Bolsa, mercados y cotizaciones

Emergentes sí, pero centrándose en Asia

  • Estos mercados pueden ser los que mejor se comporten en los próximos meses
  • La selección se impone al haber mucho atractivo pero más volatilidad
Imagen: Dreamstime.

Más rentabilidad a cambio de más riesgo. Esa es la máxima de los mercados emergentes y, partiendo de esta premisa, la recomendación de cara a los próximos meses parece obvia: hay mucho atractivo pero también más volatilidad, por lo que es imprescindible la selección.

El mal año que vivió la renta variable en general en 2018 pasó factura a los mercados emergentes, que fueron muy castigados. De hecho, el MSCI Emerging Markets, que recoge a compañías de mediana y gran capitalización de estas economías, se dejó más de un 16 por ciento, su peor balance anual desde 2015.

Precisamente, la fuerte corrección vivida en 2018 se ha convertido en uno de sus principales puntos fuertes para los expertos, ya que sus valoraciones son más atractivas que las de mercados desarrollados. Y para muestra un botón. Los seis PER (veces que el precio de la acción recoge el beneficio) más rebajados, entre los principales índices del mundo, son de emergentes. Es el caso del selectivo ruso, el RTS, con una ratio de 5,4 veces. Lo siguen Turquía, con 5,8 veces; Argentina, con 9 veces; Hungría, con 11 veces; Corea del Sur, con 11,2 veces; y Hong Kong, con 11,4 veces. Es más, de media, las principales economías en vías de desarrollo ofrecen un PER de 13,9 veces, lo que implica una rebaja del 21 por ciento frente a los mercados más importantes del mundo.

El dólar se ha debilitado frente a monedas como el rublo ruso, el renminbi chino, el peso mexicano o el peso colombiano

Además de sus valoraciones, estos mercados cuentan con otros elementos favorables este año. Es el caso del dólar. En lo que llevamos de año, la divisa estadounidense se ha debilitado frente a monedas como el rublo ruso, el renminbi chino, el peso mexicano o el peso colombiano. Este es un gran aliciente para las economías emergentes más correlacionadas con el dólar, ya que alivia la presión, por ejemplo, sobre su deuda (muchas de estos países tienen el grueso de su pasivo denominado en dólares, por lo que bajan sus costes de financiación). Asimismo, las materias primas cotizan en dólares, por lo que si la divisa baja, es más barato comprar este tipo de bienes.

La clave de la Fed

En la evolución del dólar mucho tiene que ver la Reserva Federal (Fed), que ha cambiado su escenario anunciando que no habrá más subidas de tipos en lo que resta de año, frente a las dos alzas que vaticinaba en la reunión de diciembre 2018. "El menor crecimiento del PIB de Estados Unidos normalmente viene acompañado de debilidad del dólar, lo que proporciona alivio para los mercados emergentes. Así que, aunque la volatilidad puede parecer desalentadora, hay oportunidades en inversiones injustamente afectadas por la liquidación de diciembre", explica Hugo Bain, gestor del Pictet Emerging Markets. Una opinión que comparte Miguel Ángel García, director de inversiones de Diaphanum: "Con la política más acomodaticia de la Fed, lo más probable es que los mercados emergentes sean los que tengan mayor potencial de revalorización, si bien son los más volátiles".

Por otro lado, la estabilidad geopolítica general en estos países y algunos datos macros, como los PMIs, muestran como las economías emergentes están dando más síntomas de fortaleza que las desarrolladas. Según datos recogidos por Bloomberg, el PMI manufacturero del pasado mes de febrero en los mercados emergentes fue de 50,6 puntos, el mejor dato desde noviembre, mientras que el de la Unión Europea fue de 49,5 puntos (por debajo de 50 puntos indica contracción). En el caso de Estados Unidos, si en febrero se situó en 53 puntos, en marzo (dato preliminar) ha caído hasta los 52,5 puntos, el peor registro en los últimos 21 meses.

"El diferencial de crecimiento de las economías emergentes respecto a las desarrolladas –casi 5 por ciento–, se encuentra en máximos en media década, lo que refleja la acusada caída de pedidos de exportación de economías como la alemana, que parecen sufrir de forma desproporcionada las tensiones comerciales. Históricamente, esto favorece a las clases de activos emergentes, sobre todo sus divisas. A las economías emergentes les está yendo mejor, gracias, en parte, a los estímulos monetarios y fiscales de China", indica Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM.

Asia, más atractiva

Un aspecto que tienen muy claro los gestores es la selección, ya que no se puede ni se debe meter a todos los emergentes en la misma cesta. En este sentido, una de las regiones favoritas es Asia. "Recomendamos tener más sesgo a las bolsas asiáticas", indica Pedro Sastre, analista senior de Banca March. En esta preferencia por la región asiática mucho tiene que ver China, la economía más importante entre los emergentes y una de las más influyentes a nivel mundial.

Y es que el gigante asiático ha aplicado medidas para estimular su economía que incluyen recorte de impuestos sobre rentas y sociedades, proyectos de infraestructura, reducciones en las reservas de depósitos bancarios y menores restricciones a los préstamos de los gobiernos locales. Asimismo, parece que está más cerca de un acuerdo con Estados Unidos en su particular guerra comercial. "China empieza a recoger los beneficios del estímulo monetario y fiscal, que puede impulsar a las exportaciones y las materias primas. Además, va camino de alcanzar condiciones de liquidez positivas este trimestre, con gran aumento de los préstamos", recuerda Luca Paolini.

Por su parte, José María Luna, director de análisis de Arquia Banca, arguye que "los emergentes, siendo selectivos y centrados en Asia, creemos que aún ofrecen valor por el dinamismo de sus economías, por valoración... y porque una China estimulando su economía puede beneficiar a toda la zona".

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