Bolsa, mercados y cotizaciones

La volatilidad y el volumen de la bolsa se hunden a una semana de la fecha límite de la negociación de los aranceles de Trump

  • El índice del miedo VIX está bajo incluso para ser julio, según los expertos
  • La caída es la más abruta desde principios de 1964, tras el asesinato de Kennedy
  • El volumen negociado en el S&P 500 cede un 37% en lo que va de julio respecto a junio

Los inversores se han insensibilizado a los vaivenes del mercado. La guerra comercial ha endurecido la piel del inversor que apenas se inmuta ante algunos sustos de unos malos resultados trimestrales ni ante las buenas noticias como un acuerdo entre Japón y Estados Unidos en unos términos más favorables de los esperados. Como ejemplo, el S&P 500 acumula 30 días consecutivos sin caer o subir más de un 1%. La volatilidad del mercado se sitúa cerca de los mínimos del año y se desploma a un ritmo histórico equiparable a la evolución propia de los días posteriores a la crisis del coronavirus en 2020 o de la crisis financiera de 2008. En paralelo, los volúmenes de negociación son sensiblemente bajos incluso para el periodo estival. Sin embargo, la pugna arancelaria de Trump aún no ha terminado y a falta de una semana de que se acabe el plazo para negociar la política arancelaria con la Unión Europea todo puede darse la vuelta. Como ejemplo, ya se habría llegado a un preacuerdo entre ambas partes con aranceles en el 15%.

Históricamente, el mes de julio es uno de los meses menos volátiles para la bolsa. Los inversores institucionales, así como buena parte de los minoristas, se van de vacaciones y prestan menor atención al mercado. Esto lleva al principal índice de Wall Street, el S&P 500, como también en la bolsa europea, a presentar movimientos contenidos y con poca negociación. "Los niveles actuales de volatilidad no son del todo atípicos en vísperas de agosto, un periodo que suele estar marcado por menor liquidez y mayor sensibilidad. Sin embargo, en este caso, la falta de un acuerdo claro entre EEUU y la UE añade un componente adicional de incertidumbre", refleja el CEO de MILF, gestora de Mediolanum, Furio Pietribiasi.

El conocido como índice del miedo, el VIX que tiene en cuenta la media móvil de los últimos treinta días del S&P 500, se sitúa en los 15,9 puntos: zona de mínimos del 2025 (el suelo está en 14,7) y lejos de los máximos del 8 de abril, sobre los 52 puntos. Una caída casi pareja refleja el índice de volatilidad del EuroStoxx 50 (V2X en el gráfico) y que corresponde al periodo que va desde que Trump pausó la aplicación de sus aranceles y anunciara su intención de negociar los mismos con los principales países del mundo hasta la actualidad. En este periodo de relativa calma, el volumen de negociación en el índice de Wall Street también se desplomó. De abril a mayo la cantidad de acciones negociadas cayó un 16% dentro del S&P 500 y de junio a lo que va de julio otro 37% adicional.

El descenso de la volatilidad es tan severo en los últimos días que solo hay tres casos desde la Gran Depresión en los que la incertidumbre en el mercado cayó a mayor velocidad: tras la crisis de 1987, tras la crisis financiera mundial iniciada en 2008 y con la recuperación del coronavirus en 2020. En todos estos casos se estaba saliendo de una crisis que, en la actualidad, sigue abierta hasta que se establezca o no uno de los entornos más hostiles en cuanto a aranceles sobre y frente a Estados Unidos.

La volatilidad es más extrema aún si se compara la media móvil de la bolsa en los últimos 40 días frente a los 40 días previos a este periodo. Según el analista de Bloomberg Cameron Crise, la última vez que la volatilidad del S&P 500 colapsó con la intensidad actual fue a principios de 1964 que coincide con el periodo posterior al asesinato del presidente de EEUU, John F. Kennedy. "Una explicación a los bajos niveles de volatilidad del mercado actualmente está en que los inversores ya se han acostumbrado en cierta medida a Trump, a su modo de hacer. Son varios los ejemplos recientes que muestran que su táctica consiste en apuntar a máximos para luego pasar a la negociación", recoge el socio cofundador y consejero de Buy & Hold, Antonio Aspas.

La propia definición del VIX recoge que cuando la volatilidad implícita es baja, el nivel del VIX también cae y el rango es reducido. Pero esto puede darse la vuelta de manera abrupta. Si julio es un mes de relativa calma a niveles históricos, agosto suele ser todo lo contrario. En 2025 la primera prueba de fuego del mercado será el primero de este mes para los mercados financieros a ambos lados del Atlántico dado que es la fecha tope para llegar a un acuerdo con Donald Trump.

En paralelo están los bancos centrales y sus políticas monetarias, la coyuntura geopolítica con sus guerras y el incremento del gasto militar en defensa que afectan al mercado de deuda soberana. Y, con todo, el índice homólogo al VIX para la deuda, el ICE BofAML Move, también dibuja una empinada trayectoria descendente desde el pasado mes de abril.

Para el director de inversiones de inversiones Diaphanum, Miguel Ángel García, los niveles de volatilidad actuales son bajos a pesar de todo lo anterior. "No se ha producido una caída drástica de la confianza de los empresarios o de los consumidores, los datos económicos no muestran debilidad y los resultados empresariales, aunque se han revisado a la baja, están siendo razonables o incluso mejores de lo esperado", explica el experto. "Lo que puede traer volatilidad en los próximos meses serán los efectos de los aranceles en la inflación, si son altos y persistentes, la actitud de los bancos centrales ante los repuntes de inflación y el crecimiento y resultados empresariales", advierten desde Diaphanum. Desde Buy & Hold también defienden la idea de que la situación "puede torcerse rápidamente y dar lugar a un ágil aumento de los índices de volatilidad".

No toda la incertidumbre se disipará una vez se establezcan los nuevos aranceles de Estados Unidos con el resto del mundo, según el director de análisis de LBP AM, Sebastian Paris Horvitz. "El verano no debería traernos un desenlace definitivo para este culebrón, como tampoco para las cuestiones vinculadas a los efectos de las políticas proteccionistas de EEUU. No obstante, deberíamos tener una idea más clara sobre el nivel de los aranceles que se van a aplicar al resto del mundo. Japón tendrá que asumir un arancel del 15% y la horquilla para numerosos países de aquí al 1 de agosto se situará entre el 10% y el 15%, según el experto de LBP AM.

Por otra parte, el VIX o el índice de volatilidad ligado al EuroStoxx 50 proyectan una fotografía en bruto de la bolsa europea o de Wall Street. Pero por sectores la lectura puede ser diferente, como recuerdan desde BDL Capital Management. Según la firma, los exportadores europeos a EEUU (LVMH, Stellantis o SAP, por ejemplo) muestran una volatilidad cercana al 20% frente al 23% vista en el mismo periodo del año pasado. El sector doméstico, por el contrario, está dentro de los niveles habituales. "Además, el índice de incertidumbre de política economía del BCE (el EPU) está 2,5 veces por encima de lo normal, lo que implica una desconexión con la volatilidad actual dado que el EPU y la volatilidad normalmente tienen una alta correlación", explican desde BDL Capital Management.

Por ello, desde la firma consideran que los sectores expuestos al comercio transatlántico pueden enfrentar una "volatilidad explosiva si fallan las negociaciones", mientras que las compañías domésticas europeas podrían beneficiarse. De ahí que la selección sectorial sea clave para "afrontar un periodo de alta tensión geopolítica".

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky