
El Ibex 35 ha dejado patente en las últimas semanas que el sueño de conquistar sus altos históricos no es descabellado. Es el objetivo que tiene entre ceja y ceja, en los 16.000 puntos, que son sus altos nunca antes vistos si no se tiene en cuenta el efecto dividendos descontado.
De hecho, el analista técnico de elEconomista.es, Joan Cabrero, en su comentario estratégico semanal calificaba al selectivo como un "llanero solitario que cabalga sin mirar atrás, marcando máximos como si no hubiera un mañana".
Sin embargo, y pese a que el control sigue en manos de los alcistas de un modo incuestionable, en las últimas horas se han empezado a barruntar algunos signos de debilidad. Uno de ellos es "la elevada sobrecompra, visible tanto en base diaria como en semanal, que comienza a pedir a gritos una consolidación", afirma Cabrero.

Esa sobrecompra es la que podría amenazar el sueño del Ibex 35 de conquistar el objetivo que tiene entre ceja y ceja. La primera señal de alarma para identificar si esta amenaza se materializa se vería si el selectivo pierde el soporte de los 15.150 puntos.
"Si eso sucede es probable que el Ibex 35 entre en fase de digestión de las últimas y verticales subidas", afirma el experto que señala que en tal caso, habría que esperar un tiempo para que el Ibex aspire de nuevo a esos 16.000 enteros.
El dólar, en el foco tras una nueva injerencia de Trump en la Fed
El dólar vuelve a estar en el centro de la actividad informativa, una vez más. Los vaivenes de las últimas jornadas, tras el discurso de Jerome Powell -presidente de la Reserva Federal- en Jackson Hole, han servido de caldo de cultivo para que la divisa estadounidense sume hoy un nuevo episodio de volatilidad.
El billete verde registraba esta madrugada un pronunciado descenso después de que el presidente de EEUU, Donald Trump, decidiera destituir a la gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook, lo que ha avivado las preocupaciones sobre la independencia del banco central.
Con el paso de las horas, los descensos se atenuaban. Y más a sabiendas de la intención de la funcionara pública de no renunciar a su cargo. "No existe ninguna causa bajo la ley para despedirme y Trump no tiene autoridad para hacerlo", señalaba Cook en declaraciones al Washington Post a través de una portavoz, mientras afirmaba que "seguirá cumpliendo con sus deberes para ayudar a la economía estadounidense como lo lleva haciendo desde 2022".
"La destitución de Cook aumenta las preocupaciones sobre la independencia de la Reserva Federal", explicaba Rodrigo Catril, estratega del Banco Nacional de Australia en Sídney en declaraciones a Bloomberg.
"Si Trump triunfa, esto significa que podría tener cuatro miembros de la junta directiva alineados con su postura. Queda por ver si estos miembros de la junta respetan la independencia de la Fed y se adhieren a su doble mandato", sentencia.