
Es la cita clave de la semana. Este jueves culmina la reunión de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos en la que podría decidir la primera subida de los tipos de interés desde 2006. Sobre la mesa existen varias opciones: la primera de ellas, que se retrase la subida de tipos hasta final de año, la que parece es la opción más descontada por los expertos. No obstante, el organismo presidido por Janet Yellen tiene tantas razones para no hacerlo como para hacerlo.
Por eso, el mercado baraja otras opciones: subir los tipos un cuarto (0,25 puntos), es decir, lo esperado; o hacerlo un octavo (0,125 puntos), una medida con la que elevaría los tipos pero sin subirlos. Cualquiera de estos tres escenarios no alargaría las subidas de la bolsa.
El mercado descontó este miércoles que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed optará por mantenerlos como hasta ahora. Así, la renta variable cerró con alzas que llegaron a rozar el 2% en el caso del Ibex 35. José Ramón Pin, profesor del IESE Business School, lo explica: "Lo razonable es esperar un aviso por parte de Yellen diciendo que las condiciones están cambiando para subir los tipos de interés pero que aún no lo harán, jugando un poco como hace Draghi. Si de verdad estuviéramos apostando por subir los tipos de interés lo razonable sería que la bolsa bajara, y su reacción indica que hay una aceptación de las condiciones que están cambiando pero que no se va a hacer todavía".
Para Fidelity, además, los factores para hacerlo no son todavía los idóneos. Anna Stupnytska, economista global de la gestora, considera que "los riesgos externos no han desaparecido, sobre todo las dificultades que siguen experimentando los mercados emergentes por la desaceleración de China, la caída de los precios de las materias primas y las condiciones financieras menos expansivas en todo el mundo". Este último factor "es una de las razones más importantes por las que es improbable que la Fed varíe los tipos esta semana", añade.
Posibles efectos de una subida
Históricamente ninguna subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal ha sentado bien a los mercados. Matthew Hornbach, jefe de estrategia global de Morgan Stanley, recuerda cómo en el año 1994, cuando tan sólo un 22% de los analistas esperaban un aumento del precio del dinero en Estados Unidos -que finalmente se produjo-, la rentabilidad del bono estadounidense a diez años aumentó en 2,2 puntos porcentuales durante los nueve meses posteriores. Este miércoles, ese mismo consenso era del 28% de los expertos.
En renta fija, los analistas consultados vaticinan un claro movimiento de compras hacia el bono americano en el momento en el que superase una rentabilidad del 2,3%, aunque esta situación podría haberse adelantado. Desde los mínimos que marcara el pasado 24 de agosto, los títulos a diez años de deuda estadounidense se han revalorizado un 14% hasta el 2,26% de rentabilidad.
Jim Leaviss, responsable de renta fija minorista en M&G Investments, asegura que en renta fija, "si el jueves se anunciara una subida de tipos sería una sorpresa para el mercado, que descuenta una probabilidad del 30% en este sentido. Probablemente, la parte corta de la curva sería la más afectada por la reacción inicial de los mercados, lo que daría lugar a un cierto aplanamiento de la curva de tipos de la deuda pública estadounidense".
El impacto negativo que tendrá sobre las bolsas, de producirse una subida de tipos, se da también por hecho. "La renta variable caería de manera importante", reconoce Miguel Ángel Bernal, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB). Y el recorrido lógico llevaría a los principales mercados a dirigirse a los mínimos anuales que marcaran el pasado lunes negro del 24 de agosto. El Ibex 35 es el selectivo que está más próximo a ese nivel, en 9.370 enteros tras el cierre de aquel 24 de agosto en los 9.502 puntos, de los que se encuentra a una distancia del 4,8%, a pesar de haber protagonizado el mayor rebote en la eurozona en la sesión de este miércoles. El resto de los principales mercados europeos -el Dax alemán, el Cac parisino, la Bolsa de Milán y el Eurostoxx 50- se sitúan un 8,6% por encima; mientras el estadounidense S&P 500 mantiene una distancia del 6% con respecto a los 1.867 puntos, mínimos del pasado 24 de agosto.
"Del mantenimiento de estos soportes depende que no exista un importante deterioro en las posibilidades de ver un rebote de mayor magnitud", afirma Joan Cabrero, director de estrategia de Ecotrader. "Estas alzas sirven para obtener cierto margen con respecto a soportes esperando la importante cita que tienen los mercados con la Fed en la sesión de este jueves", concluye el analista.
El mercado de divisas es aquel que siempre recoge antes cualquier movimiento de política monetaria. "Dado que EEUU quiere mantener el dólar bajo, lo razonable es que no suba los tipos todavía", afirma Pin. Este miércoles, el cruce euro/dólar se encontraba en los 1,13 al cambio. Algo que sí podría cambiar a partir de este jueves, según Iain Stewart, gestor de BNY Mellon, es la volatilidad de los mercados, que volverá, reconoce, y prueba de ello son los "movimientos violentos" que se han vivido recientemente. El índice que mide el miedo en el mercado, el VIX, ha caído a la mitad desde el pasado 24, su máximo de los últimos 4 años.