
Gestores e inversores vuelven a incluir a la bolsa de EEUU en sus carteras de cara al próximo semestre. Analizamos las tres causas que explican este nuevo enamoramiento.
Todos los años, sobre los meses de noviembre y diciembre, se empiezan a agolpar en los correos electrónicos los informes que bancos de inversión y gestoras mandan sobre sus perspectivas para el año siguiente. En los últimos del año pasado había consenso en dos asuntos. El primero, que el año 2017 de extraordinarias rentabilidades en todo tipo de activos y con ausencia de riesgos, no se volvería a repetir y que de cara a 2018 el inversor debía ser consciente de que para ganar rentabilidad debería asumir riesgo, ya que la dormida volatilidad estaba despertando. El segundo punto de encuentro de los expertos del mercado era que era el momento de la renta variable europea de la que se pronosticaba que se comportaría mejor que la americana por una simple cuestión de valoraciones.
Esos expertos acertaron con su primera conclusión, ya que la volatilidad ha vuelto a hacer acto de presencia como demuestra el hecho de que el Vix repunte ya en el año un 56%. Pero no acertaron del todo con la segunda ya que, si bien el primer trimestre del año los inversores acudieron en masa a los mercados del Viejo Continente, en el mes de abril se empezó a revertir una tendencia que ya en mayo y junio acabó de confirmarse.
Se ve en que, según la encuesta de gestores de mayo que elabora Bank of America Merrill Lynch, estos profesionales han vuelto a sobreponderar la renta variable estadounidense en sus carteras por primera vez en los últimos 15 meses y ya son dos los meses con sobreponderacionesmade in USA en que en mayo, y según los datos de BlackRock, los ETF que replican a alguno de los índices de Wall Street acapararon el 74% de todo el dinero que entró en ETF (26.100 millones de dólares de un total de 35.100 millones).
Los riesgos geopolíticos de Trump
Estas cifras quizá sorprendan a más de uno teniendo en cuenta que en las últimas semanas es de EEUU, y más concretamente de su presidente Donald Trump desde donde están partiendo las mayores sorpresas geopolíticas que tanto impacto están teniendo en el mercado: desde la decisión de suspender el acuerdo con Irán que se ha traducido en un alza del precio del petróleo, hasta la declaración formal de guerra comercial que ha lanzado ya no solo contra China sino también contra el resto del mundo. Sin embargo, ambas decisiones, contra lo que se pudiera pensar, han impactado más negativamente en mercados como el europeo que en el americano. "Si nos enfrentamos a una guerra comercial la primera implicación sería sobre el comercio mundial, lo que se traduciría en un aumento de precios y ahí Europa sale perdiendo más que EEUU porque tiene una mayor dependencia del exterior. Lo mismo pasa con el alza del petróleo, ya que perjudica más a los importadores como Europa, además del impacto que puede tener en la inflación", apunta Victor de la Morena, director de inversiones de Amundi Iberia.
Además, y pese a que el populismo con mayúsculas empieza por Donald y acaba por Trump, su protagonismo ha regresado con fuerza a Europa, tras las caóticas elecciones de Italia y la formación de su posterior Gobierno integrado por la Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas, cuyo máximo, y casi único, punto en común es su antieuropeísmo. "Italia es uno de los fenómenos que nos ha llevado a realizar cambios en nuestra visión de mercado. Hemos traspasado posiciones de Europa a EEUU porque Europa es más sensible a todos estos riesgos", prosigue Asensi. Y no es el único, ya que Goldman Sachs ha decidido cambiar recientemente su visión neutral sobre EEUU a otra más atractiva al tiempo que BlackRock optaba de cara al segundo trimestre del año por sobreponderar EEUU y estar neutral en Europa. Cambios que, por cierto, también se han acometido en Ecotrader, el portal de estrategias de inversión de elEconomista, ya que por primera vez este año el peso de la cartera recomendada a renta variable es similar en el mercado europeo y de EEUU (33%, cada uno).
