
La Reserva Federal de EEUU se reúne hoy y mañana para decidir si aplica la primera subida de tipos de interés desde 2006 o mantiene el coste actual de los préstamos. La mayoría de los expertos da por hecho que no tocará los tipos, pero hay otras voces importantes que apuntan a que habrá movimiento. Los expertos de Goldman Sachs avisa que el mercado no está preparado.
Si se cumple la tesis de un alza inminente de los tipos de interés, el mercado se sorprendería y Matthew Hornbach, jefe de estrategia global de tasas de Morgan Stanley, advierte de que la última subida de tipos que se hizo de manera inesperada provocó una masacre en el mercado de bonos.
Hornbach recuerda que la subida de tipos que se produjo en 1994 dejó una lección escalofriante. En febrero de ese año, la Reserva Federal alteró la política monetaria cuando sólo el 22% del consenso lo esperaba y las consecuencias fueron especialmente perversas, sobre todo en el mercado de renta fija. En los siguientes nueve meses, los rendimientos de los bonos del Tesoro a 30 años subieron 200 puntos básicos, mientras que la de los de más corto plazo, los de referencia a 10 años, aumentaron en 2,2 puntos porcentuales.
Este difícil escenario que llevó a un fuerte repunte de los costes de financiación provocó serios problemas en algunas entidades financieras e, incluso, la bancarrota del condado californiano de Orange. Países como México y Argentina también se vieron perjudicados por esta situación.