
El 5 de noviembre la banca se juega en su Día D la mitad de su beneficio y, hasta el momento, los analistas no han cambiado sus números, a la espera de que el Tribunal Supremo decida quién tiene que pagar el impuesto de las hipotecas. A pesar de que la nueva posición del órgano judicial abre la puerta a que, si finalmente dictamina que es la entidad la que debe abonar el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD), la medida solo sea aplicable a partir de las nuevas hipotecas que se firmen, en el mercado se mantiene la incertidumbre sobre la retroactividad.
"Asumiendo que los bancos son responsables del impuesto, que asciende a entre el 0,5% y el 1,5%, vemos un riesgo medio a la baja del 7% para las ganancias de las entidades españolas en 2020", explican desde JP Morgan. Una aplicación de forma retroactiva de los cuatro años legales, según los cálculos de Goldman Sachs, tendría un coste superior a 6.300 millones, asumiendo que, además del impuesto, la banca tendría que asumir otros costes como los de notaría o registro.
El consenso de mercado que recoge FactSet opta por la cautela y las ganancias que prevé para los dos próximos ejercicios se mantienen sin cambios en el caso de Banco Santander, BBVA, Bankia, Liberbank y Unicaja. En CaixaBank y Bankinter se han producido mínimas revisiones. Para la entidad catalana el beneficio neto para 2019 sufre un recorte del 0,4% hasta los 2.420 millones de euros respecto a lo que se esperaba antes de conocerse la sentencia el pasado 18 de octubre. Sin embargo, se elevan casi un 0,5% hasta los 2.657 millones estimados para el ejercicio siguiente. Al contrario que en Bankinter, donde el ajuste al alza es para 2019 un 0,2% más hasta los 572 millones, pero las ganancias se reducen en 6 millones para 2020.
Es en Sabadell donde se produce una mayor rebaja: un 1,8% menos para 2019 y un 0,4% para 2020, cinco millones menos de antes de conocerse la sentencia.
La inseguridad es tal que ni siquiera los bancos de inversión aciertan a ponerse de acuerdo sobre qué entidades serían las más afectadas. Goldman sitúa a CaixaBank en el punto de mira por tener la mayor cartera hipotecaria, seguida de BBVA, Bankia y Santander. Sin embargo, JP Morgan considera a Bankia la más perjudicada con un riesgo a la baja del 14% para sus ganancias. Por su parte, las firmas con mayor exposición internacional, como Banco Santander y BBVA, serían las entidades menos penalizadas, con un impacto estimado por el banco de inversión del 2%.
Si se cumplen las previsiones actuales, el mayor crecimiento en el trienio será el de Liberbank, al cambiar las pérdidas de 2017 por beneficio hasta los 174 millones de euros en 2020. En la banca del Ibex, Bankia duplicará sus ganancias hasta 1.000 millones de euros en 2020. CaixaBank crecerá un 57% hasta los 2.600 millones de euros, y BBVA, un 54% hasta casi rozar los 5.000 millones.
Valoraciones en bolsa
Mientras que el beneficio ha sido puesto en cuarentena, sí ha habido revisiones a la baja en las valoraciones del consenso de mercado que recoge Bloomberg. El mayor tijeretazo en su precio objetivo lo recibe Bankia, un 9,6% de media. El Santander y Liberbank también han visto cómo su precio justo se ha reducido, de media, un 7% en la última semana. La entidad que menos rebaja ha sufrido es CaixaBank, con un 1% menos, de media. Siete días después de conocerse la sentencia, la banca no sólo no se ha recuperado del varapalo, sino que ha profundizado las caídas, pese a que algunas firmas han presentado resultados. Desde el pasado jueves Bankia, Bankinter, Sabadell y Unicaja sufren pérdidas de doble dígito, mientras que BBVA, Banco Santander, Liberbank y CaixaBank ceden entre un 4% y un 9,9%.