
Crecimiento económico a nivel global, sí, pero con matices. Esa es la principal previsión que lanzan los expertos de J.P. Morgan Asset Management de cara a los últimos tres meses del presente ejercicio, en los que ven el ciclo económico extendiéndose pero de manera desigual, tanto por sectores como por regiones.
Sobre todo, después de un trimestre que ha acabado con rentabilidades positivas para la mayoría de activos pero que no ha estado exento de volatilidad tanto en los mercados, como en lo referente a política monetaria (el BoJ subió el precio del dinero mientras que el BCE y la Fed los han bajado a lo largo de ls últimos tres meses)
Así lo ha explicado la directora de Estrategia para España y Portugal de la firma, Lucía Gutiérrez-Mellado, que este martes analizaba los datos macroeconómicos más relevantes del mercado, y ofrecía la visión de la gestora sobre la evolución de la renta fija y la renta variable para el cuarto trimestre de 2024.
En ese sentido, desde la gestora ven un crecimiento económico discreto pero positivo para la economía global, una inflación cayendo y una política monetaria regida por la bajada generalizada de tipos. Es decir, un contexto que favorece a los activos de riesgo pese a que las valoraciones ya sean ajustadas por la subida que acumulan los índices de renta variable en los últimos meses.
"Somos conscientes de la subida acumulada por la renta variable este año, por eso esperamos rentabilidades más discretas de las obtenidas hasta ahora de cara a los siguientes meses, pero tenemos una vision constructiva respecto a este activo dado el crecimiento de beneficios que prevemos para las cotizadas, que ya no solo estará centrado en un único sector, sino que en los próximos trimestres se extenderá a más ámbitos, favoreciendo que la renta variable lo siga haciendo bien", destacaba la directora de Estrategia.
Inflación y tipos de interés a la baja
La inflación y las decisiones de los bancos centrales se presentan como dos de los pilares que más centrarán la atención de los mercados para los expertos de la entidad, que recuerdan que aunque las elecciones de EEUU suelen generar volatilidad a corto plazo no suelen crearla a medio o largo plazo, por lo que "no hay que tomar decisiones precipitadas", instan.
"Se espera que continúe el entorno de bajada de tipos en los próximos meses", pero en el ciclo anterior el precio del dinero que han mantenido los principales bancos centrales del planeta ha estado "en niveles que no han sido normales, por eso ahora esperamos bajadas pero no pensemos que vamos a llegar a los niveles del ciclo anterior, sino que se quedarán en niveles mucho más normales", afirma Gutiérrez-Mellado.
A ello ayudará la tendencia a la desinfalción que protagonizan Europa y EEUU, que "va a continuar". "Hay que vigilarla muy de cerca" señala la experta que advierte de que pese a que pueda haber datos distorsionadores en los próximos meses por los huracanes y de que la caída de la presión salarial este tardando en notarse, confían en que en 2025 estaremos mas cerca de los objetivos de los bancos centrales.
"La recesión llegará pero no a corto plazo"
Respecto a la evolución de la economía global en este entorno, desde J.P. Morgan A. M. se muestran optimistas a nivel global pero con matices. "El ciclo continuará extendiéndose en los próximos meses pero habrá una desaceleración del crecimiento económico respecto a lo visto hasta ahora. La recesión no ha llegado y la economía ha aguantado pese a las subidas de tipos que hizo la Fed", señalan mientras destacan las medidas de estimulo fiscal como principal ayuda a que la economía de EEUU continúe aguantando.
En ese sentido, Gutiérrez-Mellado explica que el sector servicios está funcionando bien pero el manufacturero no tanto, "está tardando", motivo por el cual algunas de las economías de Europa más ligadas a dicho ámbito se están enfriando un poco.
"Vemos una mayor probabilidad de un aterrizaje suave de la economía en estos momentos pero no vemos burbujas a punto de estallar en el muy corto plazo", destaca la directora de Estrategia de la entidad mientras recuerda la correlación entre el crecimiento económico global y los mercados de renta variable. Y es que, la caída de los niveles de apalancamiento y el aguante del sector privado en general, invitan a pensar en que "no se verá una recesión en el corto plazo".