Todos estos cambios en la cartera no solo encuentran su apoyo en el plano geopolítico sino que también tienen un cierto respaldo tanto desde el punto de vista macroeconómico como microeconómico. "Se está creciendo menos y ahora está también el miedo de que el BCE se quede sin herramientas si hay una recesión", apunta Ignacio Perea, director de inversiones de Tressis. Más teniendo en cuenta que en la última reunión del BCE, Mario Draghi avanzó que si bien va a terminar con el programa de compra de deuda -quantitative easing- en diciembre de este año, no tiene intención de subir los tipos de interés hasta al menos el verano de 2019 y confirmó que las alzas serán graduales. Una noticia que el mercado europeo recibió con alzas pero que pone en duda si la economía europea aún no está preparada para seguir creciendo sin estímulos monetarios, sobre todo teniendo en cuenta que, a diferencia de EEUU, no cuenta tampoco con ningún tipo de estímulo fiscal.
No en vano, son precisamente esos estímulos fiscales de los que carece Europa y presume EEUU los que explican en parte las muchas sorpresas positivas que se han visto en la última campaña de presentación de resultados de las compañías en EEUU. "Trump te puede caer mal pero la bajada de impuestos es un aliciente para las empresas americanas, así como la desregulación. Eso sí, me da miedo que cuando todo el consenso sea pro EEUU haya una corrección pero sí creo que ahora puede ser el momento para hacer el cambio de Europa a EEUU", afirma Victor Alvargonzález, socio fundador de Nextep Finance. "Empezamos a ver descorrelación entre el crecimiento de EEUU, donde las sorpresas positivas tras los resultados han sido del 20%, y Europa, donde se han quedado en el 6%", confirma Perea.
Esta divergencia se ve también en lo que respecta a las estimaciones de beneficios que la banca de inversión realiza para este ejercicio. El consenso de analistas que recoge Factset ha elevado la estimación de beneficios para el Dow Jones un 12% de media y no es de extrañar teniendo en cuenta que, según Fidelity, "se prevé que las empresas utilicen el ahorro fiscal principalmente para aumentar dividendos y recompras de acciones, así como las inversiones. Esto debería seguir sosteniendo a las bolsas tanto a corto como a largo plazo". Al menos mientras que el riesgo de recesión en la que es la primera economía del mundo se mantenga dormido ya que, aunque cada vez son más los expertos que alertan de ese riesgo real, no se espera que se produzca en el corto plazo. "Es probable que haya una recesión en EEUU en tres o cinco años", apuntan desde Pimco. Desde luego ese riesgo no cotiza en el mercado a corto plazo, ya que los tres principales índices de Wall Street siguen ofreciendo potencial para los próximos doce meses. En concreto, según los datos de Factset, las empresas que se incluyen en el Dow Jones cuentan con un potencial a doce meses del 11%, las del S&P 500, del 10,19% y las del Nasdaq, del 10,45%. Cifras que pueden quedarse cortas si se cumplen las previsiones que maneja Clearbridge, gestora afiliada a Legg Mason que cree que "los mercados americanos aún pueden escalar otro 10% antes de que llegue el fin del ciclo actual".
Además, a favor de Wall Street también está el hecho de que su mal comportamiento del primer trimestre del año en comparación con el que tuvo Europa ha permitido que el S&P 500 presente otra vez una valoración en términos de PER-número de veces en que el beneficio está contenido en el precio de la acción- que vuelve a resultar atractiva ya que el principal índice del mercado americano cotiza aun PER de 16 veces, el más bajo de los últimos 18 meses.
Europa es más de 'flechazos'
Europa es la otra cara de la moneda, ya que la banca de inversión ha reducido sus previsiones de beneficios para las compañías del Eurostoxx 50 en un 1% con respecto a lo que esperaban a principios de año y de hecho gestoras como Legg Masson apuntan a que podría haber alguna que otra sorpresa negativa en forma de profit warning. Eso sí, esta reducción de las expectativas aún no se ha comido el potencial de las 50 mayores compañías de la zona euro en bolsa ya que, de media, cotizan con un descuento a 12 meses del 16%, según el consenso de Factset. Que se cumpla o no la previsión de este consenso dependerá en gran medida de la evolución que tenga el sector financiero en bolsa. "Nosotros vemos más valor en el mercado por sectores que por regiones y además de estar recomendando la posición en la tecnología americana, también vemos un gran potencial en el sector financiero europeo", afirma Paulo Gonçalves, analista de Banca March. "Estamos en un mercado muy táctico y Europa tendrá tirones pero los próximos 10 años seguirán siendo mejores para EEUU ya que Europa no tiene ni innovación ni tecnología", afirma Alvargonzález.