiendo una fase consolidativa, ahora se ve más cerca un ataque a los 9.370/ 9.395 puntos del Ibex o los 3.400-3.435 enteros del EuroStoxx 50.
"Lo más probable es que veamos mayores ascensos antes de formar una corrección significativa, máxime si en Wall Street los selectivos de referencia consiguen marcar máximos anuales y crecientes", afirma Almarza.
Allí, al otro lado del Atlántico, los principales índices avanzaron ayer con estabilidad y presionan ya el techo de la fase consolidativa, "con lo que lo más probable es que sea definitivamente superada", asegura Almarza que añade que "la resolución al alza de esta fase consolidativa abriría la puerta a un contexto de reanudación del movimiento alcista que nació en los mínimos de Navidad, muy probablemente hasta la zona de altos del año pasado e históricos.
Eso sí, para que esto ocurra, el Dow Jones Industrial debe antes romper las resistencias que presenta en los 26.240 puntos.